A sus 23 años de edad, el pívot George Conditt siente que aún puede desarrollar más su juego en beneficio no solo de su carrera, sino también de la Selección Nacional.

Conditt, con varias experiencias como parte del programa nacional desde su etapa de juvenil en el Campeonato Continental Sub-18 de la FIBA Américas en 2018, podría considerarse casi un veterano a pesar de su edad.

El también centro de los vigentes campeones del Baloncesto Superior Nacional, Gigantes de Carolina, lleva con la Selección Nacional adulta hace más de un lustro, e incluso ya estuvo en la misma posición que estará a principios de julio cuando los boricuas buscarán el único boleto disponible para París 2024 en el Repechaje Olímpico que se efectuará en el Coliseo de Puerto Rico del 2 al 7 de julio.

Conditt fue uno de los 12 en 2020 cuando el Equipo Nacional falló por cuarta ocasión consecutiva en clasificar para el baloncesto de unas Olimpiadas. La última vez que Puerto Rico jugó en el básquet masculino de Juegos Olímpicos fue para Atenas 2004, cuando el actual gerente general del combinado, Carlos Arroyo, era todavía un jugador activo.

En 2020, en Serbia, Conditt era apenas un novato en esas lides a nivel internacional con el equipo adulto. Esta vez, ya tiene un marco de referencia, con la ventaja de que en esta ocasión jugará como local en el Coliseo de Puerto Rico.

La Selección Nacional será uno de seis equipos en el Repechaje. Puerto Rico jugará en el Grupo B contra Italia y Bahréin. En el Grupo A estarán Lituania, México y Costa de Marfil.

De cara a la crucial cita, Conditt siente que está listo para demostrar cuánto ha evolucionado su juego desde aquel torneo en Serbia.

“Siento que he cambiado un poco más agresivamente en la ofensiva. He añadido algunas cosas a mi juego. La flotadora, el tiro brincado a media distancia por el cristal. He tratado de desarrollar eso para ser el jugador que necesito ser para este equipo”, dijo Conditt el jueves en un encuentro con varios medios del país previo a la sesión de práctica del Equipo Nacional en el Coliseo Roberto Clemente.

“Pero, en general, todavía necesito ser la misma persona que fui desde el principio porque este equipo necesita defensa, este equipo necesita a alguien que pueda ser su hombre grande”.

Sobre ese particular, Conditt destacó y agradeció la ayuda que ha tenido de parte del otrora centro de la Selección, y considerado por muchos entendidos como el jugador más completo que haya tenido Puerto Rico en las canchas internacionales, José “Piculín” Ortiz.

Ortiz, miembro del Salón de la Fama del baloncesto de la FIBA, ha tenido varios encuentros con Conditt en los que le ha dado algunos consejos prácticos para aprovechar su estatura en el juego de la pintura. Y parte de las enseñanzas han incluido el tiro contra el cristal que tanto identificó a Ortiz.

“Él es el GOAT (acrónimo en inglés de el más grande de todos los tiempos). El tiempo que pasé con él fue genial. Realmente aprendí mucho en cuanto a ser decidido sobre lo que quiero hacer cuando reciba el balón. Entender que no puedo decidirme antes de recibir la pelota. Simplemente tengo que jugar libremente y aceptar lo que me da la defensa. Entonces, si alguien retrocede, está bien, dispara”, analizó el espigado jugador.

“Si te presionan, está bien, pasa por delante de ellos. Hay tantas cosas que él me ha enseñado, las pequeñas cosas que surgen del trabajo dentro del área del bloque, que definitivamente me ayudarán”.