El boricua Oscar Collazo no quería vaticinar que buscaba una victoria por la vía del nocaut el sábado en la reyerta para unificar los títulos de la división minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

Pero el campeón mundial villalbeño ejecutó a la perfección el plan trazado a lo largo de su campamento previo a la batalla ante el tailandés Thammanoon Niyomtrong, y logró su cometido.

El boricua se apuntó el octavo nocaut en su trayectoria profesional al anestesiar en el minuto 1:29 del séptimo asalto a Niyomtrong. En la ciudad de Riad, en Arabia Saudí, el puertorriqueño conquistó otra faja de campeón mundial de las 105 libras, la de la AMB que poseía el tailandés.

“No lo quería decir, pero buscábamos el nocaut para demostrar que somos los mejores en las 105 libras. Esto es grande para el boxeo de Puerto rico, estamos bien contentos”, compartió Collazo a El Nuevo Día en una llamada telefónica tras el triunfo.

“Acabo de hacer historia para mi Puerto Rico, es un honor, hice mi legado en el boxeo puertorriqueño, pero falta mucho por recorrer”, dijo al recordar que la batalla representó la primera vez que un peleador masculino nacido en la isla unifica títulos desde que Félix “Tito” Trinidad, campeón mundial welter (147 libras) de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), se midió a Oscar de la Hoya, monarca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el 18 de septiembre de 1999.

Con Collazo coincidió su entrenador Carlos Ortiz, para de esta manera asegurar que lo practicado antes del combate se realizó en el ensogado.

“El plan se trazó porque se hizo en el gimnasio. Sabía que podíamos noquear, pero no tan rápido. Ese nocaut fue trabajado”, expresó Ortiz a este medio en entrevista separada.

El boricua tumbó por tres ocasiones al tailandés con combinaciones entre su derecha e izquierda. En el sexto round, la campana evitó el nocaut de Niyomtrong, pero en el séptimo, Collazo lo destronó temprano. “Es la cara del boxeo en Puerto Rico”, añadió Ortiz.

El villalbeño regresará a la isla el lunes con el deseo de celebrar su victoria con la afición boricua. “Espero celebrarlo en grande, quiero party, quiero party”.

Tan pronto como el mismo sábado, Collazo aseguró que lo próximo en su carrera es buscar convertirse en el monarca de su peso en los demás entes de la disciplina.

“Queremos todos los títulos, queremos ser campeón de todos los títulos, para demostrar que soy el mejor y hacer historia”, comentó el púgil de 27 años.

“Ahora vamos a sentarnos con el equipo a ver el próximo paso, pero queremos pelear por los siguientes títulos”, dijo, po su parte, el entrenador.

El boricua mejoró su invicto a 11-0 con ocho nocauts. “Qué más puedo pedir”, sentenció Collazo.