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Sammy Sosa pide perdón 17 años después de su retiro de MLB, pero no confiesa si utilizó o no esteroides

En una publicación en redes sociales, el dominicano admitió haber hecho cosas indebidas, pero al mismo tiempo asegura que nunca violó las reglas

19 de diciembre de 2024 - 7:26 PM

Sammy Sosa durante un partido ante los Expos de Montreal en el Estadio Hiram Bithorn. (JOSE JIMENEZ)

En plena era del uso de esteroides anabólicos, el béisbol de Grandes Ligas nunca tuvo una política expresa que prohibiera y castigara el uso de sustancias para mejorar el rendimiento en los peloteros.

¿Será por eso que el extoletero dominicano Sammy Sosa expresó este jueves públicamente que nunca violentó una regla mientras jugó en el béisbol de MLB?

Sosa, uno de múltiples jugadores con ejecutorias dignas de que lo hubieran inmortalizado pero que no han sido exaltados al Salón de la Fama por ser vinculados al uso de sustancias prohibidas en el béisbol durante la décadas de 1990 y 2000, hizo este jueves declaraciones que han sido difundidas en redes sociales, en las que admitió que hizo cosas indebidas para poder rendir al máximo en el campo de juego, pero no estableció categóricamente qué fue lo que hizo. Y a renglón seguido parece contradecirse al asegurar que no violentó ninguna regla.

“Lo dejé todo en el terreno por los Cubs y los fanáticos de los Cubs, porque yo quería ganar y hacer felices a los aficionados. Amé ver a los fanáticos sentados en los asientos del jardín derecho en el Wrigley Field en caga juego en casa. Entiendo por qué algunos jugadores de mi época no siempre reciben el reconocimiento que nuestras estadísticas merecen”, fueron parte de las declaraciones de Sosa, de 56 años, y natural de San Pedro de Macorís en República Dominicana.

Sosa fue uno de los grandes héroes del juego en las Mayores, específicamente a finales de la década de 1990, cuando se entabló en una recia batalla contra el estadounidense Mark McGwire, entonces con los Cardinals de San Luis, para decidir quién era el rey de los cuadrangulares. En particular será recordada por mucho tiempo la campaña de 1998, cuando tuvo una férrea lucha con McGwire al final de la temporada regular.

McGwire terminaría aquella temporada con 70 vuelacercas y el dominicano con 66. Ya para entonces existían las sospechas del uso de sustancias para mejorar el rendimiento, pero ni Grandes Ligas tenía una política que expresamente lo prohibiera, como al presente, ni tampoco nadie admitía que estuviera haciendo algo indebido.

Mucho después de que comenzaran a explotar los escándalos y a filtrarse información al respecto, algunos entendidos se han quejado de que el béisbol de Grandes Ligas como institución, así como los propietarios de equipos, se hicieron de la vista larga durante la llamada ‘era de los esteroides’.

Aducen a que el béisbol buscaba recuperar el brillo perdido específicamente por el descontento que fue evidente en la fanaticada en la temporada sigiuente (1995) a la huelga de peloteros que dio al traste con la campaña de 1994. Ese año no se coronó un campeón de Serie Mundial. Y en 1995 las asistencias a los parques mermaron drásticamente. Entonces a finales de la década y del siglo comenzó la lluvia de batazos.

Hasta 1995, lo más que Sosa había conectado eran 36 cuadrangulares ese mismo año. En adelante, entre 1998 y 2001 tuvo cuatro temporadas de al menos 50 jonrones. McGwire, por su lado, sumó 65 al año siguiente de sus 70 de 1998, que para ese entonces se convirtieron en nuevo récord para una campaña, hasta que en 2001 Barry Bonds irrumpió en la escena con 73 en uniforme de los Giants de San Francisco.

Años después el extoletero cubano José Canseco sacudió al mundo del béisbol y al deporte en general revelando los nombres de excompañeros de los Rangers de Texas que supuestamente habrían utilizado esteroides al igual que él. Las denuncias las hizo en su libro publicado en 2005 bajo el título (en su edición en español) de El hombre químico: grandes momentos, esteroides rampantes, grandes bateadas y cómo el béisbol se hizo grande.

Algunos de los nombres que Canseco implicó fueron los de su compañero receptor en Texas, el boricua Iván Rodríguez, quien durante su exaltación al Salón de la Fama en 2017 negó enfáticamente que hubiera hecho algo ilegal, y al entonces jardinero de los Rangers, el también puertorriqueño Juan “Igor” González. González también ha restado méritos a la palabra de Canseco y criticó en una entrevista con ESPN en 2010 al entonces comisionado de Grandes Ligas, Bud Selig, por comisionar una investigación al congresista George Mitchell.

Luego de dicha investigación el sonado y famoso Informe Mitchell implicó a múltiples jugadores con el supuesto uso de sustancias prohibidas.

“Hubo veces en las que hice lo que pudiera para recuperarme de las lesiones, en un esfuerzo por mantener mi fortaleza para poder rendir durante 162 juegos. Yo nunca rompí ninguna regla, pero en retrospectiva, cometí errores y pido perdón”, agregó Sosa en sus declaraciones.

En tanto, los Cubs de Chicago, como organización, en específico Tom Ricketts, presidente de la franquicia, publicó en la red social del club un mensaje agradeciendo las declaraciones públicas de Sosa.

“Nadie es perfecto, pero nunca dudamos de su pasión por el juego y por los Cubs”, expresó Ricketts por escrito.

“Se queda corto decir que Sammy es un favorito de la afición. Estamos planificando invitarlo a la convención de los Cubs de 2025 y esperamos que pueda asistir. Estamos listos todos para movernos hacia adelante juntos”.

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