Con el uniforme de Puerto Rico, la voleibolista Nayelis Cabello Cuebas regresó llorosa al aeropuerto de Nueva Jersey y se dirigió a los brazos de sus padres, que la fueron a recoger de madrugada, luego de que una regla la declarara inelegible para representar a la isla y la bajara del avión en que se iba a montar en 2021 para jugar con la Selección Sub-17.

La dura escena la describe su señora madre, Mayra Cuebas, con la intención de explicar la regla de elegibilidad que afecta a jugadoras boricuas en Estados Unidos y que la Federación Puertorriqueña de Voleibol disputa ante el ente internacional en Suiza.

“Recuerdo como si fuera hoy, que la buscamos a las dos y treinta de la madrugada. Ella estaba con su uniforme, su bultito, con todo lo de Puerto Rico. Llegó llorando y preguntando: ‘¿Qué paso? ¿No me quieren?“, con todas las dudas de una niña de 16 años”, relató Cuebas sobre la escena y la noticia a la que ella le llama la ‘bomba’.

Cabello fue declarada inelegible para jugar con Puerto Rico porque USA Volleyball tenía sus derechos de elegibilidad, protegidos por la regla del 2020 que otorga el derecho de elegibilidad a la federación con que la atleta se afilie a partir de los 14 años.

Cabello, en su caso, quedó afiliada a USA Volleyball al jugar con un club de Orlando en un torneo de avalado por dicho organismo estadounidense.

Naturalmente, la regla de elegibilidad que la familia Cabello Cuebas entendía que aplicaba a jugadoras boricuas en Estados Unidos era la tradicional, la que dice que si eres nieto o hijo de boricuas puedes jugar con Puerto Rico, como fueron los casos de exjugadores nacionales de la pasada década, Shannon Torregrosa y José Rivera.

“Es que uno no lee las letrás pequeñas (de los contratos)”, dijo Cuebas. “Y USA Volleyball nos llamó para decirnos que le interesaba Nayelis (para los equipos nacionales) y nosotros le dijimos que no, que ella quería representar a Puerto Rico. En ese momento, nunca nos dijeron que no podía representar a Puerto Rico”.

Cabello, atacante de 6′0 de estatura, es hoy día jugadora de segundo año en la Universidad de Louisville, en donde jugó la actual acomodadora nacional, Wilma Rivera.

Cuebas afirmó que lo mismo debe estar ocurriendo con cientos de niñas boricuas que están jugado clubes en Estados Unidos y quisieran algún día representar a Puerto Rico.

Otro de esos caso es la de Naomi Cabello, la hija mayor de Cuebas, quien tampoco es elegible para representar a Puerto Rico porque pertenece a USA Volleyball.

Cabello está jugando aquí como nativa con las Valencianas de Juncos en el Voleibol Superior. Pero para jugar necesita una carta de transferencia de USA Volleyball.

Por su parte, la Federación Puertorriqueña de Voleibol alega que estos casos ocurren porque no hay comunicación de USA Volleyball hacia las jugadoras que se le afilian y sobre los derechos adquiridos por esa acción.

“Nadie les avisó”, dijo el presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol, César Trabanco.

“Tenemos aquí, en el Voleibol Superior, seis o siete jugadoras con el mismo caso de Naomi Cabello, que necesitan el transfer de USA Volleyaball para jugar aquí”, agregó.

La única salida que tiene este tipo de jugadora como Cabello es gestionar una nativización, como hizo la Federación con Maurice Torres.

Pero ese proceso cuesta dinero, además de que tiene una regla que limita a las federaciones a convocar solamente una jugadora nativizada por torneo. Y ese espacio está ocupado en la Selección femenina adulta al día de hoy por la opuesto Brittany Abercrombie, quien anunció su retiro del seleccionado.

Trabanco dijo que, para buscarle la vuelta a la nativización, fue a Suiza en noviembre pasado y presentó ante la Federación Internacional de Voleibol, que ahora se llama Volleyball World, una observació de la actual regla de elegibilidad para lograr que jugadoras como Cabello le puedan representar.

Trabanco agregó que entre marzo y abril espera una respuesta de Volleyball World.

“Lo que estamos buscando es que se modifique la edad porque a los 14 años las atletas y padres no están pendiente a eso (elegibilidad), que lo coloquen a una edad en que la jugadora pueda decidir”, dijo.

“Hemos pedido que se evalúe porque, posiblemente, Puerto Rico es el país que más se afecta”.

El presidente federativo agregó que Voleyball World le escuchó el planteamiento y le ordenó someter testimonios de jugadoras como las hermanas Cabello sobre su relación y parentezco con Puerto Rico.

Cuebas afirmó que sus hijas sometieron su testimonio sobre su parentezco por la isla. Las hermanas son, inclusive, sobrinas del otrora jugador de voleibol superior, Frankie Cuebas.

La madre dijo que no tiene resentimiento con Estados Unidos, que está agradecida que sus hijas se desarrollaron en ese país desde los 6 años.

Pero dijo que el testimonio a Volleyball World está volcado hacia Puerto Rico porque es para Borinquen que sus hijas quieren jugar.

“Las niñas escribieron una carta expresando su sentir porque ellas están interesadas en representar a Puerto Rico. Estamos muy agradecidos de que ellas se desarrollaron aquí. Pero ellas entienden que sería un honor representar a Puerto Rico. Sus vacaciones las quieren pasar en Puerto Rico. No tenemos familia acá. Tampoco mi esposo. Siempre se les ha inculcado la cultura puertorriqueña y ellas creen y sangran por Puerto Rico”, apuntó la progenitora de ambas jugadoras.