Justo cuando parecía que Aaron Judge y los Yankees de Nueva York estaban de vuelta en esta Serie Mundial, prácticamente renunciaron al trofeo.

Un colapso épico de errores defensivos, comenzando con el bochornoso error de Judge en el jardín central, ayudó a los Dodgers de Los Ángeles a remontar en una quinta entrada de cinco carreras que empató la pizarra a cinco.

El joven campocorto Anthony Volpe y el as Gerrit Cole también cometieron pifias costosas. El bullpen de Nueva York desperdició una ventaja de una carrera en la octava entrada, y los Dodgers se sostuvieron para ganar el miércoles 7-6 en el quinto juego, lo que les aseguró su octavo campeonato y el segundo en cinco años.

Finalmente de vuelta en su primera Serie Mundial desde 2009, los Yankees no duraron mucho.

Fue el fracaso otoñal más reciente para la franquicia de béisbol más exitosa, que solía dominar octubre.

Ya no. Al menos no últimamente. Y en el universo de los Yankees, 15 años es mucho tiempo entre títulos.

A continuación, un receso de incertidumbre mientras Nueva York intenta retener al agente libre Juan Soto, quien se espera que tenga varios pretendientes ansiosos y que firme un contrato colosal.

Después de perder los primeros tres juegos contra Los Ángeles, los Yankees ganaron 11-4 el cuarto, apoyados en Volpe para evitar una barrida. Eso los dejó con la posibilidad de convertirse en el primer equipo — entre 25 que se quedaron atrás 3-0 en la Serie Mundial— en forzar un sexto juego, que habría sido de vuelta en el Dodger Stadium.

Y también tuvieron un comienzo emocionante en el quinto, con jonrones consecutivos de Judge y Jazz Chisholm Jr. en la primera entrada. Giancarlo Stanton bateó un jonrón al inicio de la tercera, y los Bombarderos del Bronx tenían una ventaja de 5-0.

Cole navegó a través de cuatro entradas sin hits, sorteando un boleto al inicio de la cuarta con la ayuda de una atrapada notable de Judge mientras se estrellaba aparatosamente contra la valla del jardín central izquierdo.

California, aquí vamos, ¿verdad?

Mentira.