Llegar a Corozal es contemplar la magnitud de un paraíso terrenal, rodeado de impresionantes recursos naturales que embelesan a todo aquel que visita este pueblo envuelto en el verdor de sus montañas y suelos rojizos.

Basta con pisar el cerro La Pandura, desde donde se aprecia la hermosura del valle del Cibuco y una vista panorámica hacia el litoral norteño, bañado por el océano Atlántico, para comprobar el encanto de la llamada “Capital del Voleibol”.

Fundado en 1803, Corozal posee una variedad de puntos turísticos que permiten el disfrute familiar y que, además, alimentan el espíritu explorador de aquellos que prefieren adentrarse en fascinantes aventuras.

Uno de los primeros lugares a visitar es El Gran Café, aledaño a la plaza de recreo; un espacio que se ha convertido en uno de los favoritos de locales y visitantes por su riqueza cultural, ya que exhibe variedad de obras creadas por artistas del patio, entre estas, serigrafías, pinturas y esculturas.

Allí puede degustar la famosa sopa de plátano, una receta hecha con “pechuga de pollo, plátano y mucho amor”, que atrae a viajeros de distintos pueblos, quienes prefieren hacer la parada para saborear “el plato del pueblo”.

Según sus propietarios, Víctor Rivera y María Díaz, la sopa está disponible desde las 7:00 de la mañana, al igual que su menú “confeccionado con lo mejor de la cocina criolla”, así que, puede desayunar o almorzar, antes de continuar el recorrido por la ‘ciudad platanera’.

La próxima parada es la Plaza de Recreo, construida en 1921.

“Esa plaza ha sido reconstruida en varias ocasiones. Actualmente, es una plaza de tipo arte moderno con sus balaustres, recreando sus jardines. Es de los pocos pueblos que tiene su plaza ubicada al lado derecho de la iglesia. Su estructura estaba diseñada de forma circular”, explicó el presidente del Centro Cultural, Martín Rosado González.

Al otro extremo se encuentra la Parroquia Sagrada Familia que, según Rosado González, “originalmente se llamó Jesús, María y José cuando se fundó nuestro pueblo”.

“Es un templo remozado, es el edificio más antiguo de Corozal. La parte donde está la cúpula fue la ermita original que se hizo por los españoles para impartir los servicios religiosos”, afirmó el investigador y escritor.

En uno de los laterales está la antigua barbería, que tiene sobre un siglo de historia.

“La barbería antigua en la zona urbana se construyó a principios del siglo 20 y fue restaurada bajo la supervisión del Instituto de Cultura, en la década del 80. Es la única estructura original que nos queda en la zona urbana. Se utiliza para pequeñas exposiciones. Hay sillones y utilería de la barbería”, sostuvo el corozaleño de 78 años.

Asimismo, el Cine Teatro Manuel Nieves Quintero, ubicado en el edificio San Rafael, representa un tesoro arquitectónico que guarda parte importante de la historia de este pueblo.

“El Cine Teatro Manuel Nieves Quintero es una estructura remozada que tiene 102 años. Mayormente se usa para películas, pero ha venido a reforzar la vida familiar de nuestro pueblo”, manifestó el también maestro jubilado.

Destacó que, “Nieves Quintero ha sido el cuatrista más grande que ha dado Puerto Rico, ha grabado sobre mil temas. Se presentó en los grandes escenarios de Estados Unidos, como Carnegie Hall, Radio City Music Hall y el Kennedy Center”.

“Otro lugar importante es la Casa Loydi, que perteneció a una familia ilustre, Loydi López, de origen vasco. Originalmente, era una casa en madera del país, una construcción de una belleza tremenda, de dos pisos. En el primer nivel había un negocio y en el segundo, la residencia”, apuntó.

“En Corozal históricamente hubo un incendio, el 14 de agosto de 1914, se quemaron 50 casas en la periferia urbana, excepto la iglesia católica, que no se quemó. La casa original se quemó. Ellos crearon, con su familia, la estructura que tenemos ahora. Es el lugar de exposiciones, del Centro Cultural y de reunión. Es una estructura que es un sueño”, confesó.

Al salir del centro urbano, uno de los lugares más emblemáticos es el monumento a las Tres Cruces, en la parte norte de Corozal.

“Este monumento es el resultado de una promesa que hizo la señora Leonor Ledesma, que era esposa del único farmacéutico que había en Corozal, don José Bou, que se enferma. Para ese tiempo, la tuberculosis estaba haciendo estragos y tiene que salir de Puerto Rico a tratarse”, contó.

“Entonces, su esposa desde la ventana de su casa veía ese cerro y le prometió al Altísimo que, si don José recuperaba su salud, ella iba a hacer una cruz en su honor. Tal parece que don José regresa recuperado y ella cumple su promesa. Entonces, la gente le decía a doña Leonor que, por qué no recrear el calvario. Se construye en 1927″, agregó.

Asimismo, el Puente de Mavilla es otra joya arquitectónica que pertenece al Registro Nacional de Lugares Históricos.

“Es una estructura bellísima, tiene más de 100 años y nunca ha fallado. Es un puente único de estilo francés, construido entre 1896 al 1903 por los españoles, en roca sedimentaria, no tiene acero y es formado por un arco. Es el puente colonial más alto de la isla. Su nombre proviene del barrio Mavilla donde fue construido antes de fundarse el pueblo; ese barrio perteneció a Toa Alta”, recordó.

Finalmente, el Bosque Estatal de Monte Choca, “un lugar ecológico que logró salvarse, son más de 200 cuerdas, ahí nace el río Mavilla. Hay árboles endémicos, autóctonos y es un lugar de una belleza enorme. Es el pulmón de Corozal”.

“El bosque posee atractivos recreativos como veredas y caminos, un pequeño museo y la catedral del bambú, que es un área de una belleza inigualable y representa uno de nuestros tesoros naturales que invitamos a visitar”, concluyó.