Indianápolis - La entrenadora del Fever de Indiana, Christie Sides, durmió durante el histórico momento decisivo de la temporada para su equipo, que se clasificó para los playoffs, el martes por la noche. La base novata Caitlin Clark vio el partido decisivo y luego se fue a dormir.

Para el equipo más atractivo de la WNBA, el fin de una sequía de siete años sin jugar en los playoffs, en una noche en la que la estrella novata no jugó, pareció poco ceremonioso.

El miércoles por la mañana, el mundo de las Fever cambió. El equipo se acaba de convertir en el favorito de la ciudad de Indianápolis luego de haber sufrido siete temporadas consecutivas de derrotas, de haber ganado solo 30 partidos en los cuatro años anteriores y de haber comenzado esta temporada con un récord de 1-8.

“Normalmente me voy a la cama a las 9:30 o 10:00 de la noche, pero programé mi alarma para que sonara a medianoche para despertarme y simplemente la apagué. Ni siquiera miré”, dijo Sides. “Así que esta mañana me desperté con algunos mensajes de texto realmente increíbles”.

Las derrotas de Chicago y Atlanta le dieron al Fever su primera participación en la postemporada desde que Tamika Catchings se retiró en 2016, incluso si Sides quería que solo uno de esos equipos ganara para que las Fever pudieran asegurarlo en su cancha local en otro casi lleno total.

Aun así, nadie estaba demasiado molesto, y los fanáticos todavía tenían mucho que celebrar el miércoles por la noche cuando Indiana venció a Los Ángeles 93-86 gracias a un triple-doble de Clark , quien también se convirtió en la jugadora que más rápido alcanza los 100 triples en la historia de la WNBA en una temporada (ahora tiene 102).

Durante los calentamientos previos al juego, se podían encontrar sonrisas radiantes en los rostros de todos: Clark, la exestrella de Iowa que ha llevado el baloncesto femenino a alturas sin precedentes; Kelsey Mitchell, la veterana de siete años que finalmente tendrá su primera experiencia en el baloncesto de playoffs; y especialmente Sides, quien el miércoles fue nombrada entrenadora del mes de la WNBA, una novedad para las Fever.

Si bien este fue el objetivo desde el momento en que Indiana seleccionó a Clark con la primera selección general, nunca fue algo fácil.

“Definitivamente, genial”, dijo Clark, quien arrasó con los premios de la liga para la Jugadora del Mes y Novata del Mes. “Para nosotros, ni siquiera tiene que haber un límite de tiempo, y creo que eso es especial. Puedes relajarte, jugar al baloncesto y divertirte mucho. Sí, lo logramos, pero todavía queda mucho más por hacer”.

No es solo Clark quien se da cuenta de lo que es posible.

La escolta Erica Wheeler apareció en cuatro partidos de playoffs durante sus dos primeras temporadas en la WNBA y necesitó ocho más para volver. Ha pasado tanto tiempo que el formato de los playoffs ha cambiado, al igual que su papel: jugar detrás de Clark.

Pero como una de las cuatro jugadoras del Fever con experiencia en postemporada, puede aportar una perspectiva importante.

“El trabajo no ha terminado”, dijo Wheeler. “Todavía tenemos seis o siete partidos más y no podemos pensar en el futuro de esa manera. Como soy una veterana, lo sé a ciencia cierta. Así que para mí, no es momento de pensar en los playoffs. Nos quedan siete partidos”.

Hace apenas tres meses, la postemporada parecía poco probable.

Un calendario brutal al comienzo del año, junto con el hecho de que Clark comenzara su carrera profesional apenas cinco semanas después de completar un calendario universitario de 39 partidos, contribuyeron a los problemas iniciales de Indiana. El receso olímpico le dio a Clark un respiro muy necesario y a un equipo joven tiempo para descubrir cómo cuajar.

Desde el 1 de junio, Indiana tiene un récord de 17-8 y ha ganado a cada uno de los tres mejores equipos de la liga (Nueva York, Minnesota y Connecticut) junto con una barrida de tres juegos en la temporada ante Phoenix, todo ello mientras detenía en 189 la racha más larga de la liga de juegos consecutivos jugados con un récord perdedor.

“Logramos mantenernos unidas y ellas se concentraron en las cosas de las que siempre hablamos: crear buenos hábitos, esfuerzo incansable, unión y fortaleza”, dijo Sides. “Nos concentramos en esas cosas y eso es lo que importaba”.

Tener a Clark tampoco estuvo mal.

Clark sigue siendo la atracción principal de la liga, atrayendo sistemáticamente multitudes que agotan las entradas y grandes audiencias televisivas a nivel nacional. Business Insider informó recientemente que los precios de las entradas en el mercado secundario de este año casi se habían duplicado en comparación con el año anterior, antes del receso olímpico.

Indiana también lidera la liga en asistencia como local, como visitante y en general, y las Fever han aparecido en cada una de las 13 transmisiones con mayor audiencia este año. Es fácil imaginar grandes audiencias si Clark se enfrenta a la novata Angel Reese, de Chicago, que ha batido récords, a las estrellas establecidas Diana Taurasi y Brittney Griner, de Phoenix, o a Sabrina Ionescu y Breanna Stewart, de Nueva York, en una serie de playoffs.

Indiana tiene un récord de 9-2 en sus últimos 11 partidos, el mejor de la liga. Y con cinco partidos más en casa y un final de temporada regular en Washington, las Fever podrían causarles noches de insomnio a los mejores equipos de la WNBA.

“Es definitivamente un gran momento para este lugar, pero al mismo tiempo, llegué con la expectativa de que esto iba a suceder”, dijo Clark. “Para mí, esto no es una fiesta. Es genial, siento que es un gran logro, pero todavía queda mucho más por hacer. Sí, llegamos a los playoffs, pero no estoy feliz solo de estar en los playoffs. Creo que tenemos el tipo de equipo que puede avanzar jugando un partido a la vez”.