Manatí - El ambiente de fiesta llegaba hasta los aledaños del camerino visitante al filo de la medianoche del martes, luego de la victoria en doble tiempo extra por 122-121 de los Criollos de Caguas sobre los Osos de Manatí, durante el sexto juego de la final del Baloncesto Superior Nacional (BSN).

Los Criollos volvieron a ganar en la carretera y forzaron la celebración de un séptimo y decisivo encuentro a efectuarse este viernes en su casa.

“Sientan la presión, sientan la presión”, coreaban decenas de fanáticos con pancartas en los pasillos del Coliseo Juan Aubín Cruz Abreu, que vio como el quinteto cagüeño dejaba vestidos y alborotados a los Osos, que tenían tarima montada y lista en caso de que ganaran el campeonato en casa.

“Uno más y no jode... más puñ...”, proseguía la fanaticada criolla. Acto seguido, algunos jugadores salían poco a poco a saludar y festejar con los suyos.

Desde el camerino, el dirigente Wilhelmus Caanen elogiaba con el mismo cariño de un padre a sus hijos otra nueva e imponente remontada de sus pupilos.

“Hemos sido el mismo grupo toda la temporada que, durante la adversidad, siempre prevalece”, expresó Caanen en un aparte con la prensa. “Hemos apostado a nuestra mejor versión. Nadie puede poner en duda la resiliencia de este grupo”, agregó.

Cuando parecía que los Osos conquistarían el primer título de su historia en la liga, el armador rival Travis Trice volvió a atinar un importante triple en el cuarto parcial que envió el choque a tiempo extra.

Y como si uno no fuese suficiente, ambos equipos provocaron una segunda y dramática prórroga, que terminó con el panameño Akil Mitchell encestando dos tiros libres restando seis segundos para sentenciar el duelo. Previo a eso, Mitchell había fallado dos tiros libres en el primer tiempo extra.

“Hay que tenerlos bien puestos”, sostuvo Caanen sobre Mitchell. “Cualquier jugador que no tuviese el coraje que él tiene, se hubiese desmoronado mentalmente. Pero el juego le trajo de vuelta los canastos clave. Eso es un toque para muchos jóvenes del baloncesto y deporte que, a veces se frustran, pero que no se atreven a seguir intentándolo. Mitchell es el eje de nuestra defensa”, añadió el estratega.

El séptimo juego de la final se llevará a cabo el viernes en el Coliseo Roger Mendoza. Allí, los Criollos no han ganado en esta final con 0-3.

“Me quito el sombrero ante Manatí. Me encanta ver su cancha llena. En un momento por mi mente pasó: ¿De verdad merecemos que se acabe todo esto así? Pero nos repusimos. Hay que resaltar la mentalidad de este equipo”, destacó Caanen.

Trice, que parecía iba encaminado a una mala noche ofensiva, se puso a los Criollos nuevamente a sus espaldas cuando las millas contaban, y terminó con 32 puntos y seis asistencias. Le siguió Mitchell con 25 tantos, 14 rebotes y tres bloqueos, mientras que Louis King aportó 23 unidades y 12 rebotes.

“Dejaremos todo en la cancha en el séptimo juego en casa”, dijo por su lado Trice. “Tenemos que jugar duro, enfocados y agresivos. Siempre trato de hacer la jugada correcta. Confío mucho en mis compañeros de equipo. Y ellos en mí... Por eso estamos aquí: somos una familia”, matizó el también Jugador Más Valioso de la serie regular.

Desde el banco, el base Christian “Cuco” López logró 11 puntos y dos asistencias. Tiró de 4-4 de campo.

“No nos vamos a quitar, mucho menos contra la adversidad. Hemos sido enfáticos en eso. Estamos completos por fin. No hay excusas para nosotros. El que más lo quiera, ese se llevará el Juego 7 el viernes. La madre del que se quite. Eso es lo único que voy a decir”, sentenció López a El Nuevo Día.