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Artesano no vidente se destaca por sus obras en madera

Arturo Ortiz no reconoce impedimentos para hacer impresionantes trabajos, y sus pilones ya han llegado a países como Alemania y sus bolígrafos a Medio Oriente

7 de agosto de 2023 - 11:40 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 1 año.
Don Arturo Ortiz quedó ciego tras padecer de meningitis cuando tenía 26 años. (WANDA LIZ VEGA)

Aunque el mundo de don Arturo Ortiz está a oscuras, su mente y su creatividad ven la luz en cada una de sus artesanías. Es que, a sus 77 años, el artesano gurabeño no vidente, sigue dándole forma a su talento para las artes, demostrando que no hay impedimentos que limiten cuando se tienen la ganas de superarse.

Ortiz es el primer artesano no vidente certificado por la Compañía de Fomento Industrial y por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y se destaca en tres renglones: cestería, tornería en madera y en hamacas tejidas.

Pero, su enfoque es la tornería con la que trabaja pilones, tostoneras, candelabros, set de navajas de afeitar, copas y, su especialidad, los bolígrafos en maderas típicas, en cuerno de venado, en cuerno de arce y en acrílico. También elabora juguetes tradicionales como el trompo, el yoyo, el balero, entre otros objetos.

Lo más sorprendente es que todas estas destrezas Ortiz las aprendió luego de quedar ciego, en el año 1973, cuando tenía 26 años. “Fue a causa de una meningitis que me dio luego de que fui a hacerle un trabajo a un amigo mío judío en Nueva York. Yo tenía que echar una caldera a correr y tuve que marronear una tubería, respiré todo eso y parece que ahí había excremento de paloma que produce meningitis. Estuve dos años convaleciendo en el Roosevelt Hospital, prepararon hasta el panteón mío acá en Puerto Rico para traer mi cadáver, pero Dios me levantó porque soy un milagro de Dios. Ya han pasado 50 años de eso. Incluso, los que prepararon mi panteón ya se fueron y yo sigo aquí”, relató el septuagenario.

El artesano muestra un impresionante dominio de la maquinaria que utiliza.
El artesano muestra un impresionante dominio de la maquinaria que utiliza. (WANDA LIZ VEGA)

Un año después de enfrentar esa adversidad, en 1974, Ortiz regresó a la Isla junto a su esposa María de Los Ángeles Cruz y sus dos hijos Arturo Ortiz y Daisy Ortiz. No se quedó de brazos cruzados, sino que comenzó a buscar la manera de desarrollarse en diversas áreas para poder sostener a su familia.

“Cuando quedé ciego, mis hijos estaban pequeños, entonces empecé a pensar qué iba a hacer. Como mi padre era un agricultor del campo, tenía que ser artesano de sus herramientas y hacía la soga tejida para el ganado, entre otras cosas, y yo tenía eso en mi mente. Y, como el cerebro es una computadora que archiva el conocimiento y después, cuando uno lo quiere sacar del archivo, lo saca y lo pone en práctica, pues así hice yo. Gracias a Dios, tenía todo eso archivado y poco a poco, yo solo, fui desarrollándome”, explicó Ortiz, quien empezó con el arte de la cestería.

“Para los 70 estaba en apogeo el ratán y tenía un cuñado que hacía muebles y yo empecé haciendo las lámparas tejidas en mimbre y ratán para el comedor y para la sala. Ahí pegué a hacer diseños de canastas y cestas de ropa”, dijo el artesano.

A la par con la cestería, Ortiz trabajaba hamacas tejidas, arte que conoce a la perfección, pero dejó a un lado porque asegura que le toma mucho tiempo confeccionarlas. Entonces decidió dedicarse más a la tornería en madera, que es su pasión.

“La tornería es lo más que me gusta, me dieron un torno y comencé a practicar solo y me desarrollé. Actualmente, me enfoco en trabajar bolígrafos en maderas típicas, en cuerno de venado y en acrílico, además de la cestería”, comentó el artesano, quien labora en su taller, que ubica en el patio de su casa, pero también se ha desempeñado como maestro artesano y da talleres de tornería tanto en la Universidad del Turabo, como en diversas escuelas.

Algunos de los productos que elabora.
Algunos de los productos que elabora. (WANDA LIZ VEGA)

De hecho, el artesano gurabeño trasciende con su talento los límites geográficos de la Isla, ya que sus piezas han llegado a distintas partes del mundo.

“Me hacen muchas órdenes de empresas en Puerto Rico y en Estados Unidos. Pero también exporto mis piezas a otros países. Hay pilones míos en Arabia Saudita y en Alemania. Hay bolígrafos míos en Medio Oriente porque tengo una muchacha que es árabe que tiene unas cuerdas de terreno aquí en Guavate y ella exporta madera y exporta mis bolígrafos”, señaló orgulloso el artista.

Ciertamente, cada pieza es una obra de arte y es impresionante ver cómo don Arturo maneja herramientas tan peligrosas y complejas como el torno y la sierra, entre otras maquinarias que a cualquiera pudieran intimidarle. Sin embargo, él, con gran seguridad, se posa frente a ellas, las conoce y las maneja con destreza.

“He desarrollado más el tacto y el oído, aunque estoy un poquito afectado del oído, pero la persona no vidente mayormente desarrolla el tacto y el sentido facial que no ha sido reconocido, pero yo creo que es así, que es un sentido importante. Yo sé cuando la pieza está final, por el tacto y por el olfato”, afirmó don Arturo, quien ha sido merecedor de reconocimientos como el Premio Martin Luther King en el 2013, Artesano Típico de Puerto Rico, además de haber sido homenajeado en su pueblo y en el Capitolio.

Cabe destacar que Ortiz no solo conoce el proceso de elaboración de sus piezas, sino que tiene vasto conocimiento de las maderas que trabaja y siempre busca aprender para poder trabajar piezas de calidad. “Tengo dos enciclopedias y ahí tengo todas las clases de arbustos que puede haber en Puerto Rico y en el Caribe. Entonces, cuando necesito alguna información, busco alguien que me ayude a identificar la madera”, indicó el artesano.

Y, mientras continúa su faena, don Arturo mantiene vivo su entusiasmo por enseñar lo que sabe. “Yo le recomiendo que la persona debe buscar la forma de buscar algo en su vida que le pueda servir de apoyo para salir de su crisis. Yo doy charlas y talleres en muchas universidades y siempre enfatizo que la vida continúa, que debemos tener la autoestima alta y buscar algo en qué tener la mente ocupada. La artesanía es algo que te mantiene la mente activa”, puntualizó el artesano.

Para información adicional, puede llamar al 787-586-1213.

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