El actor nos acompañó para un Café en la Plaza desde la Isla Chiquita, donde los residentes también disfrutaron de de diversas actividades en el cierre de Somos Puerto Rico en la isla municipio
El actor nos acompañó para un Café en la Plaza desde la Isla Chiquita, donde los residentes también disfrutaron de de diversas actividades en el cierre de Somos Puerto Rico en la isla municipio
24 de junio de 2022 - 12:30 PM
La relación del actor Braulio Castillo, hijo, con la isla municipio de Culebra comenzó hace 37 años cuando el artista compró su primer bote y desde entonces, se confiesa enamorado de la llamada “cuna del sol borincano” a donde regresó para reencontrarse con su gente.
Esto luego de aceptar la invitación para tomarse “Un café en la plaza”, junto a la periodista Rosalina Marrero, quien lo entrevistó en la cancha Juan de la Cruz, como parte del proyecto Somos Puerto Rico en la Isla Chiquita.
Allí contó interesantes anécdotas de su estancia en Culebra y las amistades que cosechó, además de mencionar experiencias en las telenovelas, las comparaciones con su famoso padre y lo que aprendió al ser diagnosticado con cáncer de próstata.
“Esta isla para mí significa mucho, mucho. Mi relación con Culebra empezó en para 1985 cuando compré mi primera embarcación que la tiraba en Las Croabas en Fajardo y me iba para Icacos, Palomino, hasta que un amigo me dice: ‘Vamos pa’ Culebra un día’. Y le dije: ‘Sí, olvídate, vamos pa’ Culebra”, recordó el laureado actor.
“Llegar aquí a Culebra es como haber vencido todo reto. Luego seguí viniendo y conociendo a Culebra y comencé a conocer sus residentes. De hecho, la mejor despedida de año que he tenido en mi vida fue en Culebra; vine con Myraida Chaves y su hija para el año 2009. Esta gente está pasá”, relató.
Asimismo, reveló cómo cambió su vida tras el temido diagnóstico que catalogó como “un momento mágico”.
“Cuando fui diagnosticado con cáncer de próstata, para mí fue un momento mágico en mi vida porque eso me hizo abrir los ojos y pensar cuán frágil es la vida y todo lo que me estaba perdiendo. En ese momento me dije vamos a vivir un día a la vez, sacarle el jugo a la vida y disfrutarlo”, expuso.
Fue su participación en la novela Coralito, protagonizada por la primerísima actriz Sully Díaz y, el actor mexicano Salvador Pineda, el camino que le abrió otras oportunidades.
Ahí personificó al villano Gregory.
“Esa fue mi primera novela. Los malos me han consagrado, me han perseguido. El personaje de malo le da a un actor la posibilidad y la oportunidad de expresar o de plasmar en el trabajo todos esos sentimientos mixtos porque el malo como que tiene licencia para todo. Te dan la oportunidad de que los productores te vean en ese espectro de trabajo”, manifestó sobre el melodrama de 1983.
“Hice una novela que se llamaba ‘El regreso del gitano’; no era otra cosa que darle continuidad al trabajo de mi padre que protagonizó ‘Renzo el Gitano’. Me valió el premio, un reconocimiento de los productores. Había un premio Cemí y me dio la oportunidad de protagonizar en el canal 2″, acotó.
Sin embargo, aseguró que las comparaciones que hacía la gente entre su trabajo y la exitosa carrera actoral de su padre, no lo desanimaron. Al contrario, “siempre me sentí muy seguro de lo que hacía”.
“Mi padre me apoyaba, me decía: ‘Esto está bien, esto no’. Yo sabía que iba a ser una cuestión de tiempo, no tomé nada por sentado. Cuando uno hace cosas con pasión y es tu pasión y no quieres hacer otra cosa, tú sigues y lo otro viene por añadidura”, sostuvo al repasar otro de sus grandes aciertos con el personaje de Pedro Antonio Arizmendi en Tanairí.
De otra parte, rechazó que ser considerado galán de telenovelas le hiciera perder el norte.
“Eso no puede pasar, porque el día que te creas el cuento te conviertes en figurita. Si hay alguien que me enseñó que uno debe tener los pies bien puestos sobre la tierra es mi padre. Fue el ejemplo que yo seguí, vi en mi padre esa entrega. No hay ningún glamur. Aquí es moliendo vidrio con el pecho”, acotó.
Durante la entrevista, Castillo reveló cuáles serán sus próximos proyectos, entre estos, la pieza teatral ‘La peor cantante del mundo’ con Marilyn Pupo, Yamaris Latorre, Idalia Pérez Garay y Jasond Calderón, que subirá a escena el 19 de agosto en el Centro de Bellas Artes.
“Luego venimos un clásico del teatro que se llama ‘La Gaviota’. Hay un proyecto para octubre, muy bueno, que en un momento hizo la compañía productora Teatro del 60. (Ahí) tengo el privilegio de estar en escena con Idalia Pérez Garay, es una obra entre dos. En noviembre tengo el musical”, detalló.
“En febrero del año que viene, se va a hacer West Side Story en Puerto Rico. Hay muchos proyectos, yo nunca había tenido una temporada con tanto trabajo”, concluyó al agradecer el respaldo del público a su trabajo.
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