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Los encantos que esconde la Reserva Natural Punta Tuna, en Maunabo

El lugar es el resultado del esfuerzo de un grupo de ciudadanos que impulsó iniciativas para promover el uso educativo de sus espacios y preservar su belleza

14 de mayo de 2023 - 11:40 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
La Reserva Natural Humedal Punta Tuna fue constituida oficialmente entre el 2005 y el 2008. Desde entonces es un lugar de reuniones, charlas educativas y de observación. (XAVIER GARCIA)

Ya sea para caminar, trotar, observar las distintas especies que habitan allí o, simplemente, darse una escapada para relajarse, la Reserva Natural Humedal Punta Tuna reúne unos atributos inigualables que la convierten en uno de los espacios predilectos del público cuando visita el municipio de Maunabo.

Con 110 cuerdas de terreno y decenas de especies en peligro de extinción, protegidas de la contaminación y la destrucción de su hábitat, la reserva es el resultado del esfuerzo de un grupo de ciudadanos que impulsó iniciativas para proteger el lugar, promover el uso educativo de sus espacios y preservar su belleza.

“Aquí encontramos una biodiversidad típica de los manglares que en la actualidad es estudiada por variadas facultades universitarias y de escuelas primarias. Este logro de la comunidad es un triunfo para todo Puerto Rico, donde nos concentramos en un objetivo...”, explicó el doctor Pedro Manuel Torres Morales, presidente del Comité Pro Desarrollo de Maunabo (CPDM).

“Esta reserva es un buen ejemplo de la unidad de voluntades que a partir del 1998 vieron la necesidad de estudiar sobre el terreno, las repercusiones a corto y largo plazo de un desarrollo de viviendas a ubicarse en el humedal de Punta Tuna...”, destacó Torres Morales.

Lugar de recreación y conservación

La Reserva Natural Humedal Punta Tuna fue constituida oficialmente entre el 2005 y el 2008. Desde entonces es un lugar de reuniones, charlas educativas y de observación.

“Las personas disfrutan caminar por la reserva... Todo el que venga puede apreciar desde una perspectiva pacífica los diferentes tipos de mangles, las más de 55 aves que aquí habitan, las tortugas de mar que desovan en nuestras orillas, los jueyes, cangrejos ermitaños (cobos) y en especial un rodal del árbol de Cayur”, detalló.

La también conocida como ‘La joya escondida del sureste’, es la primera reserva natural que posee un sistema electrónico que le permite a la comunidad ciega conocer las descripciones del entorno inmediato.

La Casa Verde un centro autosustentable que, en medio de emergencias, sirve para brindar asistencia a los residentes de Maunabo.
La Casa Verde un centro autosustentable que, en medio de emergencias, sirve para brindar asistencia a los residentes de Maunabo. (XAVIER GARCIA)

La misión en Casa Verde

Pero, además de los encantos naturales que esconde la Reserva Natural Punta Tuna, este atractivo ecológico cuenta también con un espacio desde donde se organizan grandes esfuerzos de servicio comunitario.

Se trata de la Casa Verde un centro autosustentable que, en medio de emergencias, sirve para brindar asistencia a los residentes de Maunabo. El lugar fue habilitado por iniciativa del Comité Pro-Desarrollo de Maunabo.

“La reserva tiene un sinnúmero de casas que fueron construidas en la década de los 30; una de ellas es lo que es hoy la Casa Verde. En aquel entonces le pedimos al secretario de Recursos Naturales, Daniel Galán Kercadó, que nos permitiera usar esa estructura para reuniones porque antes de eso, el Comité Pro-Desarrollo de Maunabo se reunía todos los meses en las casas de nuestros compañeros; a raíz de esta petición empezamos a rehabilitar esa casa”, explicó Torres Morales.

Además de ser sede de la organización de base comunitaria, la Casa Verde se convierte en un centro de acopio en medio de emergencias, sirve de espacio para brindar talleres a la comunidad y, desde allí, se realizan diversas actividades para los maunabeños y para personas de todas partes de la Isla.

“En la época de María hicimos clínicas multifacéticas y repartimos víveres y suministros. También dimos talleres de cómo confeccionar mosquiteros y se hicieron más de 400 mosquiteros y se le regalaron a la gente. También se dan talleres de cómo es la manera correcta para almacenar alimentos en caso de emergencias”, contó Torres Morales.

“Hacemos actividades nocturnas, como observaciones del universo porque Punta Tuna es la primera reserva natural designada en Puerto Rico para la observación de los cielos oscuros”, destacó el maunabeño.

Faro de Maunabo

Otra de las atracciones turísticas que usted debe aprovechar en Punta Tuna es el El Faro de Maunabo, obra arquitectónica que forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos, desde 1981.

“El Faro de Punta Tuna fue construido a finales de la década de 1890 y entró en función el 18 de noviembre de 1892. Se utilizó la tecnología más avanzada de la época para su estructura y para el diseño de la lente amplificadora de luz. Surge de la necesidad de la época debido a la expansión comercial en Maunabo y para la importación y exportación de mercancía”, comentó Torres Morales.

Aunque está cerrado al público, sus espacios inmediatos pueden ser visitados, desde donde se puede apreciar parte de la isla de Vieques y la costa maunabeña.
Aunque está cerrado al público, sus espacios inmediatos pueden ser visitados, desde donde se puede apreciar parte de la isla de Vieques y la costa maunabeña. (WANDA LIZ VEGA)

En la actualidad y luego de los daños causados por los huracanes María (2017) y Fiona (2022), la estructura se encuentra cerrada al público, aunque sus espacios inmediatos pueden ser visitados desde donde se puede apreciar parte de la isla de Vieques y la costa maunabeña.

Sierra Pandura

La colindancia entre Yabucoa y Maunabo la determina el bosque subtropical de Sierra Pandura, también conocida como la ‘Cuchilla de Pandura’.

Se trata de un área protegida de 178 cuerdas de terreno que desciende desde la Sierra de Cayey y en la que se encuentran los cerros: Pandura, Sombrerito, Santa Elena hasta culminar su extensión en Punta Yeguas en el mar Caribe.

Su peculiar formación de monolitos y manantiales subterráneos, se deben a la presencia de unas inmensas rocas de granito -un cuerpo de origen volcánico de más de 90 millones de años, conocido como Bartolito de San Lorenzo- que, debido a la erosión, se han colocado prácticamente una sobre la otra, formando así unos espacios llamados guajonales. En el lugar, habita el coquí guajón, una especie endémica protegida por las leyes estatales y federales.

Otros lugares para visitar en Maunabo son la Playa Negra -con la arena compuesta en su mayoría por magnetita y oxidiana volcánica-, El Muelle de Maunabo y la Plaza Pública.

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