La Real Villalba Soccer Academy tiene una matrícula de sobre 80 jugadores que han adoptado este deporte como su gran pasión
La Real Villalba Soccer Academy tiene una matrícula de sobre 80 jugadores que han adoptado este deporte como su gran pasión
19 de mayo de 2022 - 11:40 PM
Cuando suena el pito a las 6:00 de la tarde, se revuelve la alegría entre los cerca de 82 niños y jóvenes que disfrutan formar parte de Real Villalba Soccer Academy.
Solo hay que darse la vuelta por el área recreativa Héctor “Papo” Díaz, mejor conocida como “Los Chorritos”, para ver el gran entusiasmo que se vive con el Deporte Rey en el pueblo de los avancinos.
En una década impartiendo una enseñanza deportiva a niños y jóvenes villalbeños, esta exitosa academia ha logrado 27 campeonatos en la Liga de Fútbol del Sur PRSFUTBOL y ha tenido representaciones internacionales en zonas tan lejanas como Europa. Además, han logrado levantar el fútbol en un pueblo donde el béisbol y el baloncesto son la principal atracción. Pero, sin duda, el poder contar con una matrícula de niños que se divierten sanamente y aprenden a tener disciplina, es el mayor de los logros del Real Villalba.
“Real Villalba Soccer Academy se fundó en el 2013, fueron unas personas que estaban interesadas en desarrollar el deporte del soccer en Villalba que no existía. Esto ha pasado por tres administraciones, nosotros somos un grupo de tres amigos que decidimos antes de que se cayera esto, seguir fomentando, ya que veíamos que este deporte estaba creciendo a unos niveles no esperados y desde ahí estamos aquí”, expresó Felipe Cintrón, presidente y administrador de Real Villalba, quien junto a Edwin Salamé y Eunice Mercado dirigen las riendas de la academia.
El Real Villalba lo conforman 82 niños y niñas entre las edades de 3 a 17 años, quienes se dividen en seis categorías: U5, U7, U9, U11, U15 y U17.
Sin embargo, la academia registró una marcada reducción en su matrícula tras el impacto del COVID-19 en la Isla.
“Para nosotros fue un reto bien grande porque como medida de precaución, la administración (municipal) cerró las facilidades deportivas públicas y, al los municipios aledaños no cerrar, los chicos más interesados en el deporte emigraron. Perdimos muchos niños en la pandemia porque pueblos limítrofes como Juana Díaz, Ponce y Coamo no cerraron”, destacó.
“Nosotros básicamente empezamos de cero cuando empezaron a abrir todo. Fue un reto bastante grande porque pensamos que esto había acabado por todos los jugadores que habíamos perdido, jugadores que le habíamos dedicado tiempo a desarrollar”, admitió el entrenador.
No obstante, el Real Villalba sigue activo y estable, lo que Cintrón atribuye a su filosofía de trabajo y al apoyo de las familias que conforman sus equipos.
“Aquí no solo es desarrollar fútbol, se desarrolla disciplina, se desarrolla el trabajo en equipo y se desarrolla el comportamiento familiar. Es bien importante que los papás estén aquí porque el lema de nosotros es: ‘Más que un club, somos una familia’, y de eso se trata, que el papá sienta que se le está enseñando a los chicos y que se está desarrollando”, recalcó.
“No es lo mismo coger un nene que sabe, que coger uno que hay que empezar de cero. Ahora mismo de ochenta y pico de nenes que yo tengo, cerca de 40 que son nuevos, empezaron de cero. Pueden hablar con los papás y preguntarles cómo empezaron y cómo están ahora mismo porque nosotros desarrollamos. Por eso no somos fútbol club, sino fútbol academy, y esa es la diferencia, que en la academia nosotros le enseñamos”, aseguró Cintrón quien destacó, además, el trabajo de los líderes de la academia.
Por su parte, Salamé dijo que “a corto plazo queremos tener todas las categorías, no solo a nivel masculino sino a nivel femenino también. Ahora mismo tenemos mixto y queremos empezar a desarrollar categorías femeninas. Estamos desarrollando ahora un equipo U9 completamente femenino que, si Dios lo permite, para el semestre que viene lo tendremos”.
Otra de las metas del grupo es contar con una sede que les permita practicar más de dos días a la semana, que es la disponibilidad del lugar en el que entrenan actualmente.
“Queremos construir un parque que sea de nosotros porque si nosotros tuviéramos una sede, pudiéramos practicar más de una vez y el desarrollo de los chicos sería el doble o el triple. Nosotros hemos ido al municipio a solicitar una sede, ellos están evaluando a ver dónde nos pueden conseguir una. Esa es la meta primordial en este momento porque estaríamos a la par con los demás clubes”, indicó Cintrón, quien nunca jugó soccer, pero asegura que, tras el interés de su hijo, André Felipe Cintrón en el deporte, pasó a ser de “papá cheerleader a papá assistant coach, luego a papá entrenador, papá administrador y papá presidente de la academia”.
No obstante, de todo el esfuerzo y responsabilidad que requiere el mantener una academia de fútbol, Cintrón afirma que lo más gratificante es “ver cómo los chicos crecen. Los ves que llegan sin ningún conocimiento y pasan dos meses y tres meses y dices: ‘mira el pase que hizo, mira el gol que metió’. Tener chicos con déficit de atención, hiperactividad que los rezagan y yo los cojo a todos porque en el soccer entre más activos mejor, y que sus padres te digan que los han dejado de medicar, se siente esa satisfacción de que estas aportando a la vida de esos niños”, puntualizó el administrador.
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