La tenismesista Adriana Díaz no está contemplando por el momento regresar a Japón como base de entrenamiento, por lo que su natal Utuado volverá a ser su centro de actividad desde el cual partirá a los distintos compromisos internacionales.

Adriana, quien todavía tiene varios compromisos en lo que resta de año, incluyendo par de torneos en oriente y el Campeonato Panamericano del 13 al 20 de octubre en El Salvador, sí espera a mediano y largo plazo tener campamentos de entrenamiento en el extranjero, en el mismo suelo nipón así como en Europa, dijo, por su lado, Bladimir Díaz, el padre y entrenador de la atleta, durante el lanzamiento de la campaña de la firma General Mills, y su marca Cheerios, que hasta mayo de 2025 tendrá en sus empaques el rostro de la atleta boricua de 23 años.

“Me voy a quedar en Utuado entrenando. Creo que desde pequeña he viajado a muchos lugares distintos y sé cómo se entrena en cada país. Esa información la mantengo conmigo y me quedo entrenando en Utuado lo que ya aprendí”, dijo Adriana en un aparte con la prensa.

No obstante, esto no implica que ella y su equipo de trabajo se estén recostando en los laureles y éxitos del pasado.

Con tres Olimpiadas ya en su resumé, la primera raqueta del patio va en busca de seguir mejorando en varios aspectos, especialmente en lo concerniente al físico, ya que tanto su padre Bladimir como Adriana anticiparon que están en vías de añadir al grupo de trabajo un fisioterapeuta y entrenadores físicos para poder competir al máximo nivel contra las potencias asiáticas como China y Japón.

“Creo que es bien importante tener un equipo alrededor tuyo que te ayude en cada aspecto, como por ejemplo el físio (fisioterapeuta), el entrenador físico, la nutrición… porque recuerda que competimos contra potencias mundiales como es China, que cada uno (tenismesista) tiene uno. Tienen un equipo como de 100 personas, científicos, estudiando los partidos. Es importante para nosotros tener aunque sea un equipo que nos ayude a dar un paso extra”, agregó Adriana.

Sin embargo, a preguntas si considera que fue la condición física lo que le pasó factura durante su último partido de los Juegos Olímpicos en París, donde sucumbió en el máximo de siete sets ante la norcoreana Pyon Song Gyong luego de haberla colocado contra la pared 3-0, la jugadora recalcó con una sonrisa que difiere en ese sentido de su padre y entrenador.

Bladimir había ofrecido declaraciones en ese sentido posterior a los Juegos, y este martes dijo que es parte de lo que se está considerando para el momento en que vayan a añadir profesionales el equipo de trabajo.

“Esa es una buena conversación porque yo difiero totalmente. Siempre hablamos de eso y nunca terminamos de acuerdo, porque él (Bladimir) cree que fue eso (lo que le afectó en su partido contra la coreana). Yo creo que fue simplemente que me quedé en lo mismo. Estaba 3-0 y ella cambió y empezó a defender mejor y a atacar mejor. Yo simplemente como que no tuve un contraataque”, comentó la atleta.

“No creo que haya sido por condición física porque todos los ‘rallies’ estaban durando de cinco a seis segundos. Creo que rendí hasta el final y hubo puntos espectaculares hasta el fin. Pero bueno, es mi papá”, señaló Adriana, con otra gran sonrisa en su rostro.

Como es natural, aunque pueden haber diferencias de criterio, la atleta dejó ver el acuerdo con su padre y su grupo de trabajo en el sentido de que habrán cambios.

En términos generales fue la mejor actuación de Adriana en unas Olimpiadas, al llegar hasta la tercera ronda, la de las mejores 16 del torneo.

“La base de entrenamiento ya no va a ser en Japón”, confirmó Bladimir.

“Vamos a estar trabajando la base mayormente en Puerto Rico, con campamentos (afuera). No diría que no volvemos a Japón, sino que no vamos a ir al centro que íbamos en Japón. Puede ser que vayamos a otro centro a hacer campamentos allí. No es lo mismo que en Osaka. Puede ser que ahora vayamos a otra ciudad, a otra escuela, que no sé si es en Nagoya. Estamos haciendo una serie de movidas, que todavía nos las he terminado pero van a estar bien bien interesantes”, prosiguió Bladimir.

“Tanto en el equipo de trabajo, que le vamos a sumar más personas, vamos a movernos de base de entrenamiento utilizando una en Europa, una en Asia y en Puerto Rico; y añadiendo personal de entrenamiento para que no haya nada en la cadena (que falte)… el eslabón tiene que estar completo. Ahora mismo, si tú me preguntas por las Olimpiadas, yo creo que la condición física fue factor clave en aquel partido, supermegadoloroso. Y ya vamos a establecer una cadena de profesionales, y para eso hablaré más adelante”, apuntó el también entrenador nacional.

Adriana, por su lado, se nota mucho más abierta a hablar de ese partido, que lógicamente la dejó con bastante frustración, y todavía a su llegada a la isla con la delegación, cargaba el peso de su desilusión por no haber pasado a cuartos de final, lo que era una meta personal. Su sonrisa ahora, la misma que engalana los empaques del conocido cereal, ha vuelto a ser la misma de siempre.

Así mismo habló con naturalidad de los cambios que se avecinan, incluyendo lo relacionado a su campamento de entrenamiento.

“Creo que es parte de cada partido, como que en algún momento vas a tener que hablar de eso. No puedes quedarte ciego. Porque si no, cómo vas a aprender de eso. Ahora es importante reflexionar, ver lo que pasó e intentar mejorar para el futuro”, reconoció la tenismesista.

“En ese momento todo atleta va a sufrir el golpe y no querrá saber del juego. Incluso una semana después puede estar dolido, pero según pasan los días, tienes que hablar de eso”, afirmó.

Al mismo tiempo, Adriana expresó su preferencia por quedarse en Utuado entrenando más tiempo.

“Por ahora lo de Japón no está muy concreto pero por mi parte preferiría quedarme en Utuado por lo menos hasta que termine el año”.

En los últimos meses de 2022, los Díaz añadieron al grupo de trabajo al entrenador chino Qiu Jian Xin, quien fue el hombre de confianza de Adriana durante algunos torneos en Asia mientras Bladimir estaba en la isla. Así comenzaron el 2023, pero ahora Bladimir tiene otros planes para su hija.

Y Adriana luce complacida.

“Bueno ahora mismo estamos buscando el entrenador físico, el fisioterapeuta, personas que puedan ir con nosotros a los viajes para tener una mejor preparación. Sobre los entrenadores, tengo a Daniel González (jugador) que es como mi hermano y mi mano derecha. Me ayuda a ver las cosas desde afuera, cosas que yo no estoy viendo, y ahí tenemos buena química junto con mi papá”, concluyó Adriana.