Por más de 40 años, el loiceño Juan Fuentes Molina se ha dedicado a la confección de los instrumentos de cuero para que siga sonando la bomba y la plena puertorriqueña
Por más de 40 años, el loiceño Juan Fuentes Molina se ha dedicado a la confección de los instrumentos de cuero para que siga sonando la bomba y la plena puertorriqueña
10 de noviembre de 2021 - 11:40 PM
Loíza - Detrás de la magia que evocan los barriles de la bomba y los panderos de la plena, se encuentra el sudor de las manos de Juan Fuentes Molina, un loiceño que por más de cuatro décadas se ha dedicado a la elaboración de los principales instrumentos de la música afrocaribeña.
Cuando las palmas de Fuentes Molina no resuenan sobre los tambores, están trabajando en la madera y la elaboración de ocho instrumentos de percusión diferentes. A lo largo de su carrera como artesano, ha realizado panderos, barriles, congas, tambores, tambor primo, buleador, tambores dominicanos y el bongó.
“Yo tenía algunos 12, 13 años y me acuerdo que el difunto Titino Sánchez, que era pescador, me decía ‘móntale este cuero a esta pandereta’. Él era así, bien espontáneo. ‘Yo no sé montar eso’ (le respondió Juan). ‘Pues aprende, búscate un cuero de chivo y móntale el cuero’”, así fue como Fuentes tuvo su primer acercamiento al proceso de fabricación del cuero, pieza importante en la percusión.
Durante su adolescencia, el dueño de Taller La Plena, establecido en 1984, cargaba en sus bolsillos con hilo similar al que se utiliza para amarrar pasteles y, durante los descansos de los músicos o al finalizar los bombazos a lo que asistía en Loíza, se acercaba a los instrumentos y les tomaba medidas a los tambores. Poco a poco, se tomó en serio la creación de los instrumentos de percusión hasta llegar a educarse leyendo y tomando talleres.
Con el paso del tiempo, Fuentes Molina, quien posee un bachillerato en sociología de la Universidad Ana G. Méndez, se convirtió en tallerista y artesano certificado por la Compañía de Fomento Industrial de Puerto Rico, en 1999.
La importancia de proteger y trabajar en favor de la cultura puertorriqueña motivó al músico a hacer lo que durante su adolescencia gestores culturales de su comunidad hicieron con él. A través del proyecto de la dramaturga y directora Zora Moreno, “Flor de Cahíllo”, el sociólogo ofreció su primer taller de construcción de instrumentos de percusión a 14 jóvenes y adultos de la comunidad.
Con la experiencia adquirida como maestro, el artesano ha tenido la oportunidad de continuar ofreciendo talleres fuera de Puerto Rico, en Texas, Rhode Island, Connecticut y New Haven. Los tambores confeccionados en Taller La Plena han llegado hasta Corea del Sur, Panamá, Estados Unidos y Europa.
Fuentes Molina visita su taller tres veces por semana para trabajar en sus piezas. La gran mayoría de estas las elabora él solo y, en algunas ocasiones, cuenta con la ayuda de vecinos y compañeros. Desde su retiro de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), en 2012, se ha dedicado de lleno a la construcción de instrumentos y a enseñar su arte a jóvenes y adultos.
“Sería chévere dar un taller a los confinados de cómo se hacen los tambores. La salud (suya) no es la misma de años atrás, cada vez hay algunas complicaciones, pero dentro de lo que se pueda, preparamos un taller para aquellos que quieran seguir llevando la bomba a otro lugar, a otros confines de aquí a América. Sé que estamos listos para eso”, expresó el artesano.
El Taller La Plena se encuentra localizado en el sector La 23, en Medianía Baja. Para comunicarse con Juan Fuentes puede llamar al 787-556-3884 o enviar un correo electrónico a juanpleneropl@gmail.com.
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