El guardabosque Enrique “Kike” Hernández hablaba el domingo durante una entrevista con MLB Network cuando su compatriota y campocorto de los Mets de Nueva York, Francisco Lindor, se le acercó para fundirse en un abrazo.

“Este es mi hombre aquí. Te quiero papi... ¿Todo bien?”, le dijo Hernández a Lindor previo a la victoria ese mismo día, 9-0, de los Dodgers de Los Ángeles sobre la novena neoyorquina.

“¿Todo bien, caballo?”, ripostó el cagüeño.

“Que linda la correa”, prosiguió Hernández, al observar el cinturón que llevaba puesto su compañero del “Team Rubio” en las pasadas dos ediciones del Clásico Mundial de Béisbol.

“¡Puerto Rico!”, destacó Lindor.

Resulta que el origen detrás de dicho accesorio en el uniforme de Lindor recae en un niño de seis años llamada Patrick, oriundo de Nueva York, quien solicitó permiso a la empresa Pioneer Belts para diseñar una correa al boricua.

‘¡Vaya si el jovencito cumplió con su misión!”, escribió la compañía, basada en Texas, en sus redes sociales.

El cinturón presenta, aparte de la monoestrellada, el eslogan de “OMG” que tanto ha caracterizado las celebraciones de los Mets esta campaña, así como el sobrenombre “Mr. Smile”, el número 12 del puertorriqueño y los nombres de sus dos hijas, Kalina y Amapola. También una silueta del personaje “Grimace”, mascota de McDonald’s que se ha convertido en una especie de amuleto para los Mets.

Los Mets y los Dodgers se enfrentaban nuevamente en horas de la tarde del lunes en el segundo partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

En el primer choque el domingo, Lindor se fue de 3-0 con una base por bola y un ponche. Hernández, por su parte, quien fungió como octavo bate de la poderosa alineación del equipo angelino, de 4-2 con par anotadas.