Caminar por las calles de Ponce resulta para muchos una fusión de historia, recreación y admiración por sus edificaciones y paisajes. Sin embargo, recorrer la ciudad bajo la guía del personal de Isla Caribe resulta en una excelente experiencia que maximiza la majestuosidad de la llamada “Perla del Sur”.

Los ponceños son orgullosos de su terruño y fue ese mismo sentimiento de amor que llevó a Melina Aguilar Colón a emprender en el 2017 con su propuesta de Isla Caribe, una pequeña empresa que busca dirigir a los turistas, locales o extranjeros, en sus visitas a la ciudad resaltando sus datos históricos y los lugares más emblemáticos.

Su experiencia laboral fuera de la isla la llevó a observar actividades que marcaban la diferencia en las visitas de los turistas, acción que intentó emular. “Yo he tenido la oportunidad de viajar a otros países y lo que vi en ellos era lo que quería para aquí. En nuestra ciudad hay mucha historia y yo quiero contar esa historia. Eso es Isla Caribe, una alternativa que busca guiar, contar y colaborar para incentivar la economía haciendo que más personas visiten nuestra ciudad”, dijo la joven que ostenta un Bachillerato en Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas.

En un inicio comenzó solo realizando caminatas por la ciudad y relatando la historia de los eventos que han marcado la memoria de los ponceños y de todo un país. Sin embargo, la acogida a esta iniciativa resultó en una expansión de los recorridos transformando Isla Caribe en una oportunidad de impacto de tres mercados diferentes: el turista local, el extranjero y el boricua en la diáspora. “De momento tenía mucha gente que me escribía desde los Estados Unidos, boricuas que llevan tiempo allá y que sus hijos no conocen de sus raíces”, comentó la microempresaria al asegurar que los recorridos virtuales se convirtieron en una gran alternativa durante el tiempo de la pandemia del COVID-19.

De hecho, durante este tiempo de restricción física, Isla Caribe evolucionó a las plataformas cibernéticas para continuar con los servicios de guía permitiendo que más personas y, de cualquier parte del mundo, pudieran acceder hasta la ciudad de Ponce a través de los recorridos organizados mediante un enlace que les permitía la experiencia; incluso por correo postal les enviaban una cajita con un surtido de productos de la ciudad. “Nosotros hacíamos el recorrido presencial y por medio del enlace le contestamos las preguntas y los hacíamos parte del mismo. Esto gustó mucho y tuvimos una acogida bien grande”, destacó.

Esta iniciativa virtual también fue acogida por muchas instituciones educativas quienes, tras dar el salto a las clases virtuales, integraron este servicio al currículo escolar. Entonces la agenda de Isla Caribe fue transformándose para, aun en medio de la pandemia, atender el crecimiento producido por la nostalgia de quienes residen en Europa, Asia o Estados Unidos.

Isla Caribe ha integrado una variedad de recorridos, cibernéticos y presenciales, ya sea caminando o en vehículo, dependiendo del interés del visitante. Las rutas varían según los requerimientos de los clientes. Algunos recorridos son temáticos, entre los que se destacan la Ruta del Café, donde se exalta la histórica industria cafetalera en Jayuya; la Ruta de las Mujeres, donde se reconoce la historia y legado de grandes mujeres puertorriqueñas caminando por el casco urbano de Ponce; la ruta Ron y Caña, un recorrido que resalta la industria del ron y de la caña de azúcar en el sur; la ruta Don Pedro Albizu, un vistazo a la vida del prócer y el más solicitado caminando por Ponce.

Ha sido este último el que a diario dirigen desde el punto de encuentro para iniciar los recorridos, la Tienda Utopía, que ofrece artesanías locales y exquisito café; una cómoda estancia mientras se espera por el inicio de esta aventura.

Desde ese simbólico lugar se iniciaron dos recorridos, en los que participó este diario, uno en español y otro en inglés. Cada uno guiaba a cerca de 10 personas en su caminata por la ciudad. Su primera parada, la histórica Plaza de las Delicias, que reúne en sus alrededores la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe y sus más de 300 años de historia, el legendario Parque de Bombas y las llamativas fuentes de los leones, símbolo de la Perla del Sur.

El recorrido se extendió por las calles aledañas hasta llegar a la Casa de la Masacre, una estructura que aunque se encuentra afectada y en proceso de reconstrucción tras el impacto de los terremotos de enero del 2021, sigue siendo uno de los lugares más interesantes para los visitantes. De ahí continuaron al Centro Cultural Carmen Solá de Pereira, el Paseo de la Salsa José Cheo Feliciano y la legendaria Plaza del Mercado, donde se fusiona el sabor de la cocina caribeña, con la faena de los vianderos, la suerte que prometen los billeteros, los servicios de costura, confección de bizcochos y artesanías.

Durante este caminar por la ciudad, que toma de dos horas a dos horas y media, los visitantes pueden admirar la arquitectura característica de la fundación y desarrollo de la ciudad. La ruta culmina en el punto de encuentro, donde los visitantes pueden degustar un buen café, admirar las fotos enmarcadas en la pared que evidencian cada punto del recorrido; o hacer una pausa para refrescarse del calor ponceño.

Otros recorridos solicitados se realizan en vehículo hasta lugares como el Castillo Serrallés, el Museo de Arte de Ponce, la Central Mercedita y el Centro recreativo y cultural La Guancha en Ponce.

El éxito de Isla Caribe ha sido tan notable que han expandido sus recorridos a otros municipios como Utuado, Jayuya, Yauco, Lares, San Germán y San Juan. Para información adicional, puede acceder: www.islacaribetours.com.