![](https://www.elnuevodia.com/resizer/v2/Y7ORV5GPOVCHLKUFP4KX372FXI.jpg?auth=7f36a13bb2ade6e40bc8a67095043e055f7508573b3d57da3afc3839e4bf46f7&quality=75&width=829&focal=3051%2C1079)
![](https://www.elnuevodia.com/resizer/v2/Y7ORV5GPOVCHLKUFP4KX372FXI.jpg?auth=7f36a13bb2ade6e40bc8a67095043e055f7508573b3d57da3afc3839e4bf46f7&quality=75&width=829&focal=3051%2C1079)
13 de febrero de 2025 - 2:35 PM
Era la época de James Carter y Gary Voce en los Brujos de Guayama, desaparecida franquicia del Baloncesto Superior Nacional (BSN), que durante las décadas de los 80 y 90 vivió tal vez su mejor época en el circuito.
Y allí, cada verano Eric Pérez pasaba temporadas en casa de su abuela, por lo que recuerda las veces que paseaba en bicicleta junto con amigos, y llegaban hasta el complejo de apartamentos donde se hospedaban varios de los jugadores de la franquicia sureña.
Ese en realidad fue el primer nexo que tuvo con el baloncesto, deporte que nunca jugó, el hoy apoderado de los Vaqueros de Bayamón en el BSN, mejor conocido en la industria de la música urbana como Eric Duars.
El productor musical y dueño fundador de Duars Entertainment, sello que representa a varios exponentes del género urbano, no se canta precisamente como un fiebrú, pero su afición por los juegos del BSN, y sus viajes constantes a Estados Unidos para ver partidos de la NBA, incluyendo de su equipo favorito los Celtics de Boston, ponen en evidencia que sí es un seguidor acérrimo del deporte. Y esa afición incluye el béisbol de Grandes Ligas, en el que sigue a los Dodgers de Los Ángeles.
Así que, en el argot deportivo de la calle, está ‘montao’ con dos campeones vigentes en dos de las principales ligas deportivas de Estados Unidos, pero en Puerto Rico tiene el reto como nuevo apoderado de los Vaqueros, de devolver a la ruta ganadora a la franquicia que tiene el liderato en títulos conquistados en la historia del BSN con 16.
Pérez entró a la matrícula de tenedores de franquicia del BSN en la parte final de 2024, durante el periodo muerto, al comprar los derechos del club al exjugador de Grandes Ligas, Yadier Molina, quien por cinco temporadas y con su agente Melvin Román de socio, guió a Bayamón a la conquista de dos campeonatos, el primero en 2020 en la ‘burbuja’ durante la pandemia, y el segundo en 2022.
En ese periodo fueron a tres series finales, la última en 2023, que perdieron ante los Gigantes de Carolina, franquicia a la que Eric Duars estuvo asociado ayudando en la parte del espectáculo, aunque no ocupando un cargo oficial.
Ahora, como mandamás de los Vaqueros, luego de su aprobación el 13 de diciembre por el comité de nuevos apoderados del BSN, Pérez enfrenta un reto mayúsculo: devolverle el brillo a una franquicia con una exigente fanaticada acostumbrada a ganar, y que en 2024 tuvo una desastrosa actuación con récord de 10-24, para llegar última en la Sección B y quedarse fuera de la postemporada por primera vez en más de una década.
Fue una campaña con más bajas que altas, al tiempo que figuras importantes en los campeonatos conquistados en 2020 y 2022 salieron del equipo, como el armador Ángel Rodríguez y el delantero y pívot Ysmael Romero. Antes del inicio del torneo 2024 también se desprendieron de los servicios de Benito Santiago, Jr.
Ahora, de la mano de una nueva gerencia encabezada por Pérez y el coapoderado y exjugador del BSN y la NBA, Carlos Arroyo, el equipo tiene a varios canasteros de renombre y los Vaqueros vuelven a contar con una plantilla que en el papel luce competitiva.
Contraron a dos refuerzos con vasta experiencia en la NBA como Danilo Gallinari y JaVale McGee.
Y su elenco nativo incluye al base Gary Browne, a los escoltas Stephen Thompson Jr., Javier Mojica y Raymond Cintrón, y a los delanteros Jordan Cintrón y Luis “Pelacoco” Hernández.
Así las cosas, Pérez asumió el reto y dice sentirse con la responsabilidad de seguir haciendo un trabajo de altura como lo demostró la administración de Yadier Molina.
Sobre su relación con Arroyo, quien admite es ‘el culpable’ de que él se haya involucrado en el BSN, su planes con los Vaqueros y su visión de la liga, entre otros temas, el nuevo apoderado conversó con El Nuevo Día un día antes del inicio de las prácticas de su equipo este viernes, de cara a la campaña 2025 programada para arrancar el 15 de marzo.
