Una leve brisa playera aliviana los aires de la tarde menguante en Vivo Beach Club. En septiembre no debería hacer tanto calor, pero entre las primeras semanas de este mes y los meses más intensos del verano no se ha sentido una diferencia notable. Pero ahora, mientras el sol comienza a ocultarse sobre el horizonte, una frescura salada se ha apoderado del ambiente. Nuevos aires que traen consigo la posibilidad de nuevas vidas.

En una mesa con vista a la playa, Kari Claudio reflexiona sobre lo que esas nuevas vidas podrían ser. Kari forma parte de la organización “La tejedora”, una de 10 otros grupos que se han unido en un esfuerzo al que han puesto por nombre “Prende Tu Voto”. Esta campaña, dirigida a que jóvenes boricuas se inscriban como votantes hábiles y participen de las elecciones de este año, ha sido muy popular en las redes sociales y ha contado con la participación de varias figuras públicas. Esta noche, la culminación de todos sus esfuerzos previo al 5 de noviembre, serán celebrados con un gran concierto dedicado, precisamente, a la juventud del país. Como boleto de entrada, solo hacía falta la tarjeta electoral.

Kari, quien ocupa la dirección ejecutiva de su organización, es una persona de género no binario que lleva varios años participando de distintos espacios de trabajo político y social. Trae el pelo corto, usa espejuelos grandes y esta tarde viste una camisa rosa que le identifica como parte del “staff” del evento. Mientras explica la importancia de esta iniciativa, su voz gentil asume gran firmeza y seguridad, y su lenguaje se vuelve un tanto técnico y cuidadoso.

“Hay que darle espacio a nuevas voces y nuevas ideas. Algunas personas de generaciones anteriores no se están preparando para cambios de liderato y pensamos que teníamos que cerrar esa brecha y apoyar a jóvenes que tengan hambre para poder liderar cambios en Puerto Rico. Nos interesamos en que los jóvenes participaran en este ciclo electoral de manera no partidista, entendiendo que había también una brecha en la participación de jóvenes en las elecciones y en las inscripciones. Como organizaciones, eso era bien prioritario para nosotros, que las voces de nuestra generación se escucharan en estas elecciones. Somos una generación que hemos vivido la pandemia, huracanes, el verano de 2019, terremotos, todo tipo de tragedias y victorias”, dice.

Pero, ¿por qué hacer un concierto? Una parte importante de cualquier esfuerzo social, explica Kari, es precisamente permanecer conectados a lo que mueve a las personas, a aquello que les da un sentido de conexión, de ocio y de confraternización.

En un pequeño salón de camerino aledaño a la tarima principal, el comediante Kiko Blade y la influencer Tatyana Trujillo se repasan lo que estarán haciendo en esta noche. Han sido encargados como anfitriones del evento. A pesar de tratarse de un concierto, la realidad es que este es un evento con intenciones políticas, ese mero hecho puede parecerle muy temeroso a otros artistas, pero tanto Kiko como Tatyana tenían muy claro lo que estar aquí representaba antes de acceder a ello, y dijeron que sí con entusiasmo.

“Siempre supe que es un riesgo, uno al hacer redes sociales y estar en la luz pública. Todo lo que tú digas te lo van a criticar. Pero creo que este es un movimiento bien importante porque estamos en un ‘turning point’ (momento crucial) para Puerto Rico. Y siento que la juventud necesita saber que su voto es importante y que tienen su derecho al voto y a hacerlo informado. Yo tengo una plataforma bien grande y lo siento como una responsabilidad porque yo quiero lo mejor para mi país también. Yo me quiero quedar aquí y sé que muchos de mis seguidores también”, dice Tatyana.

“No todos los artistas asumen posiciones y es importante asumir una posición porque la gente se identifica y eso nos ayuda a humanizarnos. Me gusta incluirme porque soy humano, porque soy puertorriqueño y vivimos los mismos problemas y vamos a trabajar en conjunto para sobrepasar cada uno de ellos”, añade Kiko.

En un contexto de país como al que se enfrenta Puerto Rico en estos momentos, la tibieza puede ser el peor de los crímenes.

—¿Qué es lo que les gustaría ver como producto de este proceso?

