El afable Félix Verdejo que se ha ganado el cariño del público no es el mismo que de pequeño cometía travesuras y peleaba casi a diario en la escuela. Fue misión de su progenitora Madeline Sánchez Bonilla el pulir a ese chico intranquilo en el diamante de ciudadano que es hoy día, un joven disciplinado, de fácil sonreír, accesible y con los pies en la tierra.
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Madre de Félix Verdejo relata las travesuras de su hijo
La progenitora del boxeador habla sobre la niñez del atleta
Nota de archivo
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