Bayamón - Aunque el domingo se espera un Coliseo de Puerto Rico lleno total para el partido de exhibición entre dos de las raquetas más importantes del tenis mundial en la actualidad, el premio mayor tal vez se lo llevaron las múltiples decenas de niños que participaron este sábado de clínicas con Carlos Alcaraz y Frances Tiafoe.

Alcaraz, número tres del ranking de la Asociación de Profesionales del Tenis (ATP, por sus siglas en inglés) y Tiafoe, el número 18, no meramente se presentaron a las canchas del Riviera Tennis Center de Bayamón. No llegaron tan solo para cumplir.

Bajo un intenso sol y por espacio de dos horas exactas, dedicaron buen tiempo a jugar con niños y jóvenes de ambas ramas, al igual que la anfitriona y excampeona olímpica puertorriqueña Mónica Puig, quienes tuvieron varios ‘rallies’ interesantes con chiquitines y los más grandes.

“Esto es un abuso”, exclamó Puig luego de perder una secuencia con un chico de algunos 8 o 9 años, quien le dejó un tiro corto tras pasar la malla obligando a la medallista de oro de Río 2016 a acelerar la marcha sin poder llegarle.

Nada mal de todos modos para Puig, quien lleva alrededor de dos años y medio retirada del tenis, y quien hace un mes anunció que está embarazada.

Al momento se encuentra en su cuarto mes de gestación, pero en la cancha no se notó al sudar por espacio de 120 minutos y soltar varios de sus mejores tiros de antaño.

“Esto es un abuso”, repitió riendo cuando el mismo chico le cruzó por arriba de la cabeza otro tiro que esta vez picó largo cerca de la línea de fondo.

En fin, fue una muestra de lo que pasaron este sábado múltiples participantes de las clínicas.

El compartir con los niños comenzó con Alcaraz, ganador de cuatro torneos del ‘grand slam’ del tenis mundial, tomando la cancha principal del centro de tenis bayamonés, donde tuvo simpáticos intercambios con los más pequeños.

Más que una clínica, lució como un compartir mediante el cual todos los niños hacían una fila y en rotaciones cada pocos minutos, chocaban manos con el español y voleaban algunas pelotas, primero a su lado, con otros dos jugadores al otro lado de la cancha.

En la rotación, cada participante luego intercambiaba disparos en contra de Alcaraz, ganador de las últimas dos finales del Wimbledon ante el legendario y aún activo jugador serbio Novak Djokovic.

Mientras, Alcaraz la pasaba relajado con los chiquitines, en la cancha del centro, Puig sudaba la gota gorda, al igual que Tiafoe, quien a todas luces pareció el más que se divirtió de los tres.

A Tiafoe le tocó comenzar contra las chicas y chicos mayores, de unos 14 a 18 años, y con estos tuvo intercambios intensos con disparos de fuerza de parte de los participantes, quienes no se amilanaron por estar jugando frente al dos veces semifinalista del Abierto de Estados Unidos.

“Las chicas están jugando mejor. Tengo que decirlo”, expresó Tiafoe, luego de prolongados rallies con un par de chicas que provocaron que el estadounidense respondiera con más fuerza cada tiro que hacía, luego de ver este que ellas le pudieron devolver la pelota a cada disparo suyo.

Una de ellas fue Briana Bartels, una adolescente nacida en Nueva York pero residente en Vega Alta.

Bartels respondió con éxito varios ‘forehands’ y ‘backhands’ de Tiafoe, en lo que fue uno de los rallies más prolongados y vistosos del encuentro con los niños y jóvenes de la clínica.

Y cuando la bola picó en territorio de Tiafoe sin que este pudiera llegarle, ganando el ‘punto’ Bartels, el ‘Big Foe’ -como le apodan- tiró la raqueta en señal de molestia.

Obviamente no estaba molesto, pues Frances fue de los que más rió con cada tiro y cada respuesta de sus pupilos en la cancha.

Atacó la malla, retrocedía para responder a tiros largos y repetidas veces cruzaba la pelota de un ángulo a otro con toda la intención, y en tiros cortos, obligando a los chicos a que tuvieran que desplazarse para llegarle a la bola.

Fue una clase magistral de tenis para los asistentes, entre los que estuvieron unos 20 escogidos por la Administración de Vivienda Pública para beneficiar a niños y jóvenes de escasos recursos.

“Primero iré a la universidad y luego, por la gracia de Dios, me haré profesional”, dijo Bartels luego a El Nuevo Día.

Bartels dijo que recibe educación en el hogar para dedicarse al entrenamiento a tiempo completo y asistir a los torneos. Así que la experiencia con Tiafoe, es algo para su resumé.

“Es increíble verlo aquí. Siempre los ves en la televisión jugando Grand Slams, pero verlos en persona contigo es irreal”, agregó la joven de 17 años.