El fallecimiento de la periodista cubana Gloria Leal ha dejado un vacío en el periodismo en Puerto Rico y Estados Unidos, donde su pasión por la cultura, el arte y el entretenimiento quedó plasmada en letras para la prosperidad.

Leal, de 83 años, falleció el domingo, 16 de marzo de 2025 en su hogar en la ciudad de Miami, Florida. “Ella estaba en su casa, se fue tranquila”, expresó su sobrina, Sylvia Leal a El Nuevo Día.

Al momento, la familia celebrará una misa en su honor en Miami y próximamente compartirán los detalles.

Leal trabajó desde 1997 hasta mayo de 2012 cuando se retiró tras 15 años como directora asociada a cargo de las secciones culturales del periódico El Nuevo Herald de Miami.

Anteriormente, la destacada periodista cubana trabajó en Puerto Rico durante 20 años para El Nuevo Día, donde tuvo a su cargo la secciones de Por Dentro, Cultura y Entretenimiento.

Sus colegas y pupilos en el medio compartieron con este rotativo cómo recordarán a la también profesora universitaria, quien nunca dejó de enseñar lo que una vez el periodista y escritor colombiano Gabriel García Márquez catalogó como “el mejor oficio del mundo”.

“Gloria Leal no es fácil de encasillar”, destacó la periodista Maru Antuñano, quien laboró con Leal en El Nuevo Día (1984- 1990) y en El Nuevo Herald (2000 hasta su retiro). “A ella debo mi carrera en el periodismo. Jamás pensé dedicarme a este oficio y ella, después de haberle traducido varios artículos para El Nuevo Día me animó a escribir. Me devolvió el artículo unas cuatro veces hasta que estuvo como ella quería. Su amor por la letra escrita, por el arte, por el periodismo y la cultura no tenía limite. Siempre exigió y se exigía excelencia. Aún después de su retiro se mantenía al tanto de todo. Día a día recibía y leía los periódicos y los seguía editando con tinta roja o negra. Era incansable. Se pasaba horas dibujando y escribiendo pequeñas “sentencias poéticas”. Tampoco tenía limites su generosidad y su amor por los suyos. Me quedo con todo y tanto de lo que me regaló. ¡La extrañaré tanto!”, compartió Antuñano a través de declaraciones escritas.

“Creativa, culta y asertiva. Con un ojo para desarrollar noticias interesantes. Tenía la habilidad de saber enseñar. Nos iniciábamos en el oficio y entramos bajo su ala a aquella redacción de Por Dentro. Ella nos fue puliendo y formando. Ella formalizó en los periódicos lo que no existía, esas áreas de artículos sobre la literatura, cultura, entretenimiento y arte”, recordó por su parte la también editora, Maite Ribas, quien laboró con Leal en El Nuevo Día.

“Ella era rigurosa y nos enseñaba el rigor del oficio. Esa rigurosidad la he seguido usando en tantas facetas de mi vida profesional y personal. Ese rigor te lleva a ser entrega de trabajo al cien por ciento, con contenido y que cumplan con esas metas y propósitos”, contó sobre su aportación en el periodismo.

Gloria Leal nació en el barrio habanero de El Vedado, el 1 de octubre de 1942, en el seno de una familia cubana. Desde que partió de Cuba en 1961 vivió en Puerto Rico, Estados Unidos, Panamá y España. En los últimos años residió en Miami, donde falleció.