A su llegada a la Arena Medalla del Distrito T-Mobile, el boxeador boricua Edgar Berlanga entró al establecimiento como un consumidor más.

No obstante, tan pronto una voz por un micrófono anunció su presencia en el lugar, decenas de aplausos -que competían con el sonido de los partidos proyectados en pantallas gigantes- comenzaron a escucharse.

De inmediato, otra decenas de personas le solicitaron una foto al púgil puertorriqueño luego de celebrar el jueves una caravana de recibimiento que partió desde Bayamón y transcurrió por Isla Verde hasta arribar al complejo del Centro de Convenciones de Puerto Rico. El propio Berlanga anunció en sus redes sociales la caravana de recibimiento que no fue organizada por un comercio o entidad.

Berlanga, junto a sus familiares, decidieron complacer, a su juicio, a Puerto Rico tras puertorriqueños exigir -por redes sociales y programas de radio- una caravana de bienvenida tras su revés por decisión unánime ante el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez el pasado 14 de septiembre.

El champán, la cerveza y variedad de comida típica puertorriqueña hicieron acto de presencia en una esquina reservada para el púgil. Entremedio de la algarabía con su gente, Berlanga (22-1, 17 nocauts) interrumpió el compartir para ofrecer un mensaje a los presentes.

“Gracias por todo. (Estoy) agradecido por este momento, por mí, mi familia y representar a Puerto Rico, yo hice una buena pelea con ‘Canelo’, vamos a hacer la revancha con él y voy a ganar la segunda... siempre (estaré) representado a Puerto Rico y (poniendo) la bandera en alto”, expresó Berlanga, que vio caer su invicto tras los jueces otorgarle la victoria a Álvarez, monarca indiscutido de las 168 libras, en la reyerta celebrada en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada.

El mexicano mejoró su foja a 62-2-2, con 39 anestesiados, para retener sus títulos de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

“Yo me muero por Puerto Rico, puñ***. Te amo mucho (Puerto Rico), gracias por el apoyo”, agregó el boxeador, acompañado por su hijo, en la pequeña tarima del espacio.

Los aplausos y la fiesta en su VIP continuaron en medio de la música urbana que resonaba en el lugar.