¿Cómo surge tu interés por el baloncesto y en particular el BSN?
—El deporte siempre estuvo en mis planes cuando empecé en el mundo del entretenimiento. Creo que va de la mano, el deporte con el entretenimiento. Y pues ya, hace como 16 o 17 años empecé a trabajar con Carlos Arroyo ciertos proyectos, y obviamente a conocer más del deporte. Siempre me incliné por trabajar quizás una agencia de deportes con él. Esa era como que la visión que tuvimos en un momento dado. Luego de ahí pudimos trabajar otros proyectos con peloteros, desarrollamos actividades también para las fundaciones de muchos atletas, y en el 2021 nos llega la primera oportunidad de trabajar con el BSN, de interesarnos por una franquicia. Lo trajo uno de mis compañeros, en ese momento nos interesamos, pero no lo vimos como prioridad. Lo vimos para más adelante. Colaboramos con Carolina el año que quedó campeón, tratando de hacer un ‘merge’ entre música y deporte.
Luego el año pasado, ayudamos a otras franquicias de la liga, dándole ese ‘insight’ de entretenimiento y convertirlo más en un espectáculo. Siempre vi que era un gran escenario, para hacer un espectáculo, por la gran cantidad de gente que te visita y cómo lo puedes mezclar. Luego de ahí surge la oportunidad de Ponce. Tuve negociaciones con la franquicia de los Leones de Ponce, y un día me llama Carlos y me dice, ‘no sé si te interesa, pero hay una oportunidad (de comprar) en Bayamón. Lo analizamos, y la realidad del caso es que siento que conseguí la persona correcta para entrar en el mundo del BSN más de lleno.
¿O sea que es Carlos el culpable, e imagino que esa relación de él contigo comenzó por la afición de él con la música urbana?
—Es Carlos el culpable; es correcto. Empezó por la música, pero también empezó por otras cosas que él estaba interesado. Carlos siempre ha tenido esta visión de superestrella en la cancha y fuera de la cancha. También tiene un compromiso social que mucha gente no conoce. Le gusta mucho fomentar el deporte y ayudar a la gente joven, y pues ahí coincidimos en el pensamiento.
¿No tenías nada de atlético, o sí jugabas baloncesto aunque fuera en la calle?
—No, atleta nunca fui. Nada.
¿Quiere decir que tu interés siempre fue la música?
—Desde joven siempre fue la música y el entretenimiento.
¿Cómo te inicias en la música? Porque recordamos la época del ‘underground’ que comenzó con los ‘cassettes’, pero luces más de esta época… ¿qué edad tienes?
—Tengo más de 40 (ríe).
¿Pues quiere decir que no estás tan lejos de esa época?
—No, no. Yo empecé en V.I. Music para el 2004. Y todavía bregábamos con los ‘CD’. Empacábamos CD allí en la Distribuidora Aponte. Empecé ahí porque me dio la oportunidad Mario VI. Me ayudó un día para que lo ayudara a hacer diferentes cosas, y de entrar coordinando horarios de estudio, limpiando, y comprando almuerzos, fui poco a poco escalando. Aprendí de todo en la industria. Sé desde cómo se hace una grabación, cómo promoverlo, empaque, ‘marketing’, lo que es trabajar con la radio. Pasé por todas las etapas.
Dices que colaboraste con Carolina y que tuviste negociaciones con Ponce. ¿Era con la idea de comprar la franquicia?
—Carolina trabajamos como ‘sponsor’. Era más un proyecto más de música y deporte. Luego estuve asesorando otra franquicia, y entonces luego empiezo negociaciones con Ponce. Mi familia es de Guayama y vi una oportunidad ‘super cool’. Pero Carlos me llamó un día con lo de Bayamón. Conocí a Melvin y a Yadier, y lo hicieron tan ‘easy going’, lo hicieron tan bien, que no había manera de dejar pasar la oportunidad. Ya en el 2023 estábamos decididos a tener una franquicia.
¿Tenías algún equipo que siguieras siendo jovencito?
—Sí, Guayama. Iba allí a la (cancha) Roque Nido. Mi familia es natural de allá. Los veranos, los ‘weekends’ y en Semana Santa, mi abuela me cuidaba a mí y a un primo mío en la casa de ella. Nos llevaban para allá (la cancha), pues era lo único que había para hacer allí. No estaba ni el ‘mall’, ni cine ni nada. Estudié en Carolina, pero me desarrollé bastante allí en Guayama. Luego de ahí apoyé a Carolina cuando regresó (al BSN), fui abonado de Santurce a la misma vez, y con Caguas el año pasado estuve cerquita toda la temporada.
Entonces sí eres un fiebrú del baloncesto.
