Cuando el miércoles en la mañana, Glendaliz González se levantó y abrió sus ojos, no pensó en que marcaría un hito en la historia de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC).

Al pasar las horas del día, los nervios comenzaron a apoderarse de la mujer de 37 años. Y es que a las 7:21 p.m., cuando en el remodelado terreno del Estadio Hiram Bithorn cantaran “¡Playball!”, se convertiría en la primera mujer árbitro boricua en oficializar un choque de la liga invernal.

“(Me siento) Nerviosa”, confesó sin dudar en un aparte con El Nuevo Día previo al encuentro entre los Cangrejeros de Santurce y los Gigantes de Carolina.

Oficialmente, González es un árbitro profesional.

“Estuve (hace unos meses) en el campamento del Puerto Rico Umpire Clinic, dirigido por el señor Carlos Rey, y de ahí nos hicieron el llamado para el entrenamiento de los árbitros profesionales. Fue una invitación, nada oficial. De allí, recibí la llamada oficial que iba a entrar este año a la temporada (invernal)”, contó la mujer, oriunda de Sabana Grande.

“No lo podía creer, sé que trabajé fuerte para esto, pero es un campo dominado por hombres, árbitros experimentados de muchos años de trabajo, y darme esa oportunidad a mí como mujer es un orgullo, un privilegio”, contó González, tras conocer que habría sido elegida para laborar en la LBPRC.

González debutó en la tercera base. Fue acompañada por el árbitro principal, Delfin Colón; el de primera base, Ángel Osorio, y el de segunda, Robert Núñez.

“Creo que cuando uno comienza la carrera en el arbitraje uno siempre quiere superarse, subir de liga y llegar a lo máximo, y por lo menos aquí en Puerto Rico, es esta en la que hoy (miércoles) debuto”, dijo.

González inició su carrera en el arbitraje en el 2018, y desde entonces ha oficializado partidos de Pequeñas Ligas y la Liga de Béisbol Superior Doble A sin sentir algún discrimen por razón de género.

“Gracias a Dios he tenido la suerte y el privilegio de que todos mis compañeros son bien respetuosos y profesionales. En esa parte me han ayudado... todos siempre me han tratado en familia”.

Lo mismo opinó sobre el comportamiento de los jugadores sobre el terreno.

“Me tratan como un árbitro más”.

Siendo jugadora de béisbol y sóftbol, Glendaliz se enamoró del arbitraje, por lo que al retirarse comenzó lo que a su juicio es “una carrera hermosa”.

Y para continuar la travesía en ella, le gustaría en algún momento llegar a las Grandes Ligas del Béisbol (MLB). Al momento, ninguna fémina ha logrado estrenarse en la ‘Gran Carpa’.

“(Llegar a MLB) Esa es una de las metas y de los retos más grandes que puede tener una mujer. Si para los hombres es retante, la mujer tiene el reto más grande”, expresó Glendaliz al agregar que el primer paso es iniciar una formación en alguna academia de arbitraje en Estados Unidos.

González espera ingresar a la Wendelstedt Umpire School en 2026 debido a que las inscripciones para el 2025 ya concluyeron.

Precisamente, el dominio de los varones en dicho campo, es, para ella, la razón por la cual otras féminas no se interesan del todo en el arbitraje.

“(El crecimiento) Lo he visto un poco rezagado, pero en los campamentos he visto la motivación y están llegando... Suponen que no van a tener la oportunidad, pero si se lo proponen, sí”, sentenció.