Nueva York - En lugar de acercarse a su vigésimo octavo título, los Yankees de Nueva York están al borde de ser barridos en la Serie Mundial por apenas cuarta vez.

Aaron Judge una vez más lució extraviado en el plato, el pitcheo abridor flaqueó por segundo partido consecutivo y los Yankees cayeron en un bache de 3-0 en el Clásico de Otoño con una derrota por 4-2 ante los Dodgers de Los Ángeles el lunes por la noche.

En un silencioso camerino, los jugadores de los Yankees insistieron que tienen la capacidad de poder revertir algo improbable. Ningún equipo ha logrado coronarse tras quedar 3-0 abajo en una Serie Mundial.

“Solo es cuestión de un swing, un turno al bate, una jugada”, señaló Judge. “Todo podría cambiar para nosotros”.

Judge va de 12-1 (.083) sin carreras producidas y siete ponches en la serie y batea para .140 con 20 ponches en la postemporada.

“Es algo que definitivamente asombra”, dijo el pitcher de los Yankees Néstor Cortés. “Estamos hablando de uno de los mejores jugadores del mundo”.

El promedio de Judge se hundió a .196, con 15 jonrones, 31 impulsadas y 86 ponches, en su trayectoria de postemporada.

“No estoy aportando nada bueno al equipo”, reconoció. “Tengo que responder, tomar mis boletos cuando pueda y empujar la pelota si tengo algo para batear”.

Nueva York tiene nueve hits en los últimos dos juegos, solo tres de ellos extrabases, y sufrió 11 ponches el lunes, cuatro de ellos mirando.

La parte baja del orden al bate se ha combinado para batear de 43-6 con tres remolcadas, incluido el jonrón de dos carreras del mexicano Alex Verdugo con dos fuera en el noveno inning ante Michael Kopech. Los bateadores de Nueva York solo han conectado de 20-4 con corredores en posición de anotar.

“Cuando tienes esas oportunidades, no tan frecuentes como a veces durante la temporada, tienes que aprovecharlas”, dijo el mánager de los Yankees Aaron Boone.

Incluso, cuando los Yankees batean son fáciles de atrapar. Cuando Anthony Volpe se ponchó ante Daniel Hudson en la séptima entrada, su pelota voló por encima del dugout de los Dodgers. Golpeó la red que protegía a los fanáticos en los asientos principales, y el coordinador de campo de Los Ángeles, Bob Geren, atrapó la pelota de rebote.

El momento de Nueva York recuerda al equipo que se fue con marca de 10-23 entre mediados de junio hasta finales de julio, no al que comenzó con registro de 50-22 y se recuperó para ganar el banderín del Este de la Liga Americana por 41ra ocasión.

Nueva York solamente ha sido barrido tres veces en la Serie Mundial, por los Giants de Nueva York de 1922 (incluido un juego empatado), los Dodgers de 1963 y los Reds de 1976.

“Ojalá podamos ser los protagonistas de una increíble historia y asombrar el mundo, pero hay que ganar uno primero”, dijo Boone. “Se trata de intentar obtener una ventaja, intentar ganar un juego y forzar otro, y luego seguir desde ahí. Pero primero tenemos que ganar uno”.

Desde que ganaron los primeros dos juegos de la serie de 1981 en casa contra los Dodgers, los Yankees han perdido siete seguidos ante Los Ángeles en el Clásico de Otoño.