Luego de estar abajo 3-0 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante su acérrimo rival Yankees de Nueva York, los Red Sox de Boston completaron un día como hoy, hace 20 años, una de las mayores remontadas en la historia del béisbol y deporte en general.

Con dos outs y par de corredores en base en el noveno episodio el 20 de octubre de 2004, el puertorriqueño Rubén Sierra conectaba una roleta al cuadro para que el intermedista Pokey Reese lo fulminara en primera base, dándole el pase a la novena bostoniana a la Serie Mundial.

El emblemático juego acabaría con marcador final de 10-3, luego de que los entonces dirigidos por Terry Francona ganaran el cuarto, quinto y sexto choque por pizarras de 6-4, 5-4 y 4-2, respectivamente.

Aquellos Red Sox terminarían llevándose el Clásico de Otoño vía barrida sobre los Cardinals de San Luis, poniendo fin a la denominada “maldición del Bambino”. Fue su primera Serie Mundial desde 1918 y sexta en toda su historia (después de 86 años de espera). Luego, pasarían a conseguir tres más en 2007, 2013 y 2018, siendo esta última bajo las riendas del mánager boricua Alex Cora.

En aquel séptimo duelo ante los Yankees, el abridor ponceño Javier Vázquez subió a loma en el relevo y permitió un grand slam del jardinero Johnny Damon, que extendió la ventaja 6-0 en el segundo acto a favor de los visitantes en el viejo Yankee Stadium. Boston no volvió a mirar hacia atrás.

El derecho Derek Lowe se llevó el triunfo, mientras que Kevin Brown cargó con la derrota.

Los también boricuas Bernie Williams y Jorge Posada, de los Yankees, vieron acción ese día combinándose para un imparable y una impulsada en siete turnos.

El dominicano David Ortiz fue seleccionado Jugador Más Valioso de esa serie contra los Yankees.