La jugadora de la Selección Nacional de voleibol femenino conoció fortuitamente el 27 de octubre a Nayeliz Medina Colón, quien luego fue una de las víctimas del doble asesinato del 10 de diciembre en Bayamón
La jugadora de la Selección Nacional de voleibol femenino conoció fortuitamente el 27 de octubre a Nayeliz Medina Colón, quien luego fue una de las víctimas del doble asesinato del 10 de diciembre en Bayamón
19 de diciembre de 2024 - 9:59 AM
La veterana jugadora y libero de la Selección Nacional de voleibol femenino, Shara Venegas, relató en su cuenta personal de la red social Facebook una estremecedora historia sobre su fortuito encuentro con Nayeliz Medina Colón un mes y medio antes de que esta joven fuera una de las víctimas fatales del asesinato de dos jóvenes en Bayamón.
Venegas, una de las 12 jugadoras del histórico equipo que consiguió la primera clasificación del voleibol puertorriqueño a unos Juegos Olímpicos y quien participó en la justa de Río 2016, se topó con Medina Colón en circunstancias que no quedan muy claras en el escrito de Venegas, pero al parecer se trató de un accidente de tránsito en el que terminó asistiendo a la joven.
Según narró la jugadora, Nayeliz presentaba una herida en su cabeza y perdía mucha sangre al momento de encontrarla tirada en la carretera, el 27 de octubre cuando conducía de regreso a su hogar, luego de participar en un campamento de la Selección.
El relato de Venegas, publicado este miércoles en su cuenta personal de Facebook, se da luego de enterarse de que la misma joven a quien socorrió en la carretera y condujo hasta el hospital aquel 27 de octubre para salvarle la vida, luego de una hora y media esperando por una ambulancia, fue la misma que el 10 de diciembre fue reportada como víctima del doble asesinato en Bayamón.
Como parte de su relato Venegas cuenta que al llegar al escena había un caballero que le pidió a Shara que se quedara ayudando a la joven pues él estaba haciendo gestiones de llamadas para tratar de conseguir que la policía fuera a brindarles ayuda, así como intentaba conseguir alguna ambulancia tras llamar al servicio de emergencias.
Eventualmente Venegas se enteró que el hombre era precisamente un policía que estaba libre de servicio en ropa de civil y se había detenido a socorrer también a la joven. Cuando este se acercó de nuevo a donde estaba Venegas con la joven, le indicó que le habían informado vía telefónica que no llegaría asistencia pues casi a esa misma hora en otra zona había ocurrido un accidente fatal con otras personas y todo el personal disponible se dirigía hacia la otra escena a atender la emergencia.
Fue cuando el mismo caballero le indicó a Venegas que la llevara ella misma a una sala de emergencias.
“Nos montamos y nos dirigimos al hospital y a sala de emergencias de inmediato... Allí nos atendió una doctora con manos benditas y con un corazón enorme. Le curaron las heridas, le cogieron puntos en la cabeza y le atendieron todas las lesiones en su cuerpo. Me quedé con ella todo el tiempo. Mientras la doctora le cogía los puntos, nunca olvidaré cómo Nayeli apretaba mi mano, aunque no nos conocíamos pero compartíamos el mismo miedo: LAS AGUJAS”, escribió Venegas en parte de su relato.
“Finalmente le dieron de alta y todo salió bien. Salimos del hospital alrededor de las 11:00 p.m. Cuando llegué a casa, Nayeli me envió un mensaje hermoso agradeciendo todo lo que hice por ella. En su mensaje me repitió muchas veces que su mamá me agradecía por salvarle la vida a su hija, y créanme, fue de los mensajes más hermosos que se sintió leer”.
“Hace aproximadamente una semana vi una noticia de dos jóvenes que perdieron la vida tras una discusión en Bayamón. Lloré tanto al enterarme, y mientras escribo esto, sigo llorando. La joven fallecida es la misma Nayeli a quien ayudé aquel día 27 de octubre, un día que jamás olvidaré. Hoy, otra madre duerme sin poder abrazar a su hija o decirle por teléfono un “Te amo”, lamentó Venegas en su escrito.
Venegas tuvo oportunidad de conocer precisamente a la madre de la joven, pues mientras la asistía en la carretera el día del accidente de tránsito a finales de octubre, la dama llegó desesperada al lugar cuando encontró a su hija siendo socorrida por la jugadora.
El doble asesinato ocurrió el pasado martes, 10 de diciembre, y más tarde ese día el Negociado de la Policía identificó a las dos víctimas. El crimen ocurrió en la calle Faisán de la extensión Quintas de Flamingo, en Bayamón, donde aparecieron los cuerpos baleados.
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