Entrevista
Intercambio para ofrecer una perspectiva relevante, que ha sido revisada para mayor claridad, pero no del todo verificada.
prima:José Enrique “Kike” Cruz sobre su productiva carrera en el periodismo: “He sido feliz, soy feliz, y si tuviera que volver a repetirlo, lo haría”

El veterano exdirector de noticias recibirá el próximo 11 de junio el grado de Doctorado Honoris Causa de la Universidad Sagrado Corazón por su ejemplar trayectoria en los medios de comunicación

9 de junio de 2024 - 11:10 PM

Santurce - El veterano exdirector de noticias José Enrique “Kike” Cruz apenas pudo pronunciar una palabra el día que el presidente de la Universidad Sagrado Corazón, Gilberto J. Marxuach Torrós le comunicó que la institución universitaria le otorgará el máximo grado de Doctorado Honoris Causa en Comunicaciones por su impecable trayectoria en los medios de comunicación en Puerto Rico.

Las emociones y el taco en la garganta le impidieron reaccionar de inmediato al gran reconocimiento que recibirá el próximo martes, 11 de junio en la Colación de Grados de la Universidad Sagrado Corazón para unos 970 estudiantes universitarios, en el Coca-Cola Music Hall del Distrito de Convenciones.

“Fue una emoción tan grande, que yo no podía hablar. Yo se lo he dicho a él varias veces, de lo emocionado que me puse cuando él me llamó, no podía hablar. Ha sido una experiencia bien emocionante, porque no me lo esperaba. O sea, yo no he trabajado, ni he hecho mi vida en función de esperar unas cosas, unos reconocimientos”, reveló sobre la conversación que tuvo con el presidente la universidad.

Marxuach Torrós, presidente de la institución universitaria, reconoció que existen pocos profesionales como Cruz, quien ha mantenido una carrera de más de 50 años de forma intachable, con la misma verticalidad y ética que define el periodismo responsable.

“Para nosotros la Escuela de Comunicación es una de las escuelas centrales de la universidad y nosotros tenemos un compromiso con desarrollar el periodismo y profesionales de la comunicación. Nos pareció que reconocer la trayectoria y la vida de Kike era un mensaje poderoso para todos nuestros estudiantes y para la comunidad puertorriqueña. Él es un ejemplo digno de emular. Su integridad, su rectitud, su trabajo incansable, su dedicación al servicio, su dedicación a desarrollar talento y a ayudar a los demás,a innovar continuamente al servicio de Puerto Rico para que recibieran información fiel y confiable en todo momento. No puedo imaginar una mejor persona que reconocer y darle un doctorado Honoris Causa en comunicación en estos momentos que a nuestro querido Kike”, subrayó Marxuach Torrós.

Cruz junto a Gilberto J. Marxuach Torrós, presidente de la Universidad del Sagrado Corazón.
Cruz junto a Gilberto J. Marxuach Torrós, presidente de la Universidad del Sagrado Corazón. (Ramon "Tonito" Zayas)

Hablar de noticias en los medios de comunicación es nombrar de inmediato a Cruz, quien desde la década de 1970 colocó su voz en función del periodismo puertorriqueño, -en especial en la televisión-, hasta el presente donde se desempeña como consultor de medios con su propia empresa “Goldcovis Media Consultants”.

Hace varios años que Cruz no se sentaba en la silla de entrevistado, por lo que admitió que al llegar a los estudios de televisión de la Escuela de Comunicación Ferré Rangel de Sagrado le causó un “poco de nervios”. Sin embargo, una vez sentado, la conversación con El Nuevo Día se dio con la misma candidez, respeto y confianza que lo distinguió entre sus pares en Wapa Televisión, donde comenzó en el 1976 como reportero y luego, en el 1980, se convirtió en subdirector de noticias hasta asumir el cargo de director en el 1984.

En Wapa Televisión también fue vicepresidente sénior desde el 1996 y, a su vez, se desempeñó como director de noticias hasta que se acogió a la jubilación en julio de 2018. Dos años después fue seleccionado como ganador de un premio Guinness por haber sido el director de noticias con la más extensa carrera consecutiva en un mismo canal de televisión. En el 2021 fue honrado por el Suncoast Chapter de los Premios Emmy por sus aportaciones a la industria de la televisión.

El padre de tres hijos adultos conversó con este medio sobre los retos y metas alcanzadas en más de cinco décadas de carrera, su retiro de la televisión para dedicarse a la consultoría de medios y las satisfacciones de su camino profesional.

José Enrique “Kike” Cruz repasa su ejemplar trayectoria en el periodismo

José Enrique “Kike” Cruz repasa su ejemplar trayectoria en el periodismo

El veterano exdirector de noticias recibe el grado de Doctorado Honoris Causa de la Universidad Sagrado Corazón.

