Con el anuncio ayer de la cancelación de la cadena NBC de todos sus acuerdos comerciales con el magnate Donald Trump, que incluía la transmisión de los certámenes Miss Universe y Miss USA, y el retiro de su principal auspiciador, la firma CHI, al magnate le va a ser muy difícil conseguir otro canal que transmita sus concursos y una sede, sobre todo en Latinoamérica, donde más audiencia tiene el certamen.
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Donald Trump cedería el trono
Se especula que para salvar la reputación de Miss Universe, la organización se desligaría de la maltrecha figura de su dueño
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