La aprobación de la publicista Claudia Zorrilla como nueva apoderada de las campeonas Gigantes de Carolina, la creación de un nuevo tope salarial para hacer justicia a las jugadoras, y el aumento en la matrícula de equipos lucen como señales de que el Baloncesto Superior Nacional Femenino (BSNF) está en crecimiento, pero sus directivos están listos para ir por más.

Zorrilla es la única mujer en la actualidad a cargo de una franquicia en el BSNF. Y al igual que ha ocurrido ya en el deporte masculino, particularmente en el BSN, dos figuras del mundo artístico entraron también al BSNF para esta campaña. La cantautora Kany García fue anunciada en agosto como coapoderada de las propias Gigantes, mientras que el intérprete urbano Lenny Tavárez entró en la misma función con las Montañeras de Morovis.

De otra parte, la junta directiva aprobó una nueva franquicia para este año en las Atléticas de San Germán, y ese solo es un preámbulo de una nueva expansión que esperan lograr a partir de 2025.

Mientras el tope salarial aprobado en abril aumentó hasta $16,000 en el caso de jugadoras elites.

De acuerdo a Luis Gabriel Miranda, presidente del BSNF, se espera que uno o dos equipos más se añadan la próxima campaña, pero el director de torneo, Fernando Quiñones, resaltó que hay conversaciones con hasta tres grupos interesados en adquirir franquicias nuevas para hacer su entrada al circuito femenino.

El BSNF ya arrancó su temporada 2024 que marca el 50 aniversario del inicio de la liga en 1974. Este año los nueve equipos participantes son Carolina, Manatí, Santurce, Isabela, Lares, Morovis, Hatillo, Moca, y San Germán, en cuyo caso se trata de un regreso como franquicia de expansión aunque en el pasado hubo equipo en esa plaza.

“Creo que esa mezcla del balance competitivo con la regla de las tres refuerzos, más aumentar los equipos para mayor participación de nativas, ha creado un balance bien bueno. En las ligas profesionales siempre van a haber (el equivalente a) unos Yankees. Pero esta liga se ha mantenido todo el tiempo con los equipos hasta la última noche peleando la clasificación y estoy seguro que este año va a pasar lo mismo”, dijo en entrevista con El Nuevo Día el presidente de la liga, Miranda.

Miranda, quien también ha laborado por años en el torneo masculino como directivo de equipo, aseguró que hay suficiente talento en el baloncesto femenino como para seguir expandiendo la liga.

“Está subiendo mucho talento. Hay muchas jugadoras que no jugaban en la liga cuando salían de la universidad, porque habían pocos equipos, y decían, ‘no voy para allá a jugar pocos minutos’. En el femenino, todavía algunas jugadoras trabajan. Es una mezcla de cosas”, dijo Miranda.

“Pero si nosotros logramos llegar al este y al sur, que por ahí vamos, pues ya van a haber jugadoras que salen de la universidad y van a continuar jugando. Van a tener una exposición mejor, mucha oportunidad para poder salir afuera a jugar, porque van a poder tal vez hacer los números necesarios y la participación necesaria para poder salir a Europa, a México. Esto sigue globalizándose. Y cada día van a haber más importadas jugando en diferentes partes del mundo”, analizó Miranda.

Plazas como Ponce, Fajardo y Caguas, son algunas de las que la liga le está poniendo el ojo, e incluso, en las que ha iniciado gestiones.

“Ponce es un lugar que estamos trabajando. Del área este me gustarían Fajardo y Caguas. Lugares donde hay espacio enorme. Son los lugares donde vamos a ir tocando base y ya estamos tocando base”, señaló Miranda sobre las zonas donde hay grupos en conversaciones con la liga para explorar su posible entrada.

Ponce, al igual que San Germán, también tuvo equipo en el pasado e incluso ganó campeonatos en 1997 y 2013.

Contrario a lo que podría pensarse, de que no haya suficiente talento en la rama femenina para que surjan más franquicias, Miranda, así como Quiñones dan fe del crecimiento que ha tenido el básquet de mujeres desde las categorías menores.

“Hay taller. Siempre trato de venderle la idea a los apoderados de que si bajamos los rosters a 12, como ya hay tres refuerzos con nueve nativas, eso aumenta la posibilidad de que más nativas se añadan y aumente la cantidad de equipos”, señaló Miranda.