¿Hace cuánto tiempo no se sentaba en un estudio de televisión?

Hace un par de años, porque a pesar de mi jubilación, regresé a Wapa Televisión por una premiación, algo que me dieron, no recuerdo exactamente, y me entrevistaron y estuve ahí. Fue una entrevista televisada y ahí reviví esos momentos. De estar frente a la cámara, las luces, el maquillaje … y fue impresionante, la palabra correcta es emocionante.

Cruz es natural de Orocovis. ¿Cuánto queda de Orocovis en Kike Cruz?

Todo. Yo no he podido romper el cordón umbilical mío con mi pueblo de Orocovis. Soy orocoveño, le doy gracias a Dios de haberme permitido nacer en Orocovis. Soy orocoveño hasta que muera. De hecho, tengo una casita allá en el campo, una pequeña finquita, y voy constantemente a Orocovis. Desafortunadamente ha cambiado mucho. Las generaciones, las personas con las que me crié y me desarrollé, muchos se han mudado a otros sitios de Puerto Rico, algunos han fallecido.

¿Cómo el joven Kike Cruz optó por el camino de las comunicaciones?

Mi sueño siempre fue estudiar en la Universidad de Puerto Rico (UPR). En ese momento, para mi generación, la UPR era lo más grande. Afortunadamente fui un buen estudiante en la escuela superior, tuve un buen promedio, salí bien en el examen del College Board y me admitieron en el recinto de Río Piedras. De muchacho allá en Orocovis, hacía la publicidad pueblerina, que es en el carro con los altoparlantes. Iba por todo el pueblo anunciando, los eventos especiales, las películas que iba a ver en el cine o los bailes que iba a ver en el Club de Leones. Me entretenía leyendo comerciales en vivo por todo el pueblo y los campos. También llegué a ser el locutor comercial de los juegos de pelota del equipo de béisbol de mi pueblo en las transmisiones que se hacían los domingos. Y siempre tuve esa espinita.

Comenzó estudios universitarios en pre médica, pero luego entendió que ese campo no le apasionaba.
Comenzó estudios universitarios en pre médica, pero luego entendió que ese campo no le apasionaba. (Ramon "Tonito" Zayas)

¿Cuándo comienzas a tener conciencia de que su destino sería trabajar en los medios de comunicación?

Mi familia quería que estudiara medicina. De hecho, entré en la Facultad de Ciencias Naturales para estudiar pre-medica. Un día en un laboratorio de biología, estoy mirando por un microscopio, una laminilla, y la verdad que eso es precioso, es impresionante, cuando tú ves todo lo que se mueve en esa laminilla. Pero al mismo tiempo recuerdo que me detengo y digo: ‘¿qué hago aquí? O sea, esto a mí no me gusta. No puedo seguir esto.

¿Qué hizo?

Recuerdo que el edificio de la Oficina del Registrador era bastante cerca de la Facultad de Naturales. Fui caminando hasta allá, entré y me di de baja. Solamente me quedé con las clases necesarias para que no me dieran de baja total de la universidad, para no perder la admisión y la matrícula. Me planteaba que podía estudiar. Siempre he dicho que fue la Divina Providencia porque surgió un acontecimiento que cambió mi vida para siempre. Mi padre se enferma y tenía que ponerme a trabajar, a buscar un trabajo que me permitiera independizarme económicamente, no depender de la ayuda de mis padres. Tengo este amigo, que a su vez conocía a un jefe de programación de una estación de radio en San Juan, me dice: ‘oye, tú tienes buena voz, ¿por qué no vamos a tal emisora que están buscando un locutor? Dije, vamos. Y él fue conmigo. Llamó a su amigo, me estaban esperando. Me recortaron unas noticias del teletipo. Fuimos a una cabina de grabación. Leo las informaciones, me hicieron la prueba y fantástico. Ese mismo día empecé a trabajar. Les encantó la voz mía, la forma de la dicción, la forma en que yo me expresaba. Me dieron trabajo el mismo día, hasta el sol de hoy. Así fui evolucionando hasta llegar a la televisión. Ahora mismo que estoy básicamente como un consultor con diferentes organizaciones, esa ha sido mi trayectoria.

Entra a mediados de 1970 a Wapa Televisión y desde esa década la televisión ha sufrido unos cambios radicales como medio de comunicación. ¿Cómo usted puede describirlos en función del periodismo?

