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“Esto es mío y nadie me lo va a quitar”: Mónica Puig revive una vez cada semana el momento en que se alzó con el oro en Río 2016

La primera medallista de Puerto Rico compartió lo que experimentó ese 13 de agosto de 2016 con suscriptores de El Nuevo Día y aficionados en el conversatorio “Leyendas Boricuas del Olimpismo”

20 de junio de 2024 - 8:52 PM

EN VIVO: Conversatorio Leyendas Boricuas del Olimpismo

EN VIVO: Conversatorio Leyendas Boricuas del Olimpismo

Repasamos la histórica hazaña de Mónica Puig al ganar la primera medalla de oro para Puerto Rico, en Río 2016.

En menos de dos meses se cumplirá el octavo aniversario de la gesta que finalmente hizo sonar “La Borinqueña” en el máximo escenario deportivo internacional: unos Juegos Olímpicos.

Fue en los Juegos de Río de Janeiro 2016 donde la tenista Mónica Puig no solo conquistó la primera presea dorada en la historia olímpica de la isla, sino que también se convirtió en la primera atleta boricua en alcanzar dicho logro y la primera mujer en ganar una medalla olímpica. De la noche a la mañana, Puig pasó a ser una heroína nacional y una estrella internacional.

Puig revivió ese histórico 13 de agosto de 2016 con el editor de Deportes de El Nuevo Día, Esteban Pagán Rivera, durante un conversatorio de la serie especial “Leyendas Boricuas del Olimpismo”, celebrado en el Distrito T-Mobile, y en el que también participaron suscriptores. En un momento especial de la velada, Puig confesó que mira el video completo del partido por la medalla de oro ante la alemana Angelique Kerber (clasificada como número dos en el escalafón mundial en el 2016), al menos, una vez a la semana.

Puig se impuso con marcadores de 6-4, 4-6 y 6-1, hizo sonar el himno nacional puertorriqueño por primera vez en unas Olimpiadas y escribió su nombre en los libros de historia de la isla y del deporte internacional.

“Veo el partido entero una vez cada semana. Tengo un momento favorito y es en el tercer set (con marcador de) 4-0, cuando gano el punto 40-30, vengo a la red, hago un split y empiezo a gritar ‘vamos’ y hago un puño a mi equipo. Ahí dije, ‘esto es mío y nadie me lo va a quitar’”, compartió Puig durante el conversatorio.

“Me gusta sentir las emociones de nuevo, es lo que me pasa cada semana cuando veo el video, es muy especial para mí”, relató Puig, quien se describió, hoy día, como una mujer aventurera, atrevida y sabía

No obstante, la retirada tenista y ahora triatleta reconoció que no siempre fue así. Incluso, contó que sintió cierta inseguridad en el transcurso de su participación en los Juegos de Río 2016. No fue hasta que llegó a la tercera ronda y dominó, 6-1 y 6-1, a la española Garbiñe Muguruza, que cayó en cuenta de la histórica oportunidad que tenía ante sí.

“Tengo que reevaluar las metas aquí para darme la oportunidad de creer que yo podía ganar”, recordó.

Clasificada número 34 en el ranking de la Asociación Mundial de Tenis Femenino (WTA) al momento de aterrizar en Río de Janeiro, Puig sostuvo que llegó al torneo jugando en su mejor nivel.

Puig confesó que luego de ganar su partido de primera ronda ante Polona Hercog con marcador de 6-3 y 6-2, su entrenador, el argentino Juan Ignacio “Nacho” Todero, le increpó si vino a las Olimpiadas solo para participar, o si vino para ganar.

“Mi meta era competir bien, estaba jugando bien. Quería disfrutar la experiencia olímpica,quería compartir con los atletas, quería ver lo que era participar en unos Juegos Olímpicos. En la primera ronda, gané pero no me fue muy bien en comparación con el tipo de tenis que venía jugando”, dijo Puig.

