Leyendas boricuas del olimpismo: Ariéstides González cambió sus armas de la milicia por los guantes
Tras iniciar una carrera en el Ejército de Estados Unidos, se encontró con el boxeo mientras estaba estacionado en Vicenza, Italia, durante la década de 1970. Completó su entrenamiento en las Fuerzas Armadas de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984, donde ganó medalla de bronce.