Saliendo de la estación Madrid-Chamartin, en el norte de Madrid, el tren AVE nos llevó a Segovia en media hora. Dentro tenía letreros como “Tren de Antonio Machado”, porque dependiendo de la temporada, en esa ciudad hacen varias actividades y obras de teatro, enfocadas en el famoso poeta de “Proverbios y cantares”.

Pero la obra de Machado puede verse en la ciudad en cualquier época del año si visita la Casa-Museo Antonio Machado, una de las múltiples razones para ir a esta ciudad tan cercana de la capital española, que está en la provincia de Castilla y León. Pero no es la principal razón por lo que acuden allí millones de personas año tras año, sino tras las huellas históricas dejadas por los siglos en que vivieron musulmanes, judíos y cristianos.

Tan pronto llegue a la ciudad, donde viven actualmente unos 50,000 habitantes, debe tomar un autobús de unos 15 minutos desde la estación del tren y justo al bajarse, tendrá de frente al impresionante Acueducto de Segovia, construido en el siglo II d.C. La ciudad vieja y acueducto de Segovia, fueron inscritos en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1985, y este es considerado la obra maestra de la ingeniería hidráulica romana y la más importante de España construida por romanos.

Esta joya arquitectónica histórica, con 167 arcos, es impresionante desde cada ángulo que la mire. De frente, de lado o desde abajo. Pero si sube al Mirador del Postigo, tendrá una de las vistas más completas de la ciudad y algunos de sus monumentos, como Los Siete Picos, la Cabeza de Hierro y la Iglesia de los Santos Justo y Pastor. También verá el acueducto en toda su magnitud, tan increíble, que hace que nuevamente nos planteemos la creatividad, talento y sabiduría de quienes la construyeron, hasta sin argamasa (material que se aplica entre ladrillos y bloques para unirlos).

Siguiendo el recorrido por el casco histórico, encontrará fácilmente otras maravillas arquitectónicas, como la Catedral de Segovia, de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos, denominada “La Dama de las Catedrales”. De estilo gótico, su construcción inició en 1525, y tiene una estructuras de tres naves. Dentro podrá 158 vitrales y entre sus 18 capillas, se destaca la del Santísimo Sacramento, con el deslumbrante retablo de José de Churrieguera, el Altar Mayor, dedicado a la Virgen de la Paz y el Cristo Yacente, de Gregorio Fernández. El costo de entrada es de 3 a 4 euros, incluyendo el Palacio o puede hacer una visita guiada a la Torre, subiendo 190 escalones, (10 euros, incluyendo la entrada a la Catedral).

La Catedrál está en la Plaza Mayor donde está el Ayuntamiento y donde fue proclamada Isabel La Católica como Reina de Castilla en 1474.

Cercano encontrará el Barrio Judío, es otro de los lugares a visitar, donde verá la Sinagoga de los Ibáñez de Segovia, entre otras estructuras religiosas, y a minutos de la Catedral, la Casa Museo de Machado.

Entre el calor veraniego y la caminata, el hambre apremiaba y con suerte, encontramos espacio en Pandora, frente a la catedral. Lucía demasido turístico, pero resultó buena opción, especialmente con su menú “típico”. Una ensalada o sopa de judías, y para escoger Cochinillo Segoviano, asado, bien sazonado y crujiente o bacalao gratinado con papas. De postre, una sabrosa tarta de ponche de Segovia. Por 34.50 euros no estuvo nada mal, acompañado por vino de la casa por 4 euros la copa.

Las opciones para comer son múltiples y es más fácil encontrar disponibilidad en otros cafés al aire libre con buenas vistas, lejos de la Catedral, y hasta comida rápida en la calle, perfecta si no quiere detenerse.

Segovia, que fue la ciudad donde se imprimió el primer libro en España, tiene entre sus principales monumentos el Alcázar, que completa el trío de lo imperdible, junto al Acueducto y la Catedral. Residencia real durante siglos, se dice que inspiró a Walt Disney para crear el castillo de la película de Blanca Nieves y los Siete Enanitos.

Pero la decisión de qué ver no es fácil porque querrá disfrutar de sus callecitas angostas, pararse en las tiendas, admirar las vistas y comer algunas de sus ricuras. Por lo tanto, si puede quédese al menos una noche, y disfrutará de ver sus monumentos iluminados.

Esta ciudad está considerada entre las más bonitas de España y puede hacer un recorrido en un autobús turístico de dos pisos o simplemente caminar al bajar del autobús que lo deja frente al acueducto, que está en la Plaza del Azoguejo. Allí hay un centro de visitantes donde ofrecen tours guiados, algunos gratuitos.

Como nosotros, puede llegar en tren de alta velocidad (AVE), (siete euros cada vía), o hacer un tour guiado desde Madrid.