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Intérpretes del espectáculo de la naturaleza en Salinas

Vecinos del sector Parcelas Vázquez dieron forma al proyecto de turismo sostenible de base comunitaria, “Puerto Rico al Sur”

30 de julio de 2023 - 10:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 1 año.
El grupo ofrece recorridos ecoturísticos por la reserva. (Isabel Ferré Sadurní)

Adentrarse en el corazón de la Reserva Natural Planadas-Yeyesa, -ubicada entre los municipios de Salinas y Cayey-, es una experiencia incomparable que llevará al visitante a un fascinante viaje ancestral, impregnado de una extensa biodiversidad de flora y fauna que, difícilmente, hallará en otro lugar.

Es el camino que nos invita a recorrer Puerto Rico al Sur, una organización sin fines de lucro, enfocada en el turismo sostenible de base comunitaria, que integra a vecinos del sector Parcelas Vázquez en la ‘cuna del mojo isleño’, quienes se convierten en intérpretes del espectáculo que nace en los alrededores del río Lapa que, abastece el acuífero del Sur.

Allí se rendirá ante impresionantes ceibas centenarias, de dimensiones gigantescas, que trazaron la ruta de los primeros habitantes de la zona y que, dejaron su huella a través de petroglifos, bateyes y pictografías.

Janis Joan Díaz Martínez, presidenta de la organización Puerto Rico al Sur, guía certificada por la Compañía de Turismo, ecopsicóloga y psicóloga clínica.
Janis Joan Díaz Martínez, presidenta de la organización Puerto Rico al Sur, guía certificada por la Compañía de Turismo, ecopsicóloga y psicóloga clínica. (Isabel Ferré Sadurní)

Además, está el rastro de comunidades criollas que vivieron en el bosque hasta mediados del siglo 20, con elementos que distinguieron a la población en aquel tiempo, entre estos, las tormenteras en donde se refugiaban para protegerse de los fenómenos atmosféricos.

De acuerdo con Janis Joan Díaz Martínez, presidenta de la organización Puerto Rico al Sur y guía certificada por la Compañía de Turismo y por la organización Naturaleza y Terapia de Bosque, “la Reserva Natural Planadas-Yeyesa es un espacio majestuoso que nos conecta con nuestras raíces, con nuestros ancestros; tanto indígenas, como los campesinos, los criollos. Nos conecta con ese sentido de pertenencia de lo que somos”.

“Desde que llegan, perciben algo más familiar y, esa seguridad que viene adherida al sentimiento de familia se siente desde que nos llaman para coordinar un evento. Vamos a convivir, a conectar, a recordarnos quiénes somos, en el transcurso, mientras nos educamos y aprendemos de un espacio natural”, expresó la también psicóloga de profesión.

El área, que consta de unas 2,529 cuerdas, fue declarada reserva natural el 13 de diciembre de 2007 a través de la Ley 192.

Según Pablo Martínez, principal proponente y organizador del Comité Ciudadanos en Defensa del Cerro Planadas y Áreas Adyacentes, “la reserva natural tiene varios ecosistemas porque cubre áreas de bosque húmedo, como es el Cerro Planadas y parece como si estuviera en El Yunque”.

Mientras que el área de Salinas, “es de bosque xerofítico parecido al Bosque Seco de Guánica, a pesar de que estamos cerca del río. Pero si entramos al área del bosque, lo que vamos a ver son cactus y plantas espinosas que hacen el bosque seco”.

Asimismo, la biodiversidad de flora y fauna que conforman la reserva natural es “increíble”, ya que se han censado unas 200 especies de árboles, 7 variedades de coquíes y 33 especies de aves.

“Uno de los árboles dominantes es el húcar, pero cuando se va montaña adentro se ven especies endémicas como el árbol de violeta. Otro nativo es el capá prieto, guaraguao y otras especies que se utilizaban en el pasado para maderas nativas”, apuntó el guía de 70 años, quien fue oficial del ejército de los Estados Unidos durante tres décadas.

De acuerdo con Janis Joan Díaz Martínez, “la Reserva Natural Planadas-Yeyesa es un espacio majestuoso que nos conecta con nuestras raíces".
De acuerdo con Janis Joan Díaz Martínez, “la Reserva Natural Planadas-Yeyesa es un espacio majestuoso que nos conecta con nuestras raíces". (Isabel Ferré Sadurní)

Igualmente, 11 de las aves son endémicas de Puerto Rico, “algunas de ellas raramente vistas en otros sitios; por ejemplo, la reinita mariposera, el san pedrito, bienteveo, carpintero, comeñame, pájaro bobo, entre otros”.

El visitante queda fascinado por el imponente camino ancestral que encuentra a su paso, en donde centenarias ceibas le permiten reconectar con la magia de las distintas poblaciones que habitaron el lugar por más de 1,500 años.

“Aquí encontramos varios sitios de asentamientos indígenas, con bateyes, petroglifos y pictografías. Además de unas comunidades criollas que existieron hasta la mitad del siglo 20 que vivieron aquí. Toda esa huella cultural e histórica se ha quedado dentro de la reserva”, manifestó.

“Vamos a encontrar la tormentera que se usó en Puerto Rico hasta mitad del siglo 20 para protegerse de huracanes y tormentas. Ahí dentro de la reserva natural se han encontrado más de 20 tormenteras que, algunas de ellas, sobrevivieron al huracán María”, sostuvo.

En el lugar, “quedan remanentes de las viviendas que ocuparon los criollos. Ya no están las casas, pero queda parte de la construcción como socos y divisiones”.

Otro elemento histórico importante son las terrazas agrícolas que, según Martínez, no se ha podido validar si fueron hechas por los indígenas o los primeros habitantes criollos.

“Son terrazas en piedra, que no tienen ninguna mezcla para pegar, y nosotros calculamos que debe haber 300 terrazas; algunas de estas son monumentales de unos 30 metros de largo por 1 ½ de alto, de piedra sobre piedra”, resaltó.

Por su parte, Janis Joan aclaró que, “en este espacio, no solamente hacemos eventos ecoturísticos, sino de consciencia ambiental. Nos encargamos de darle amor, cariño, en gratitud a la reserva mediante brigadas de limpieza. Son para darle visibilidad que han estado tapadas por la maleza que contiene la historia de la Hacienda Yeyesa”.

Como resultado de la labor voluntaria de estas brigadas, se logró rescatar parte de la infraestructura de la Hacienda Yeyesa, cuya operación ganadera culminó a mediados del siglo pasado.

Cabe destacar que, la comunidad recibe el 60% de las aportaciones que realizan los visitantes.

Según Luis Alberto Santiago Nieves, guía interpretativo y residente en el sector “hay distintos recorridos que pueden durar entre 3 a 8 horas, que culminan con un compartir en la comunidad. Los recibimos con un delicioso almuerzo-cena”.

“Nosotros los guiamos en el recorrido, pero es la naturaleza quien nos sana”, concluyó Díaz Martínez que también está certificada como ecosicóloga.

Para detalles: Puerto Rico al Sur en Facebook e Instagram o el 787-365-1134.

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