Karenna Groff, una exfutbolista del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en la NCAA, se encuentra entre las víctimas de un accidente de avión que se estrelló en el norte del estado de Nueva York durante el fin de semana.

El mismo, trasladaba a seis miembros de una familia de médicos y distinguidos deportistas colegiales a un viaje por las montañas Catskills para celebrar un cumpleaños y la Pascua judía. Groff fue seleccionada como Mujer del Año del deporte colegial en 2022 por su labor dentro y fuera del terreno de juego, así como su desempeño académico.

La avioneta bimotor Mitsubishi MU-2B se desplomó poco después del mediodía del sábado en un campo fangoso en Copake, Nueva York, cerca de los límites con Massachusetts, cobrando la vida de las seis personas a bordo, según las autoridades y un familiar que habló con The Associated Press.

Poco antes del accidente, el piloto se había comunicado por radio con la torre de control de tráfico aéreo del Aeropuerto del Condado de Columbia que informar que había fallado en su aproximación inicial y solicitó un nuevo plan de aproximación, indicaron funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB por sus iniciales en inglés) en conferencia de prensa el domingo.

Mientras se preparaban las nuevas coordenadas, los controladores de tráfico aéreo intentaron transmitir una alerta de baja altitud en tres ocasiones, pero no recibieron respuesta o una llamada de emergencia por parte del piloto, señalaron los funcionarios.

Los investigadores obtuvieron un video de los últimos segundos del vuelo, el cual “parece mostrar que la aeronave estaba intacta y se estrelló a una alta velocidad de descenso”, reveló Todd Inman, de la NTSB en declaraciones a la prensa.

Aparte de la exjugadora, también perdió su vida su padre Michael, quien era doctor en neurociencias; su madre, la doctora en uroginecología Joy Saini; su hermano Jared Groff, un graduado de Swarthmore College en 2022 que trabajaba como asistente legal; Alexia Couyutas Duarte, pareja de Jared que igualmente se graduó de Swarthmore y planeaba asistir a la Facultad de Derecho de Harvard este otoño; y el novio de Karenna, James Santoro, otro recién graduado del MIT, según un comunicado de la familia el domingo.

“Eran una familia maravillosa”, sostuvo John Santoro, padre de James, a The Associated Press. “El mundo perdió a muchas personas muy buenas que le iban a hacer mucho bien al mundo si hubieran tenido la oportunidad. Todos estamos devastados”.

Karenna (Groff) fue nombrada al equipo ideal de fútbol a nivel colegial y estudiaba ingeniería biomédica. Santoro, un estudiante de matemáticas de Nueva Jersey, jugaba lacrosse.

Durante la pandemia de COVID -19, Karenna cofundó openPPE, que ayudó a crear un nuevo diseño de mascarillas para trabajadores de primera línea.

“En realidad este es un reconocimiento a mi familia del fútbol femenino del MIT y a toda la orientación, apoyo y amistad que me han brindado a lo largo de los años”, dijo en una entrevista en ese momento.

Después de graduarse, Santoro y Groff se mudaron a Manhattan, donde Groff se inscribió en la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York y Santoro trabajó como asociado de inversiones para Silver Point, un fondo de cobertura con sede en Greenwich, Connecticut.

Saini, nacida en India, era una destacada cirujana pélvica y fundadora de Boston Pelvic Health and Wellness, de acuerdo al comunicado de la familia. Se formó en medicina en la Universidad de Pittsburgh, donde conoció a Michael Groff, quien se convirtió en un distinguido neurocirujano y piloto experimentado.

El sábado por la mañana todos se dirigieron al Aeropuerto del Condado de Westchester en White Plains, un suburbio de la ciudad de Nueva York, donde abordaron la avioneta privada de (Michael) Groff, según John Santoro.

Tenían previsto aterrizar en el Aeropuerto del Condado Columbia, pero se estrellaron a unos 16 kilómetros (10 millas) al sur. La avioneta estaba “comprimida, doblada e incrustada en el terreno” de un campo agrícola fangoso, detalló Inman .

El piloto volaba por instrumentos en lugar de reglas de vuelo visuales, pero es demasiado pronto para determinar si la visibilidad reducida por las condiciones climáticas fue un factor, indicó el funcionario.

La avioneta fue vendida hace un año y tenía una cabina renovada con la más reciente tecnología, certificada conforme a los estándares de la Administración Federal de Aviación, según la NTSB.

Se anticipa que los investigadores permanezcan en el lugar del accidente durante aproximadamente una semana y un informe completo del incidente podría tardar entre 12 y 24 meses, señaló Inman.

Ya se inició con la organización de los servicios funerarios.

“Los 25 años que tuvimos con James fueron los mejores años de nuestras vidas”, agregó, “y la alegría y el amor que nos brindó serán suficientes para durar toda la vida”.

En esta nota se utilizó información de The Associated Press.