Mónica Puig compartió con fanáticos y con suscriptores de El Nuevo Día que se dieron cita en el Distrito T-Mobile.
Mónica Puig compartió con fanáticos y con suscriptores de El Nuevo Día que se dieron cita en el Distrito T-Mobile. (Nahira Montcourt)

(Al finalizar el partido) Me senté con mi entrenador (Todero) para el análisis posjuego y me pregunta ‘¿tú que haces aquí?, porque ese partido no fue nada de bueno’. Le contesté que ‘fue mi debut en unas Olimpiadas, estaba nerviosa y sí, no jugué muy bien, pero estamos bien’. Entonces me dijo ‘tú viniste, simplemente, a participar en estos Juegos o qué?’. Le contesté que no y luego me dijo que ‘si sigues jugando así, me estás demostrando que sí' (que solo vino a participar). Yo me enojé con él y le dije ‘¡te voy a enseñar que no simplemente vine a participar en unas Olimpiadas!’. En la segunda ronda no hablé con él en el calentamiento, me dio el plan de juego, lo entendí, entré a la cancha y ejecuté el plan. Salí de la cancha y me preguntó ‘¿pero qué pasó? Fue tremendo cambio, hiciste todo bien en la cancha y no te tengo que reprochar nada.’ Y ahí le dije, ‘¡viste, que no solamente vine a ‘participar’!’ Entonces me dijo, ‘no te enojes conmigo, pero sigue jugando así’”, añadió Puig.

Con su fuego competitivo encendido, Puig despachó a Anastasia Pavlyuchenkova, 6-3 y 6-2, y dominó a la española Garbiñe Muguruza al son de 6-1 y 6-1 en la tercera ronda. En los cuartos de final, doblegó a la alemana Laura Siegemund, 6-1 y 6-1, y derrotó a la checa Petra Kvitová en semifinales para adelantar al partido de campeonato ante Kerber.

Sobre el desafío contra Siegemund, Puig recordó que no estaba lista emocionalmente para el choque porque “todavía no había superado el momento de ganarle a Garbiñe y estaba bien ansiosa, nerviosa de cómo estaba jugando, pues nunca había jugado tan bien. Pero ese día (para el partido contra Siegemund) amaneció lloviendo, llovió todo el día y cancelaron el juego. Eso me permitió darme un reset, tranquilizarme y procesar todo lo que estaba pasando”.

Contó, además, que antes del inicio de la final contra Kerber, le pidió cinco minutos a su preparador físico para ir al baño, y allí solicitó ayuda celestial.

Me arrodillé en el baño y dije ‘Dios, no te pido más nada que solamente me ayudes a disfrutar el partido. A mí no me importa ganar o perder, yo quiero disfrutar este momento porque no sé si vendrá otra vez, no sé si podré participar en otras Olimpiadas’. Y realmente disfruté cada momento de ese partido; el segundo set se me escapó por un poquito, pero (en) el tercer set desaparecí, me fui en un viaje, jugando en piloto automático y disfrutando escuchar al público gritar ‘¡Sí se puede!’. No recuerdo ni sé cómo llegué a 5-0 en el tercer set, pero algo hice bien“, rememoró Puig.

“Quisiera poder estar jugando a un nivel muy alto”

En una lucha constante por mantenerse con su primer amor, el tenis, Puig sufrió lesiones que la obligaron a despedirse del deporte en el 2022.

Mónica Puig también compartió con la presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur), Sara Rosario.
Mónica Puig también compartió con la presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur), Sara Rosario. (Nahira Montcourt)

Dos años más tarde su deseo hubiera sido poder seguir compitiendo a un nivel alto, siendo ahora una triatleta, Puig atesora la gesta que alcanzó en Río de Janeiro y la medalla de oro que conquistó, tanto para ella como para Puerto Rico.

Muchas veces, especialmente cuando estoy en la casa empacando para un viaje, a veces saco la medalla y la miro; me quedo un rato sentada en el closet mirando la medalla de oro. Todavía no puedo creer que pasó porque fue un momento especial en mi vida. Entrené fuertemente toda mi vida para ser tenista profesional, pero no me importaba la disciplina... yo quería llegar a unas Olimpiadas y llegué y alcancé una meta (de la) que no puedo describir las emociones y pensamientos porque no me caben las palabras”, enfatizó Puig.

Al finalizar el conversatorio, Puig compartió con los suscriptores de El Nuevo Día y firmó autógrafos para las decenas de fanáticos que se dieron cita al Distrito T-Mobile.

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