Hasta su llegada a la cocina de “Super Chef Celebrities” el pasado 17 de septiembre, el reportero ancla de “Noticentro” de Wapa Televisión, Normando Valentín, se consideraba un “cocinero dominical”. A pesar de haberse convertido en el primer eliminado de la segunda temporada de la competencia culinaria, anoche, el carismático comunicador prefiere enfocarse en lo aprendido.

“Siempre se aprende algo. Fue una experiencia agradable, en eso te la tengo que dar. Uno está acostumbrado a estar en una zona ‘chilling’ y, al tú, entrar a una cocina en la que tú no sabes qué vas a cocinar hasta el momento en que abres el dichoso sobre, y te encuentras con unos platos que uno dice, pero, ¿es en serio? ¿Ellos quieren que yo haga esto? Así que, sí, desde ese punto de vista, fue una parte muy agradable”, sostuvo Valentín en entrevista telefónica con este diario.

Más allá de la complejidad de los platillos, el periodista atribuyó su eliminación a una “desventaja”. “Soy muy lento en esto de la cocina y esto es un grave ‘handicap’ (desventaja) porque se trata de una competencia que requiere velocidad”, describió.

Anoche, además, el anfitrión del programa especial “Ahí está la verdad” confrontó otros problemas con la masa del plato principal y con el merengue del postre. En esta ocasión, el reto consistió en la confección de Quiche Lorraine e islas flotantes.

Valentín, quien es conocido por su buen sentido del humor y optimismo, recordó que entró al “show” con el pensamiento de que no quería ser el primer eliminado. El hecho de que esta haya sido su realidad provocó que los sentimientos se apoderaran de él al final de la noche.

Al igual que el creador de contenido Giancarlo Cavallero en la primera temporada, Valentín admitió que gracias a su participación aprendió a respetar el oficio de los chefs.

“Yo me pongo a pensar cuando uno va a un restaurante, que está lleno, hay gente en una cocina preparando esos platos rápidamente, porque tú quieres que tu plato llegue lo más rápido posible, y que esté bueno y sabroso, bien presentado, y caliente. Desde hoy, admiro más a esas personas y prometo no quejarme cuando vaya a un restaurante, para nada, porque es un trabajo que, como dicen por ahí, no es cáscara de coco”, precisó.

Aunque desconoce si tendrá la oportunidad de regresar a la competencia, Valentín contó que se dedicará a desarrollar sus dotes culinarios. Según el periodista, su familia “se ha aprovechado de la situación” y lo ha puesto a practicar más de la cuenta.

“Ellos me están empujando a eso. Así que sí, tengo que practicar”, comentó entre risas. En esa línea, prometió llevarse las recetas de los distintos “shows” para preparar los platos en su casa y compartirlos con sus seguidores de las redes sociales.

Si bien es cierto que la competencia se encuentra en una etapa demasiado prematura como para definir posibles finalistas, Valentín resaltó la participación de tres excompañeros.

“Gabriela (Quiñones) es muy estructurada, es rapidita y cocina bien. Y Yasmín Mejías. Esas dos me llaman mucho la atención. Del otro equipo, aunque no pude coincidir, pero me dicen que Alfonsina Molinari también está fuerte, así que yo me atrevería a darte esos tres nombres”, enumeró.

Valentín siempre se mostró receptivo a las críticas de los Jueces del Olimpo. Dos de ellos, aunque no lo demostrara, le causaban impaciencia.

“La mirada del pitmaster (Edgardo) Lucca. Tú no sabes por dónde va a picar esa bola. Él se echaba el bocado a la boca, empezaba a masticar y te empezaba a mirar. Y tú dices, ¿qué diablos dirá? Y el chef (Enrique) Piñeiro con la cosa esta del ‘sentido de urgencia’”, comentó.