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Hacienda Serena en Las Marías: un paraíso para reconectarse

La hospedería cuenta con cuatro estructuras que se rentan por separado

28 de mayo de 2023 - 6:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
Visitantes y turistas acuden al lugar para desconectarse del bullicio. (Isabel Ferré Sadurní)

En medio de los montes que abrazan al ‘pueblo de la china dulce’, Las Marías, se esconde una finca a donde acuden visitantes y turistas que anhelan desconectarse del bullicio citadino, para reconectarse con su ser interior.

Se trata de la Hacienda Serena, un paraíso natural establecido por Francisco Ramón Mirandés y su esposa, Rosemarie “Maí” Vizcarrondo, quienes desistieron de vender la propiedad a un inversionista para compartir la magia que nace del acogedor espacio que consta de unas 92 cuerdas en su totalidad.

Allí, cuentan con variedad de siembras, entre estas, café, plátano y cítricos que, se suman a la belleza del lugar, convertido en hospedería a través de cuatro estructuras que se rentan, por separado, mediante la plataforma Airbnb.

Francisco Ramón Mirandés, dueño y propietario de Hacienda Serena, en Las Marías.
Francisco Ramón Mirandés, dueño y propietario de Hacienda Serena, en Las Marías. (Isabel Ferré Sadurní)

La finca fue adquirida por su padre, Francisco Mirandés Roque, a principios de la década del 70, el cual pavimentó los accesos y logró que sus vecinos tuvieran sistema de agua potable. Con el pasar de los años, el hombre nacido en Cuba corrió el riesgo de perder la propiedad, pero afortunadamente fue rescatada por su hijo, antes del paso del huracán María.

“Yo no era de finca, sino que me gustaba más el mar. Pero llegó un momento que mi esposa y yo queríamos hacer otras cosas y decidimos vender la embarcación. En eso, estoy en un chat en un grupo de inversionistas y una muchacha de Shanghái que vivía en Coamo, quería invertir en un terreno”, recordó el ingeniero mecánico, de 58 años.

“Antes de vender le dije a mi esposa que viniéramos a ver cómo estaba la propiedad, pero esto era un pasto enorme. Entramos a la casa, era un sábado por la tarde y sentimos la brisa, el pitirre cantando en la parte de atrás y nosotros, nos miramos y dijimos: ‘No va a pasar’. En ese momento, decidimos no vender la propiedad”, relató.

Las cuatro estructuras se rentan por separado, mediante la plataforma Airbnb.
Las cuatro estructuras se rentan por separado, mediante la plataforma Airbnb. (Isabel Ferré Sadurní)

No obstante, el reto era acondicionar el espacio para disfrutarlo con su familia y, aunque las condiciones no eran las mejores, “decidimos hacer de este lugar, la próxima etapa de nuestras vidas”.

Asimismo, quisieron compartir su experiencia con desconocidos. Por esta razón, reconstruyeron las maltrechas casitas que estaban dentro de la propiedad con el objetivo de autosustentar la operación.

“No sabes la falta que hace el poderte reconectar con lo que de verdad es importante y, aquí, en este sitio, uno lo siente. Vienes, te levantas, oyes el pitirre cantar, respiras aire fresco y allá fuera, en este mundo, hace falta más de esto. Entonces, poder compartirlo con el resto del mundo, que uno pueda venir aquí y sentarse en un sillón a contemplar la naturaleza, es algo grande”, confesó.

Así las cosas, Francisco y su familia, reiniciaron el cultivo de café y plátano. Igualmente, instalaron un sistema para la producción de miel.

“En mi vida, yo había sembrado grama, pero empezamos a sembrar café, me estoy educando con eso, y plátano. Tampoco había trabajado con abejas y empecé a estudiar un poquito más de la apicultura y retando ese proceso. Estamos usando un sistema que se diseñó en Australia, donde no tienes que sacar las celdas de cría para poder sacar la miel”, reveló.

Fue uno de sus hijos quien sugirió la creación de pequeñas hospederías, instauradas en cuatro estructuras.

“La principal es Casa Serena; tiene cuatro cuartos, dos baños, piscina infinity en el tope de la loma con calentador, terraza y es totalmente privada porque se alquila completa. Le sigue Casa Vista, con tres cuartos, dos baños, jacuzzi, ducha fría en la parte de afuera y terraza”, enumeró.

“Luego está Casa Brisa, que tiene tres cuartos, dos baños, piscina infinity en la parte de abajo y una cascada. Finalmente, Casa Verde, con dos cuartos, dos baños y terraza en madera”, agregó al mencionar que la operación genera entre 8 a 12 empleos.

Uno de los puntos más importantes de la hacienda es el árbol de la conexión, bajo el cual las personas se despejan de sus preocupaciones. Allí hay un teléfono rotativo que invita a dialogar con su ser interior.
Uno de los puntos más importantes de la hacienda es el árbol de la conexión, bajo el cual las personas se despejan de sus preocupaciones. Allí hay un teléfono rotativo que invita a dialogar con su ser interior. (Isabel Ferré Sadurní)

Uno de los puntos más importantes de la hacienda es el árbol de la conexión, bajo el cual las personas se despejan de sus preocupaciones, brindándole un nuevo respiro a sus vidas. Esto, ya que ahí hay un teléfono rotativo que invita a dialogar con su ser interior.

Al frente, hay una oración hawaiana que dice: “Lo siento, por favor, perdóname”.

“Y cuando uno dice eso a alguien de frente y, lo repites varias veces, sientes como que sueltas todo lo que uno está cargando. Entonces, pusimos un teléfono rotativo en el árbol, como los que se usaban antes”, explicó el padre de Guillermo Francisco, Ricardo y Antonio Rafael.

“¿Con quién tienes que reconectar? ¿Con quién tienes que tener una conversación? Camina, siente el lugar, siéntate ahí, conversa, suelta eso que estás cargando por tanto tiempo y, esa es la idea de este lugar. Nosotros decimos: ‘Respira y reconecta con quien de verdad eres”, expresó sobre la hacienda reconstruida en 2019.

Para detalles puede accesar: thehaciendaserena.com o llamar al 787-361-8933.

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