Al cruzar las puertas del salón, el mundo retrocedió 40 años en el pasado. Una cabina telefónica, luces de color neón, rostros de superestrellas como David Bowie en afiches y algunos clásicos del rock sonando en el fondo fueron las señales de que, al menos por esta noche, los salones del Hotel Vanderbilt en el Condado se había transformado en el Londres de la década de 1980. Ese es el tipo de magia que ofrece todos los años la Gala del Museo de Arte de Ponce.

Bajo el lema “Bold and Rebellious”, el museo celebró la noche del viernes cuatro décadas de su evento de recaudación más importante. Entre trajes coloridos y peinados icónicos, el público de la gala rememoró y celebró en grande, evocando la vivacidad de una de las épocas más reconocidas y celebradas del siglo 20, que se transformó en un movimiento cuya en influencia en la música, las artes y la cultura sigue teniendo impactos hoy.

“Este es un evento muy reconocido y que siempre nos ha enseñado el apoyo que realmente tenemos con las muchas personas que vienen y disfrutan de este evento. Entramos ahora en una fase muy importante, pues esperamos comenzar con el proceso de restauración el año que viene, y eso nos causa mucha ilusión y mucha emoción. Es buenísimo poder estar aquí para celebrarlo con las personas maravillosas que están aquí”, explicó Deborah Roldán, su directora ejecutiva, sobre la importancia de la gala para el museo.

El nombramiento de Roldán fue anunciado en agosto de este año, pero no fue hasta hace dos meses y medio que asumió el cargo en propiedad. Describió la experiencia como un honor, siendo de ascendencia puertorriqueña, pues siente que a través de su trabajo puede ayudar a devolver el Museo de Arte de Ponce al público puertorriqueño.

“Sin esta ayuda sería muy difícil para nosotros, ahora más que nunca, necesitamos de esta ayuda, porque estamos recaudando fondos para las reparaciones y para los muchos otros proyectos que queremos llevar a cabo, con la idea de, en unos años, tener un museo más grande, más importante y devolverle esta joya a Puerto Rico y todo el país lo echa de menos”, continuó.

Del mismo modo, María Luisa Ferré Rangel, presidenta de su junta de síndicos del Museo de Arte de Ponce, y nieta del fundador, Luis A. Ferré, expresó la importancia que esta gala sigue teniendo hoy, tanto para la institución como para su familia, que se ha mantenido involucrada activamente en su desarrollo y la continuidad de sus trabajos.

“Este es un evento que significa mucho porque lo empezó mi abuelo y es para nosotros, el comienzo de la Navidad, el revivir de la esperanza, de hablarnos, de vernos, de celebrar y dar gracias. Está muy cercano a nuestro corazón”, dijo.

Sobre la continuidad del legado de uno de los espacios culturales más importantes del país, la presidenta compartió sus esperanzas para el futuro cercano del museo y cómo le gustaría que continuara dejando su marca en la escena de las artes.

“El museo es una institución de Puerto Rico, pero también del mundo. Después de este proceso de restauración, yo espero que el museo siga cumpliendo con su misión, la misión de mi abuelo: que fuera y siga siendo un lugar de encuentro, un lugar de paz y de crecimiento y que siga poniendo el nombre de la isla en alto”, sostuvo, con esperanza en la voz.

Sobre el impacto de este evento en la operación del museo, Marcos Montero, director de desarrollo y comunicaciones, explicó que se necesita un presupuesto anual de entre $5 a $7 millones, y que a través de este evento se recauda cerca de una cuarta parte de ese dinero.

“Esta noche estamos celebrando la gala número 40 del Museo de Arte de Ponce. Esta gala es el evento de recaudación de fondos más importante del museo, del que se logran sostener los programas educativos y las operaciones de la institución. Celebramos este logro institucional, que dice mucho sobre la energía del museo para seguir adelante. El tema que escogimos para este año fue ‘Bold and Rebellious’, porque no importa lo que hayamos sufrido a causa de los terremotos, estamos en un proceso de restauración y seguimos sirviendo a la comunidad”, dijo.

Montero abundó sobre las razones que inspiraron el tema del evento para este año. Al ser esta la cuarta década desde que se comenzó a celebrar la gala del museo, decidieron hacer un viaje en el tiempo cuarenta años atrás, específicamente al Londres de 1984, era dorada del “glam rock” y de ahí nació la temática para este año. Poner la mirada específicamente en Inglaterra se dio porque allí se exhibe ahora mismo “Sol ardiente de junio (Flaming June)”, del inglés Frederic Leighton, la pintura más reconocida de su colección, en la galería de la Real Academia de Artes.

Concerniente al proceso de restauración del edificio, Edward Durrell Stone, que fue el más afectado por los terremotos de 2020, indicó que este año ya se lanzó la convocatoria oficial que permitirá escoger una firma que se encargue de los trabajos de construcción. Esas compañías deberán someter propuestas que serán evaluadas cuidadosamente, y se espera que para el mes de febrero de 2025, se pueda hacer la selección.

Aun así, el museo ha logrado mantener sus operaciones activas. La institución cuenta con un edificio anexo desde el que se están llevando a cabo actualmente sus operaciones administrativas y en el que se han organizado pequeñas exhibiciones que están abiertas al público los viernes de cada semana. Del mismo modo, reciben grupos de estudiantes por cita. El Museo de Arte de Ponce, además, ha puesto un esfuerzo considerable en mantener sus colecciones de arte activas, organizando varias exhibiciones de la mano de otros museos en Puerto Rico y el mundo.