Oscar Collazo, el campeón mundial de las 105 libras, versión de la OMB, espera tener una celebración navideña bastante prolongada este año, a lo puertorriqueño.

Y la boda con su pareja Bethmarie Vélez, que celebrará el 28 de diciembre tras un cambio de fecha forzado (estaba pautada para el 9 de noviembre), debe completar un cierre de año de película si se cumple el sueño de unificar los títulos de la división minimosca de la Organización Mundial de Boxeo, que está en su poder, y el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), que ostenta el tailandés Thammanoon Niyomtrong el 16 de noviembre en Riad, Arabia Saudita.

Se espera que el combate sea oficializado la próxima semana por los promotores, incluyendo Golden Boy Promotions y Miguel Cotto Promotions, que conducen la carrera del monarca boricua, cuyo récord es de 10-0 con siete nocauts y quien ya hizo historia convirtiéndose en el puertorriqueño que más rápido se convierte en campeón mundial, en apenas siete peleas.

El tailandés está representado por el promotor Piyarat Vachirarattanawong, de la compañía Petpiya Fight, con base en Bangkok.

La pelea entre Collazo y Niyomtrong formará parte de la “Noche Latina” que está montando la empresa de eventos, Riyadh Season.

“Me siento muy bien, contento, agradecido con la compañía de Golden Boy Promotions y Miguel Cotto, por darme esa oportunidad, de una plataforma distinta y de personas diferentes en el mundo del boxeo”, dijo Collazo en entrevista telefónica con El Nuevo Día.

“Ahora mismo es la meca del boxeo. Se están dando grandes peleas, y los mejores peleadores están yendo allá. Y qué mejor que una pelea tan grande, de esta magnitud para hacer historia nuevamente, de unificar títulos en un lugar donde están peleando los mejores. Y yo estoy ahí”, indicó el púgil villalbeño.

El propio Collazo había anunciado el jueves la noticia en sus redes, pero los promotores aún no han hecho un pronunciamiento oficial.

“Me están dando la oportunidad de que el mundo me vea y que los pesos pequeños sigan valiendo la pena. Soy el primero que está peleando allá de los pesos pequeños. Allá están yendo los ‘heavy weight’, los de 140, 147 y 154 (libras). No se ha ido en los pesos pequeños todavía. Y qué mejor manera que hacer eso con una pelea unificatoria, y significativa como esta, pues estamos haciendo historia, ya que desde 1990 no se hace una pelea unificatoria (en esta división), y desde 1989 no sea pelea por el campeonato de The Ring Magazine, el verdadero uno y el dos de ese peso”.

Collazo, de 27 años, está muy consciente de todo lo que está en juego y a su alcance, pues con apenas 10 peleas, rumbo a la undécima contra el monarca tailandés, está escribiendo su nombre en los libros.

Otro dato relevante del que Collazo está muy consciente es de que su pelea unificatoria será la primera en 25 años para un peleador desarrollado en la isla, desde la megapelea que sostuvieron en 1999 el ídolo de Cupey Alto, Félix “Tito” Trinidad y el mexicano Oscar de la Hoya.

“Eso también está ahí en la historia. El último fue Tito Trinidad y estoy bien positivo de que voy a ser el próximo. Entramos en este deporte para hacer historia. Desde el comienzo lo logramos. Y hacerlo de nuevo, eso está destinado. Es mi tiempo y es mi hora. Dios sabe que se lo he pedido tanto, esta oportunidad. Por eso trabajo duro todos los días, para hacer grandes peleas y sacar adelante a los pesos chicos, y que la gente nos vea”.

La plaza de Arabia Saudita ya estaba en el calendario para Collazo, pero no el oponente. Estaba supuesto a medirse al mexicano Edwin “Canito” Cano Hernández. Pero al abrirse la puerta que tanto esperaba, la de una pelea unificatoria contra el tailandés Niyomtrong, dijo que no podía dejar pasar la oportunidad.

El campeón mundial de la AMB tiene récord de 25-0 con solo nueve nocauts, lo que en el papel indica que no es un pegador ni noqueador. Collazo no se confía por eso. Al contrario, ya conoce su estilo y el cuidado que debe tener.

“Es un boxeador fuerte, porque él hacía Muay Thai (boxeo tailandés en el que se emplean los puños, los pies, los codos y las rodillas). Es un boxeador mañoso, fuerte, que empuja, te estruja. Es lo que más bien se distingue de ese boxeador. Hay que estar vivo los 12 asaltos y los tres minutos por round. Hay que estar bien pendiente, bien vivo. Esa es una pelea bien importante que hay que estar bien, en la que no podemos dar ningún margen de error porque si no la pagamos caro, tanto él como yo”.

Collazo, naturalmente, espera un triunfo el 16 de noviembre, pero sobre todo, expresó que está peleando también por seguir dándole nombre y luz a su división de los pesos mínimos.

“Los pesos pequeños han sido ignorados por mucho tiempo, y creo que ahora están dando de qué hablar otra vez”.