Las bases estaban llenas con un out en la sexta entrada ante unos 44,103 ruidosos fanáticos en el Citi Field de los Mets de Nueva York.

A la caja de bateo se acercó la estrella puertorriqueña Francisco Lindor con el marcador 1-0 a favor de los Phillies de Filadelfia. En la loma estaba el cerrador Carlos Estévez.

Lindor vio tres rectas para conteo de 2-1. El cuarto lanzamiento, a unas 99 millas por hora, provocó uno de los batazos más emblemáticos en la historia del boricua.

Lindor desapareció la pelota al jardín derecho y la fiesta comenzó en las gradas del estadio. El cagüeño, de 30 años, no se unió al delirio de sus seguidores. Corrió las bases sin brincar y gritar de emoción al poner a los Mets arriba, 4-1, con un grand slam. Como el capitán de la novena, sabía que el trabajo no estaba completado.

“Solo quería un lanzamiento para batear y remolcar una carrera. Funcionó. Se fue por encima de la verja”, dijo Lindor a Tom Verducci de FS1 luego del triunfo de los Mets para avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

“No estaba tratando de ser el tipo. Era continuar el momento que los muchachos consiguieron... Estoy disfrutando el momento, viviendo el momento. Mucha me han preguntado por qué no reaccioné a los jonrones. Estoy reaccinando. Estoy celebrando por dentro. Al final del día, el trabajo no está hecho hasta que se jueguen los 27 outs”, agregó.

El candidato al premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional y los Mets continuarán con su postemporada de ensueño al colocarse a cuatro triunfos de la Serie Mundial por primera vez desde 2015.

Fue también la primera serie de playoffs ganada en el Citi Field desde que inauguró en 2009. El último festejo local había sido en el desaparecido Shea Stadium en 2000.

El cuadrangular con las bases llenas de Lindor se sumó a sus actos heroicos desde el pasado 30 de octubre, cuando clasificó a los Mets a la postemporada con un jonrón de dos carreras en la novena entrada en el triunfo contra los Braves en Atlanta.

En el tercer y decisivo partido de la serie de comodines en Milwaukee, Lindor también se recuperó de una cuenta de 1-2 para obtener una base por bolas de ocho lanzamientos al comienzo de la novena contra el cerrador All-Star Devin Williams ayudando a preparar el jonrón de la ventaja de Pete Alonso para avanzar a la serie divisional contra los Phillies.

“Conseguimos corredores y no conseguíamos un hit grande hasta que finalmente, ¿quién más? El MVP. Sigo diciendo que podrías escribir un libro. Se podría hacer una película, porque esto es lo que hay aquí”, dijo el manager novato de los Mets, el venezolano Carlos Mendoza, sobre el garrotazo de Lindor.

De hecho, es su primer bambinazo en estos playoffs fue su segundo grand slam en octubre. El primero lo dio en 2016 como miembro de los Indians (ahora Guardians) de Cleveland en el Yankee Stadium durante el segundo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Cleveland adelantó al Clásico de Otoño, perdido en siete juegos contra los Cubs de Chicago.

Solo Lindor, Shane Victorino y Jim Thome, miembro del Salón de la Fama de Béisbol, cuentan con dos jonrones con las bases llenas en la historia de la postemporada.

Los Mets ahora esperan por el ganador de la serie divisional entre los Padres de San Diego y los Dodgers de Los Ángeles. Padres estaban el miércoles arriba 2-1.

“Quiero ganarlo todo. Y el nuestro será un equipo que será recordado por siempre”, dijo Lindor. “Este será un equipo que repetirá cada 10 años y comerá gratis dondequiera que vaya. Y quiero hacer eso. Quiero hacer eso. Pero el trabajo no está hecho. Ha sido una lucha cuesta arriba. Ha sido duro. Pero todavía no estamos donde queremos estar. Este camino ha sido, sí, ha sido lleno de curvas, pero no lo querría de otra manera”, agregó.