“Yo creo que se trata de limpiar la casa. Esa es mi esperanza. Yo tengo 36 años. Recuerdo ver a mi mamá, recuerdo a mi papá, en ese pugilato de trabajar. Recuerdo la televisión local, lo que decían en ese entonces. Recuerdo escuchar el cuento. Vi el resultado del cuento. Estamos saliendo del cuento, queremos que nuestro país sea algo bonito y algo que nos merecemos, en buen estado”, dice Kiko.

“Nadie pretende que los cambios pasen de la noche a la mañana, o que pasen milagros, porque la vida no funciona así. Pero yo creo que el dar el paso y votar y a lo mejor ver que algo suceda, nos deja saber que de ahí podemos continuar como”, comenta Tatyana, de 24 años.

Encerrados en el pequeño camerino, repasando sus acciones para la noche, los dos artistas, separados por unos 12 años de vida, se aferran a una misma cosa: la posibilidad de un país diferente.

Varias de las personas que han llegado hasta este concierto piensan de la misma forma. Ese es el caso de Peter y Camila, un par de jóvenes que a penas comienzan sus vidas universitarias, pero que han llegado aquí sabiendo que sobre su generación cae un peso muy particular.

“Tenemos en nuestra disposición poder cambiar el futuro de Puerto Rico”, dice Peter. El país que le gustaría ver es uno en el que la isla no esté subyugada a una condición colonial. “Quisiera ver un Puerto Rico libre, un Puerto Rico que pueda verse como un país independiente, como una propia cultura, no como una parte de Estados Unidos”, explica.

No todos los jóvenes piensan de la misma forma, por supuesto, pero la campaña no va dirigida a ninguna línea partidista en particular, los organizadores eso lo tienen claro. Por esa razón se han dejado regir por lo que entienden que son algunos puntos clave compartidos por sus diversas generaciones, por los temas que los unen, con la esperanza de que, con las herramientas que han provisto, las personas puedan ejercer un voto educado, y consciente, que no responda a simples líneas de fidelidad antigua a partidos políticos.

Camila, por su parte, dice que ha aprendido mucho como parte de este proceso.

“Antes, para las elecciones pasadas, yo no sabía ni que eran las elecciones ni quiénes eran los gobernadores de ese tiempo. No estaba muy pendiente, pero aprendido mucho”, asegura la joven de 18 años. “Queremos ver un cambio”, concluye.

A lo largo de la noche, se presentarán varios artistas como Rafa Pabón, Chuwi, Mima, Vei Habache, Charlie Sepúlveda, Unánima, Ana Macho, entre muchos otros, todos unidos por la misma idea, por el mismo concepto, por la misma convicción de que todavía se puede hacer algo, de que no todo está perdido.

A la mesa en el filo de la playa, con la brisa soplando levemente sobre los rostros, Kari Claudio se imagina un país diferente.

—¿Cómo te gustaría que se viera el Puerto Rico del futuro?

“A mí me encantaría un Puerto Rico donde las playas fueran accesibles para todo el mundo, donde mis panas no tuvieran que josear tres trabajos para poder pagar la renta, donde podamos tener comida crecida y cultivada en puerto rico, saludable, que podamos comerla y que no sea carísima. Un lugar donde artistas como los que están aquí en el día de hoy puedan sobrevivir con su arte. Un lugar donde las personas trans puedan acceder a medicina y a procesos de afirmación de género, un lugar donde las personas LGBT no sean discriminadas en sus trabajos, en sus lugares de vivienda. Ese es el puerto rico que soñamos”, dice.

Una banda comienza a sonar en el fondo, mientras decenas de personas se van aglomerando frente la tarima para lo que, sin duda alguna, será una noche larga. Hay algo indudablemente combativo en este disfrute. Estar aquí representa muchas cosas para muchas personas. Este es solo el preámbulo. La verdadera prueba de fuego deberá darse el 5 de noviembre en las urnas. Ese día pueden pasar muchas cosas, pueden cambiar muchas cosas o ninguna, ese es el riesgo al que se exponen. Asumir ese riesgo es un deber.

La brisa playera sopla sus vientos salados. Nuevos aires traen consigo la posibilidad de nuevas vidas. La esperanza arde en todos los corazones que se han unido aquí.

¿Qué puede ser ese Puerto Rico del futuro?

Kari respira antes de responder.

“Un lugar digno para todo el mundo”.