El trompetista de Rubby Pérez y sobreviviente del derrumbe en la discoteca Jet Set que ha dejado cientos de fallecidos, Raúl Castro, afirmó que misericordia divina evitó que una viga frenara antes de llegar a su rostro, la noche del siniestro.

Al admitir la gran prueba que ha vivido el músico, que llevaba 12 años en la orquesta del fallecido merenguero al caérsele el techo encima, reveló que vivió momentos angustiosos y los peores de su vida

“Gracias a Dios, a su misericordia, una viga que cayó sobre mí, su grandeza la pudo frenar, justo en mi cabeza y a pesar de su peso y la velocidad que cayó, solo me provocó una pequeña herida en la cabeza”, dijo.

Castro, acompañado y asistido de su hijo, en el velatorio del artista en el Teatro Nacional, fue llevado la noche del siniestro a un hospital, al salir salpicado de sangre de la discoteca Jet Set, dónde describe el momento como “espeluznante”.

Indicó que en un momento sintió un fuerte viento, con arena que venía hacia el lado donde estaban los músicos, en el mismo momento en que ejecutaba su instrumento, con el tema que Rubby Pérez cantaba en el momento y que nunca se detuvo.

Castro sostuvo que el momento triste, ha sido una lección en su vida y que Pérez siempre le dispensó buen trato. Dijo que: “En ningún momento, le escuchamos quejarse, ni hablar, ni pronunciar palabras, en el momento en que todo se fue a negro, repentinamente”, por lo que creen que murió en el instante.

El trompetista, visiblemente compungido, dijo que la ocasión debe servir, para estar más atentos, plegarse y aferrarse a Dios y no descuidarse, porque en cualquier momento, puede ser el último y de forma inesperada dejar este mundo.