Con la llegada y aplicación de tecnologías innovadoras y necesarias, el Archivo General de Puerto Rico (AGPR) ha entrado en una nueva etapa que promete cambiar y facilitar cómo se investiga la historia del país, abriendo las puertas a numerosas y esperanzadoras posibilidades.

Se trata de las nuevas Colecciones Digitales, un proyecto en el que un extenso grupo de archiveros y expertos han trabajado por unos cuatro años y que ha contado con una inversión de casi $5,000,000, entre fondos de una beca de la Fundación Mellon y asignaciones adicionales que el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) logró asegurar.

Durante la presentación oficial del proyecto, que lanzará el día 7 de julio, la directora del AGPR, Hilda Teresa Ayala González, explicó cómo ha funcionado este extenso proceso, al igual que los resultados que han logrado.

“La primera etapa es la selección, buscando un balance entre recursos en deterioro, los utilizados por la comunidad o aquellos con un alto potencial de uso. Una vez seleccionado, se analiza su estado de conservación y preparación. Si cumple con las características necesarias, entra al flujo de trabajo”, sostuvo.

La segunda etapa, continuó, es la preservación y conservación, en la que se corrobora el orden, se remueven grapas, hilos o presillas, se limpia el polvo y se ubican en nuevos contenedores de calidad archivística. Si los materiales necesitan estabilización, se envían a un taller de conservación para su lavado, desacidificación, remoción de adhesivos, encapsulación o reparaciones. La tercera etapa es la digitalización y según el tipo de material o el tamaño, se asigna al equipo de digitalización adecuado, para capturar el objeto y producir la versión digital.

“Durante la digitalización, se hace la primera evaluación para asegurar que el objeto está enfocado y completo. Luego, pasamos a la fase de control de calidad y postprocesamiento. En esta cuarta fase, se realiza el control de calidad que comienza con una inspección visual de los materiales digitalizados, en comparación con el objeto físico, se observa el color y las características, corroborando que la versión digital sea lo más parecida posible al original”, continuó Ayala González.

La penúltima fase es la preparación de los metadatos, en la que se compila la información de cada objeto digital para facilitar su búsqueda. La fase final, entonces, es la preparación de estos grupos de datos para importar al servidor de resguardo y al repositorio digital para acceso a la comunidad, que ha diseñado el equipo de trabajo.

Durante el anuncio, se presentó un video en el que se explicó, paso a paso, cómo funcionará la plataforma. En esta página web, los usuarios tendrán acceso a varios mecanismos de búsqueda que les permitirán ir de lo más amplio hasta lo más específico, y, en algunos casos, se podrá incluso buscar palabras específicas dentro de documentos históricos gracias a tecnología de reconocimiento de texto.

En esta primera fase, se incluyeron sobre 3,500 documentos y 190,000 páginas de manuscritos, periódicos, fotografías, partituras y revistas de distintas colecciones importantes. Algunas de las colecciones que estarán accesibles, en parte, son la Colección hemeroteca, las Actas del cabildo de San Juan Bautista, del Fondo municipio de San Juan, acuarelas de la Colección Agustín Stahl, las series Ferrocarriles y Tranvías del Fondo Obras Públicas, los cuarteles San Juan y Puerta de Tierra de la Serie Novedades de la Policía, varios materiales del Subfondo de la División de Inteligencia de la Policía, entre ellos negativos de fotos y grabaciones realizadas durante el periodo de las “carpetas”, entre otros materiales.

“Ha costado muchísimo y, más allá que dinero, ha costado muchísimo esfuerzo. Días y noches trabajando bajo un sueño que parecería simple. Cuando se inicia, hace unos cuantos años, se propone que, por primera vez, hubiese un archivo digital cumpliendo con los estándares federales, que pudiese otorgar al Archivo General de Puerto Rico, principalmente, una muestra de alta calidad de lo que pertenece y se cobija a diario y que fuera accesible y democratizado”, expresó el director ejecutivo del ICP, Carlos Ruiz Cortés.

“Al final, nosotros, lo que queremos es eso, que podamos tener una accesibilidad responsable para todos los investigadores, pero también para todos los curiosos de la historia de Puerto Rico. Para mí es bien importante lo que hoy vamos a poder realizar, presentarle al pueblo de Puerto Rico lo que será esta gran iniciativa, que va a ser sumatoria, que va a seguir alargándose a través del tiempo, con un plan bien estructurado y que, poco a poco, las colecciones se seguirán sumando”, continuó.

La archivera Ayala González, por su parte, enfatizó la importancia del trabajo de todas las personas envueltas y explicó que, pensando en el futuro, se han tomado las medidas necesarias para que el proyecto pueda continuar y no se vea afectado por cambios de administración u otros problemas generales que muchas veces afectan la continuidad de proyectos importantes.

“Una de las metas que tuvimos del día uno cuando estábamos diseñando este proyecto era que tuviera continuidad. Eso quiere decir que yo no dependo de ninguna suscripción ni de ningún pago. La plataforma para acceso a al repositorio digital o a las colecciones digitales está basada en código abierto”, dijo.

“Este proyecto, la única razón real de que existe hoy en día, es porque tenemos un equipo de trabajo muy profesional y sobre todo comprometido, con llevar a cabo este proyecto, este sueño de país de hacer accesible estas colecciones digitales para el Archivo General de Puerto Rico. Yo acá tengo ideas y tengo sueños, pero quienes están en el piso, bregando día a día, son ellos, traduciendo estas ideas, traduciendo nuestras metas y haciéndolas realidad. Así que yo les pregunto, ¿están listos para descubrir su historia?”, concluyó la archivera.