—Sí, la realidad del caso es que no jugué pero sí siempre he seguido el deporte de cerca. Fui a la final de Boston el año pasado, que quedó campeón. Fui a las Olimpiadas y no solo vi baloncesto, vi a Delerme (Ayden Owens, en el decatlón), a Camacho-Quinn (Jasmine), vi natación. Por año puedo visitarme de 20 a 22 partidos de NBA y los veo. He ido a todos los estadios de béisbol que te puedas imaginar. He ido al Super Bowl.
Entras al BSN en un periodo activo por las controversias, por el debate del cambio de formato de postemporada, la regla de los tres refuerzos y otros. ¿Cómo tomas eso?
—La realidad que ninguno de esos fue de nosotros. Ya venía de la administración pasada, y cuando entras, tienes que responsablemente orientarte. Y con la orientación ver qué decisión tomar. Pero mi postura sobre eso, no es necesaria en este momento.
¿Como parte de esta nueva gerencia, piensas estar tras bastidores y vas a delegar, o vas a estar de lleno en la operación, yendo a reuniones de apoderados y todo lo demás?
—En las reuniones de la liga voy a estar presente como apoderado. Tengo una visión y unas metas con el equipo y con la liga que me gustaría poco a poco ir llevando a cabo. Pero en la cancha mandan ellos. En la cancha manda Christian Dalmau y su cuerpo técnico.
¿Qué me dices de ese equipo de técnicos y gerenciales? Arroyo, Dalmau, Wilfredo Pagán, Alfredo Morales… han armado un ‘dream team’.
—También Jorge Rincón, Larry Ayuso… pues mano la oportunidad está ahí; hay que aprovecharla. Entiendo que si lo vas a hacer, hay que hacerlo bien.
¿Cuál es tu visión, qué te gustaría hacer?
—El desarrollo más digital de la liga. El alcance que pueda tener. Quizás otros mercados se interesen en ver nuestro producto a través del YouTube, de podcasts que se puedan desarrollar. La exposición que van a tener los (jugadores) puertorriqueños, no solo los que nacieron y se criaron aquí. Las circunstancias de muchas familias los ha obligado a irse de aquí, pero por eso no dejan de ser puertorriqueños. Pienso que ese puertorriqueño viene y juega aquí, se lleva un poquito de Puerto Rico a su nicho y fomenta la cultura puertorriqueña. Ver la representación y la banderita por un lado, eso siempre ayuda. Eso nos da visibilidad y la gente (afuera) va a poder ver no solamente la cancha, van a poder ver quizás un pueblo, y quizás dicen, ‘déjame ir a Puerto Rico, voy un ‘weekend’, aprovecho y veo un concierto, visito la familia, voy a un juego.
¿Llegas a Bayamón, y qué nuevo se puede hacer para una franquicia que ha sido tan exitosa?
—Bayamón era la franquicia con la vara más alta. No solo la franquicia, el municipio, el alcalde, la fanaticada. Pienso que en el proceso tenemos que ganar juegos. Eso es lo primero. Esa es la meta. Pero tenemos que ir asimilando lo que hicieron las demás administraciones, y ver qué oportunidad de mejoría hay. Identificar oportunidades. Eso lo vamos a ver en el ‘field’. Todavía estamos en lo administrativo.
¿Cómo te sientes con la plantilla que han armado?
—Cuando Carlos (Arroyo) y yo nos sentamos con el ‘staff’ para la confección del equipo, queríamos traer experiencia, habilidad y conocimiento. Porque cuando entras a los ‘playoffs’ necesitas jugadores con una gran experiencia para ganar ese tipo de juegos, pero tienes que tener también piezas jóvenes y jugadores que te lleven allá. Estamos supercontentos con el equipo, no solo con los refuerzos, que vienen y van. El grupo de nativos para nosotros es superimportante.
Gary Browne llegó en cambio desde Guaynabo, donde apenas jugó en 2024 por las lesiones. ¿Está listo; va a estar con ustedes desde el primer día?
—Se van a sorprender con Gary. Él es el point guard. Las prácticas comienzan mañana (viernes). Christian es el que toma la decisión si empieza, si no empieza, cuándo entra. Pero está ahí y es nuestro ‘point guard’.
¿Entonces, cuál dirías que es tu misión con el equipo, más allá de que me digas que es ganar el campeonato?
-Pues Bayamón, con el equipo de los Vaqueros en el masculino, el campeonato. Ahora, ¿Eric Pérez en el Municipio de Bayamón? Traer otros equipos, otras franquicias quizás en el Baloncesto Superior Nacional Femenino, traer voleibol, trabajar con las ligas pequeñas de baloncesto; ya estamos con los novicios. Yo no entré para trabajar en un equipo Superior que es el que goza ahora de todo lo que la gente puede ver. Realmente es un proyecto deportivo. Eran mis planes después de estar mucho tiempo en la música. Entrar ‘full’ al deporte en Puerto Rico.
Las noticias explicadas de forma sencilla y directa para entender lo más importante del día.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: