Los Eagles de Filadelfia conquistaron el domingo el Super Bowl LIX al vencer por marcador de 40-22 a los bicampeones Chiefs de Kansas City en la edición número 59 del evento, llevado a cabo en el Caesars Superdome de Nueva Orleans.

Filadelfia ganó el trofeo Vince Lombardi, también, en la temporada 2017-2018.

El revés marcó la segunda derrota en este escenario para el estelar quarterback Patrick Mahomes, quien cayó en el baile de coronación de 2020 ante Tom Brady, ahora comentarista televisivo de Fox, y su entonces equipo Buccaneers de Tampa Bay.

Fue el primer cetro, además, para el mariscal de campo Jalen Hurts, seleccionado como el Jugador Más Valioso de la final. Igualmente, para el running back Saquon Barkley, quien jugó seis campañas con los Giants de Nueva York.

“Se siente bien, pero no lo hubiese logrado sin mis compañeros... La defensa gana campeonatos”, expresó Hurts.

El triunfo de los Eagles impidió a los Chiefs convertirse en el primer conjunto desde que se creó el Super Bowl en 1967 en lograr tres cetros consecutivos.

Los Eagles registraron marca de 14-3 en el tope de la División Este de la Conferencia Nacional. Eliminaron en los playoffs 2025 a los Packers de Green Bay, Rams de Los Ángeles y los Commanders de Washington.

Cooper DeJean y Josh Sweat destacaron en la defensiva por los Eagles.

Jalen Hurts lanzó para dos touchdowns y corrió para anotar en un “tush push”, y la defensiva de Vic Fangio fue tan dominante que los Eagles no necesitaron mucho de (Saquon) Barkley.

El corredor que cambió juegos con sus dominantes actuaciones terminó con 57 yardas, y rompió el récord de Terrell Davis de más yardas por tierra en una temporada, incluyendo los playoffs. Hurts lanzó para 221 yardas.

“Este es un juego de equipo. No se puede ser grande sin la grandeza de los demás. Todos tuvieron un gran desempeño: la ofensiva, la defensiva y los equipos especiales”, dijo el entrenador Nick Sirianni. “Nunca nos importó lo que pensaran los demás sobre cómo ganamos o sus opiniones. Todo lo que queremos es ganar”, agregó.

Con Donald Trump convirtiéndose en el primer presidente en funciones en asistir a un Super Bowl, los Eagles superaron a Kansas City en todos los aspectos, deleitando a una multitud ruidosamente a favor de Filadelfia que celebraba cada anotación con una versión familiar de “¡Fly! ¡Eagles! ¡Fly!”

Ni siquiera la presencia de Taylor Swift pudo ayudar a los Chiefs. Perdieron por primera vez en 10 juegos esta temporada con la superestrella del pop en un palco observando a su novio Travis Kelce, quien no atrapó un pase hasta bien entrado el tercer cuarto.

Ni en las peores pesadillas de Kansas City sus aficionados podrían haber imaginado un rendimiento tan mediocre. Los Chiefs habían ganado tres de los últimos cinco Super Bowls.

Mahomes tenía un récord de 8-0 contra las defensivas de Fangio antes de que el coordinador de larga trayectoria y exentrenador en jefe de los Broncos le ganara la partida a Andy Reid, culminando su primera temporada con su equipo natal. Reid cayó a 3-3 en Super Bowls, incluyendo una derrota con los Eagles.

Los Eagles capturaron a Mahomes seis veces, el máximo de su carrera, incluyendo dos y media por parte de Sweat. Y lo hicieron sin que Fangio llamara a un solo blitz.

Barkley, el Jugador Ofensivo del Año de AP, solo tuvo 31 yardas por tierra en la primera mitad cuando Filadelfia construyó una ventaja de 24-0.

Hurts casi llevó a los Eagles a la victoria contra los Chiefs hace dos años en Arizona, pero Mahomes lideró una remontada y Harrison Butker pateó el gol de campo ganador en el último minuto para una victoria de 38-35. Mahomes llevó a Kansas City a una victoria en tiempo extra sobre San Francisco el año pasado para el segundo título consecutivo de los Chiefs.

Esta vez, una defensiva de Filadelfia renovada con ocho nuevos titulares del equipo de 2022 se aseguró de que Mahomes no tuviera oportunidad de realizar su magia.

El entrenador de los Eagles, (Nick) Sirianni, quien se burló de los fanáticos que cantaban “¡Despidan a Nick!” durante una victoria sobre Cleveland en octubre y fue llamado “payaso” en televisión nacional, finalmente debería silenciar a los críticos al agregar un anillo de campeonato a un currículum que incluye el quinto mejor porcentaje de victorias en la historia de la liga.

Sirianni fue bañado con Gatorade cuando faltaban casi tres minutos para el final del juego mientras el quarterback suplente Kenny Pickett tomaba las riendas en las últimas jugadas.

“No comenzamos como queríamos. Las pérdidas de balón nos dolieron. Asumo toda la culpa por eso”, sentenció Mahomes. “No jugué a mi nivel”.

Información de The Associated Press fue utilizada en esta historia.