La llamada ‘cuna del mojo isleño’ ofrece al visitante, una asombrosa experiencia que le permitirá conocer la belleza natural del pueblo sureño, a través de divertidas rutas que podrá completar en carro, kayak, bicicleta o a pie.

Es que Salinas posee una de las bahías más espectaculares del mundo, que contrasta con el impresionante verdor de sus montañas y un casco urbano que conserva históricas estructuras que permiten una amplia gama de oportunidades en el turismo cultural, histórico, recreacional, familiar, deportivo y gastronómico, entre otros.

A través del programa Explora Salinas, se coordinan excusiones guiadas en kayak o bicicleta en el que participan guías turísticos del municipio, quienes están certificados por la Compañía de Turismo de Puerto Rico.

El director de la Oficina de Turismo y Promoción Cultural de Salinas, Orville Correa Rodríguez, destacó que “la ruta en kayak cubre cayo Mata, cayo Matita y da una vuelta por la bahía hasta regresar a Ventana al Mar, que es de donde sale”.

“Es una experiencia hermosa porque se ven los manatíes, puede que salga un delfín bufón y, en el área de cayo Matita se ven estrellas de mar. Además, se aprecia la diversidad de mangles: botón, blancos y rojos”, sostuvo el funcionario de 51 años.

El recorrido por la bahía dura entre 1 a 2 horas y se realizan de miércoles a domingo a un costo de $10 por persona, en grupos de hasta 20 participantes.

“Son rutas coordinadas; se hacen por la mañana, que es más conveniente por el factor viento y el movimiento de embarcaciones. Preferiblemente, se recomienda a las personas que sepan nadar, pero igual, se le pone salvavidas y nuestros guías están adiestrados”, expuso.

“Atendemos niños mayores a partir de los 10 años para que tengan un poco más de control y deberán estar acompañados de sus padres. Es una experiencia bien bonita para la familia en donde pueden disfrutar de una de las bahías más espectaculares del mundo, con cayos que son bastante visitados”, acotó.

En cuanto a la ruta en bicicleta, Correa Rodríguez explicó que “ese recorrido nos lleva hasta la playa Punta Salinas”.

“Salimos del Centro Turístico en el barrio Playa. Ahí comienza la ruta gastronómica que cuenta con 20 restaurantes que cocinan de todo, pero cada uno tiene su especialidad: arroz con jueyes, sopa de marisco, entre otros. Hasta en el chinchorrito más pequeño se come bien”, afirmó.

“Luego visitamos los establecimientos gastronómicos del sector Playita que colinda con el barrio Playa y, por ahí, es que se encaminan hacia Punta Salinas. Se trata de una playa de arena blanca. Igual, pasamos por los grandes salitrales”, dijo por su parte Cédric Asdrúbal Sáez Morales, coordinador municipal de asuntos artesanales.

Precisamente, el nombre de Salinas se deriva de la extracción de sal en la zona.

“Hay muchos humedales, la marea sube, llena los espacios de agua y según va secando, se produce la sal. En Salinas, teníamos dos tesoros grandes: el azúcar que lo producía Aguirre y, la sal que se usaba para que las carnes se mantuviesen frescas y no se dañaran”, destacó Sáez Morales.

De hecho, la bandera de Salinas contiene la imagen de cinco salitrales que, representan los barrios fundadores: Lapa, Aguirre, Coquí, Las Ochenta y Río Jueyes.

Otra de las estampas distintivas del pueblo está en el barrio Playa. Se trata de la Placita del pescador en la que resalta una impresionante escultura en homenaje a los pescadores de la zona.

Para las familias está Polita’s Beach, un área frecuentada por personas de todas las edades que, se distingue por ser una playa llana y espacios con sombra. Desde ahí, se contempla la bahía, la diversidad de cayos y se aprecia un panorama amplio que incluye los molinos de Santa Isabel.

Mientras tanto, otra ruta concurrida es hacia el casco urbano, a donde resalta la plaza del mercado, construida en 1925 y su estructura mantiene la fachada original. El recorrido es a pie.

“Allí también visitamos la casa alcaldía, que fue construida en 1915 y, la plaza pública Las Delicias, construida en el siglo 19, pero ahora tiene una fachada del siglo 20 porque la modernizaron. Tenemos la Parroquia Nuestra Señora de la Monserrate, construida en 1854, aproximadamente”, acotó Correa Rodríguez.

Luego de visitar la zona urbana, se recomienda visitar los atractivos del área montañosa, entre estos, el Museo Histórico de la Hacienda Los Maldonado en el barrio Parcelas Vázquez, que alberga interesantes estampas en la historia de Puerto Rico, desde la era taína hasta mediados del siglo 20.

“Tenemos el Albergue Olímpico y la reserva Planadas Yeyesa -entre Salinas y Cayey- ubicada en la comunidad Parcelas Vázquez. Este recorrido es por los barrios montañosos a donde vivieron familias hace muchísimos años”, concluyó.

Para coordinar su visita puede llamar al 939-254-3881 o 787-824-3050.