Los Chiefs de Kansas City buscarán convertirse en el primer equipo en ganar tres campeonatos consecutivos en la NFL desde la creación de la era del Super Bowl en 1967, cuando enfrenten este próximo 9 de febrero a los Eagles de Filadelfia en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, Louisiana.

En los 105 años de historia de la liga, solo los Packers de Green Bay de (1929-31) y (1965-67) han ganado tres cetros al hilo.

Pero más allá de lo que sucederá deportivamente sobre el terreno de juego, los preparativos para el encuentro que será sintonizado por más de 120 millones de televidentes en Estados Unidos, van viento en popa. Y eso incluye la fabricación del tradicional balón “The Duke”, de la marca Wilson.

¿Por qué se le llama así?

Desde 1941, el balón oficial de la NFL lleva el apodo de “The Duke” en honor a Wellington Mara, antiguo propietario de los Giants de Nueva York, a quien su padre, Tim Mara, fundador y primer propietario de los Giants, le puso el nombre del Duque de Wellington.

De hecho, en aquel entonces, los propios jugadores de los Giants así le llamaban al jovencito Mara cuando trabajaba para el equipo como recogepelotas en 1925. Años más tarde, cuando su progenitor logró el acuerdo que convirtió a Wilson Sporting Goods Co. en el proveedor oficial de balones de fútbol americano para la NFL, adoptaron el mismo apodo, reseña en su web la compañía estadounidense.

¿Dónde se fabrican los balones?

Cada uno de los más de 2,500 balones producidos a diario se realizan en la fábrica de Wilson en Ada, Ohio, por casi dos docenas de expertos artesanos.

Cada balón comienza con cuatro paneles de cuero de vaca, curtido en Chicago, la ciudad natal de la empresa. Luego, se cortan a la medida y se estampa la insignia de la firma “The Duke”.

Desde 1955, los expertos artesanos de la fábrica Wilson han cortado, cosido y moldeado más de 700,000 balones al año para todo el mundo, desde los campeones del Super Bowl hasta las ligas juveniles.