El director del torneo, Quiñones, quien también ejerció la misma función en el BSN y luego presidió dicha liga masculina, explicó más en detalle por qué el BSNF está considerando aumentar su matrícula hasta una docena de franquicias y de dónde entienden que saldrán las jugadoras para llenar esas plantillas.

“Una de las primeras razones que ayudaron a que entraran unas jugadoras nuevas es que la franquicia que acabamos de añadir, San Germán, está en un área donde no teníamos equipo y donde sí hay jugadoras. Estamos mirando hacia el área de Ponce y de Juana Díaz también, para otra franquicia. Ahí hay muchas jugadoras y muy buenas categorías menores. Ahora mismo hay un montón de talento disponible que simplemente no tiene un taller cerca. Aparte de eso, siguen saliendo buenas jugadoras, tanto de las categorías menores, como de la LAI, y de la NCAA. Así que el talento está ahí. Ahora tenemos que hacer el trabajo para crear el taller para ellas”, reconoció Quiñones.

Dijo que, a su vez, el aumento de equipos tendría el efecto de prolongar el torneo con más juegos, y redundaría en un beneficio económico a mediano y largo plazo.

“Hay mucho interés de gente que quiere entrar con franquicias nuevas. Y ahora mismo estamos hablando con tres grupos que tienen interés. Así que si eso pasara, y aun si dejara simplemente dos juegos contra cada rival, aumentaría de 16 a 22 juegos”, dijo Quiñones.

“Tenemos que sentarnos ahora a ver qué podemos hacer en cuanto a los compromisos de la Selección el año que viene. Hay que mirar esas fechas bien para ver cuándo sería la mejor fecha (de inicio del torneo). Pero nuestra intención es que eventualmente el torneo femenino siga creciendo en términos de tiempo porque eso le da más exposición, te da más oportunidad de vender más auspicios, hay más juegos de televisión y le da más descanso a las jugadoras. Es ese balance entre los compromisos de la Selección y la liga”, indicó Quiñones.

El director de torneo cree que a largo plazo todo esto beneficiará aun más a las jugadoras en el aspecto económico pues considera que el actual tope salarial es solo un paso de avance, pero no es suficiente.

“Si podemos expandirlo, pues eventualmente hay oportunidad de que haya mayor crecimiento, sobre todo para la parte económica. Los cambios de este año del tope salarial, hacían falta y son superjustos, pero no es suficiente todavía. Queremos que la liga siga creciendo en el aspecto económico y que pueda seguir generando más ingresos, para que esto sea solo el primer aumento a las escalas salariales. Queremos que esta (liga) sea buena alternativa para ellas y que puedan dedicarse a jugar baloncesto. Esto es lo que quisiéramos”, expresó Quiñones.

Miranda, por su lado, subrayó lo importante que ha sido por dos ciclos olímpicos, que la mayoría de las canasteras de la Selección Nacional digan presente también en el torneo local. Cree que es parte de la fórmula que hay que seguir explotando para abonar al crecimiento del circuito femenino.

Tayra Meléndez volvió para esta campaña con las Gigantes, tras jugar en los Juegos Olímpicos París 2024, así como Pamela Rosado con Morovis.

Jacqueline Benítez (Manatí), Brianna Jones (Santurce), India Pagán (Manatí), Isalys Quiñones (Moca), Sofía Roma (Hatillo) y Mariah Pérez (Lares) completan el grupo de olímpicas que están jugando en este torneo.

“Estamos tratando de capitalizar que la gente conozca que esas jugadoras representan unos pueblos y unos equipos de la liga. Y creo que esa interacción y ese apoyo mutuo entre el Equipo Nacional y la liga nos ha dado resultado. Ya la gente las conoce más, y hay otras que son del programa también. Las refuerzos son de alto nivel; refuerzos que han jugado en la WNBA, en Europa... Algunas salen directo de la WNBA a Puerto Rico para jugar y prepararse para luego seguir en otras ligas, a diferencia del masculino (BSN), que esos jugadores tal vez no pueden participar”, resaltó Miranda, como una de las ventajas del BSNF.

La liga femenina está jugando con tres jugadoras importadas por equipo.