El calibre de un campeón mundial en el boxeo no siempre se mide noqueando al oponente, sino superando los aprietos en el ring, y es lo que tiene al monarca puertorriqueño de las 105 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Oscar Collazo, satisfecho con su actuación del viernes en Nueva York.

El invicto peleador villalbeño mejoró su récord a 10-0 al dominar mediante una amplia decisión unánime al nicaragüense Gerardo Zapata, luego de que este lo pusiera en problemas a finales del segundo asalto conectándole un sólido golpe de derecha al rostro que tambaleó al campeón mundial boricua y casi lo envía a la lona.

Collazo, de 27 años y quien llegó al combate en el Turning Stone Resort & Casino, en Verona con siete de sus nueve triunfos previos por la vía del nocaut, pudo terminar el difícil round contra las sogas haciendo fallar a Zapata en su intento de rematar, y luego en el centro del cuadrilátero recurriendo al agarre.

Un día después del combate que marcó su tercera defensa del título que conquistó hace poco más de un año, Collazo analizó en entrevista con El Nuevo Día su enfrentamiento con Zapata y se expresó complacido por el hecho de que pudo mantener su compostura y continuar ejecutando su plan de pelea a partir del susto que casi lo lleva a la lona.

“Son pruebas que uno va a tener, que vamos a tener todos los campeones y todos los peleadores. Y me tocó a mí ahora. Fue una buena prueba que pude pasar, y así yo demostrar que puedo hacer de todo. Puedo boxear, puedo pelear; puedo pelear inteligente, hacia atrás. Creo que lo demostré y la gente lo vio”, declaró Collazo vía telefónica desde Verona, Nueva York, donde permanecerá hasta este domingo, cuando se trasladará a Canastota, en el mismo estado, para presenciar la exaltación del también puertorriqueño y otrora campeón mundial de los pesos mínimos, Iván Calderón, al Salón de la Fama del Boxeo Internacional.

“Tuvimos un sustito en ese round. La gente se asustó pero nos recuperamos, se vio la condición física, y logramos esa gran actuación”.

Fue otra defensa exitosa para Collazo, quien se convirtió en monarca minimosca de la OMB el 27 de mayo de 2023 cuando derrotó al entonces titular mundial filipino, Melvin Jerusalem, en una cartelera celebrada en el Fantasy Springs Casino, en Indio, California.

En esa pelea, así como en sus primeras dos defensas titulares contra el también filipino Garen Diagan y ante el nicaragüense Reyneris Gutiérrez, el campeón concluyó las hostilidades antes del límite. Fueron combates que concluyeron en solo siete, seis y tres asaltos, respectivamente.

En otras palabras, su combate del viernes en Nueva York, fue su primero de título mundial que se va al límite de los 12 asaltos, y apenas el segundo en su carrera.

“No todo el tiempo se noquea. Y cuando hay que cambiar el plan, pues se cambia. Teníamos dos planes. Uno, ver cómo él venía para lograr (colocar) la mano fuerte, y si no se podía hacer, pues boxeaba, porque teníamos la condición. Teníamos ese plan y lo ejecutamos, y a todos les encantó”, resaltó el monarca.

Collazo se mostró complacido por haber dominado toda la pelea y concluir con una amplia decisión a su favor. Los jueces entregaron tarjetas de 119-109, 119-109 y 117-110, lo que muestra que dos de ellos lo vieron perder solo el segundo asalto.

Para Zapata, de 29 años, fue apenas su segunda derrota y colocó su récord en 14-2 con un empate y cinco nocauts.

“Sí, sí, solamente fue ese round. Ese round fue el que pude haber perdido. Luego era cuestión de ajustarme en el plan, que era boxear inteligente y no caer en el juego de él, sino que él cayera en el juego de nosotros”.

El campeón dio crédito a Zapata por el buen derechazo que le conectó, y admitió que fue un fallo en su defensa, no que se hubiera salido de su plan de pelea.

“No, no. Me dormí; me dormí en la defensa. Yo le tiré, me eché para atrás, y no sabía que él iba a tirar. Me confié y no vi el golpe de él. Me dio, me catcheó muy bien; fue un buen golpe”.

En efecto, la acción en cuestión ocurrió cuando el boricua falló un gancho de izquierda, y al retroceder dejó la guardia abajo, lo que aprovechó Zapata para conectar una sólida derecha a pie firme, que hizo que Collazo se fuera sin balance hacia atrás y luego hacia el frente, pareciendo por fracciones de segundo que se iría de bruces hacia la lona.

Collazo dijo que espera regresar al ensogado en octubre, y su esperanza es volver a pelear ante su fanaticada de Puerto Rico, tal como lo hizo en agosto pasado cuando realizó en el Coliseo Roberto Clemente en San Juan, su primera defensa titular ante Diagan.

“Estamos bien complacidos con su demostración. Demostró que es el mejor de las 105 libras en el mundo. Nos toca ahora reunirnos con Golden Boy Promotions. Nos comentaron ayer que posiblemente septiembre u octubre son las fechas que están pensando para él”, dijo por su parte Brian Pérez, director ejecutivo de Miguel Cotto Promotions, la empresa que maneja la carrera del campeón minimosca.

“Oscar es un campeón sólido, un campeón real. Es un boxeador que sabe hacer ajustes, que sabe identificar dónde están las fallas. Lo bueno de esta pelea es que demostró que no es solamente noquear, sino que tiene recursos y habilidades, y puede ganar la pelea de diferentes formas”.

Pérez dijo que vio la pelea con su jefe al lado, el otrora múltiple campeón mundial Miguel Cotto, único puertorriqueño en reinar en cuatro divisiones de peso distintas, y le dio su opinión respecto a la actuación de Collazo.

“Me comentó que la pelea fue excelente, que ese tipo de situaciones tienen que ocurrirle para solidificar su experiencia. Y sin duda alguna demostró que cogió el palo, no se fue a lo loco a responder. Su instinto lo supo controlar y después cayó rápidamente en el plan de pelea”, dijo Pérez.