El primer pintor puertorriqueño quizá no salió de su entorno en el Viejo San Juan, pero su huella en las artes plásticas, caracterizada por la belleza del retrato y la miniatura, continúa trascendiendo el tiempo y espacio en que vivió.

Considerado uno de los virtuosos más destacados del siglo 18 en Hispanoamérica, José Campeche y Jordán representa, incluso en la era moderna, los valores culturales de una patria que honró a través de su impecable trabajo en la plástica y también en la música.

Hijo de un esclavo liberto y una madre procedente de las Islas Canarias españolas, Campeche, siendo autodidacta, cultivó, además de la pintura, otras manifestaciones tales como la arquitectura, topografía, elaboración de instrumentos musicales y el diseño de escudos.

A unos 215 años de su muerte, su legado sigue siendo objeto de estudio y reconocimiento. Incluso, muchos artistas se han inspirado en su obra para desarrollar un estilo propio que honre la figura de este insigne puertorriqueño y, además, presentar una propuesta única.

A días de la celebración de la Campechada, el sábado, 31 de agosto y domingo, 1 de septiembre, académicos analizan la huella de José Campeche en la antesala al evento cultural de mayor relevancia en el archipiélago borincano.

La directora del Programa de Artes Plásticas del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), María del Mar Caragol Rivera, estima que “la huella de Campeche está muy viva en las artes y la cultura puertorriqueña”.

“Desde muy pequeño, Campeche era considerado prodigioso en las artes, aparte de que fue autodidacta hasta que empezó a estudiar formalmente en el Convento de los Dominicos y luego con el pintor de la puerta española Luis Paret y Alcázar. Su amor por las artes lo llevó a ser uno de los grandes retratistas, no tan solo de Puerto Rico, sino de Hispanoamérica”, expresó.

“Es precisamente ese deseo que él tenía por cultivar la música, su amor por la arquitectura, la topografía, la elaboración de instrumentos musicales y, ciertamente su trabajo artístico como pintor, son parte de esos elementos que forman la huella que está impregnada en la historia del Viejo San Juan como la recordamos hoy y como se presenta en la historia”, abundó.

Aseguró además que “es precisamente esa memoria histórica que ha llevado a muchísimos otros artistas contemporáneos y artistas modernos a mirarse en la creación de sus obras”.

“Sin duda alguna podemos entender que hay algunos denominadores en común que emocionaban a Campeche a la hora de pensar en un concepto para su obra y que, con el paso del tiempo han sido esos mismos factores que han despertado la curiosidad en la obra de muchísimos otros artistas y gestores de la cultura”, opinó.

Campechada, un evento cultural celebrado por el ICP desde el 2011, no tan solo ha exaltado la figura de Campeche y Jordán, sino que ha sido plataforma para dar a conocer el legado de otros artistas plásticos, músicos, gestores culturales y, recientemente, el teatro.

“Campeche nos dejó un legado a través de su cuerpo de trabajo y lo que hemos logrado indagar a través de nuestra historia. Su huella va mucho más allá de la plástica porque él representaba los valores de la cultura puertorriqueña”, sostuvo.

Al profundizar sobre la huella de Campeche, la educadora mencionó que “la música es un componente unificador dentro de todo este proyecto”.

“Así ha sido constante desde el 2011 hasta hoy, demostrando que ese amor que Campeche sentía y era muy palpable, tanto en su trabajo musical como en su trabajo de artes plásticas, está muy presente también en la clase artística y en la cultura que se desarrolla a partir de los trabajos de todos estos creadores en el día de hoy”, afirmó.

Otros virtuosos honrados a través de Campechada son: Francisco Oller, Rafael Tufiño, Myrna Báez, Rafael Ríos Rey y Elizam Escobar.

Igualmente se han exaltado figuras trascendentales en la historia de Puerto Rico como Eugenio María de Hostos, Juan Morel Campos, Abelardo Díaz Alfaro, Ricardo Alegría, Jesús ‘Chuito’ Sánchez Erazo y Lola Rodríguez de Tió.

Este año, el evento será dedicado a la educadora y teatrera Victoria Espinosa.

“En adición, vamos a ver un elemento unificador entre estos grandes maestros, José Campeche que nació en el siglo 18 y Victoria Espinosa que es una maestra contemporánea que hace poco falleció. Pero había algo en común entre esa curiosidad insaciable y ese amor por su país que tenían tanto Campeche como Victoria Espinosa”, apuntó.

“Tenemos una cuna de talentos extraordinaria que tiene tanto que ofrecer y que nos invita a conocer y entender ese mapa que conforma la identidad, la nacionalidad puertorriqueña, que va más allá de abordar las artes plásticas y nos permite entender lo magnífico de la cultura puertorriqueña”, concluyó.