La televisión se ha ido transformando. Mi mayor satisfacción es que pude lograr hacer la transición de mi equipo de trabajo y en la estación de televisión donde trabajaba de la televisión análoga a la televisión digital, sin que se afectara el producto periodístico de nuestro departamento de noticias. La forma en que lo hacíamos ha cambiado. Pero la forma en que lo transmitíamos, ese contenido, permanece, ha permanecido igual. No se afectó la credibilidad, la seriedad, la objetividad, el detalle, la profundidad. De todo eso me encargué para que la tecnología no lo afectara. Por ejemplo, hoy día cualquiera con un celular puede filmar un video y enviarlo, por ejemplo. Pero muchos también pueden ser ‘fakes” y hay que asegurarse que eso sea verdad, hay que asegurarse que no fuese fingido.

En esa misma línea, ¿cómo se puede evitar la desinformación y las noticias falsas en los medios de comunicación teniendo las redes sociales propagándolas a cada segundo?

Hay que tener mucho cuidado. Hay que ser responsable por ese tipo de penetración de la tecnología en el trabajo periodístico. Es bien difícil, es sumamente difícil, controlar la desinformación. Eso no es fácil. Los medios han ido desarrollando unas políticas, unos procedimientos para depurar ese material que llega de afuera y que llega a las redacciones a través de las diferentes plataformas. Pero es sumamente difícil. Aun así, se ha hecho un gran esfuerzo de que brille la objetividad, el profesionalismo, la veracidad. La honestidad. Claro, le puedo garantizar a la gente que el 99.9% de las informaciones que salen al aire aquí y fuera de aquí son verdad. Ahora con esto de la inteligencia artificial hay que tener más cuidado todavía y en eso se está trabajando. Es un ángulo, un área que está en un momento en el que se está trabajando, porque nadie sabe exactamente qué se puede hacer y qué no se puede hacer con la inteligencia artificial, aunque hay un conocimiento bastante general.

¿Qué recomendaciones usted tendría, precisamente, para que los formatos noticiosos puedan evitar el mal uso de la inteligencia artificial?

Mi recomendación para evitar la manipulación de la información ya sea tecnológica o de otro tipo es que siempre nos preocupemos en verificar que sea verdad lo que nos llegó. Ahí está la clave de todo.

La entrevista se realizó en la Escuela de Comunicación Ferré Rangel de la Universidad del Sagrado Corazón.
La entrevista se realizó en la Escuela de Comunicación Ferré Rangel de la Universidad del Sagrado Corazón. (Ramon "Tonito" Zayas)

La narrativa de como contar las historias en el periodismo ha cambiado mucho. Precisamente en redes sociales no se necesitan grandes recursos. Se toma el celular, hacemos un TikTok y se tiene un alcance que puede llegar a ser viral. ¿Cómo se compara eso con el trabajo que usted estuvo haciendo y que muchos periodistas siguen haciendo desde los formatos televisivos tradicionales?

Para mi generación ha sido bastante difícil hacer esa transición. No es fácil competir y entender todas estas tecnologías y aplicaciones que han salido. Pero hemos hecho la transición, se ha trabajado en eso. Nos falta mucho todavía por aprender, pero se ha logrado. Se ha logrado y creo que en esencia permanecen los mismos valores del buen periodismo y las mismas exigencias para que un producto sea bueno.

Usted fue reportero, subdirector, director, productor y, de un tiempo para acá, consultor. ¿Qué sombrero realmente le apasionaba más?

A mí me ha apasionado mucho el asunto de la tecnología. Era feliz trabajando con tecnología allí en el canal. Sí, era feliz. Para mí eso era un juguetito. Siempre tuve el reto de no quedarme atrás en términos del desarrollo tecnológico. Era de los que me encerraba en mi casa, en mi cuarto, con libros de cómo se programaba en computadoras. Aprendí a programar solo. Aprendí a cómo desmontar y montar una computadora. Ese reto de la tecnología siempre me fascinó. Y esos han sido los momentos más significativos en mi carrera.

¿Hay diferencia entre el periodista de antes y la nueva cepa de periodistas que despuntan en los medios de comunicación?

Estos jóvenes que están entrando ahora a los medios de comunicación están muy bien preparados, aunque hay unas deficiencias en algunas partes. Pero en términos generales están muy bien preparados. Lo que compara o contrasta con generaciones anteriores es la forma de ver la vida. Pero eso es una cuestión generacional. No tiene nada que ver si eres periodista o no. La fidelidad, por ejemplo, un trabajador hoy día, un empleado joven, tú le das un tremendo trabajo y es buenísimo, y a los seis meses dice, me voy. Y tú le dices, pero ¿qué pasa? Simplemente dice ‘me voy”. Ese tipo de dinámica que es generacional, es lo que choca.

¿Cuáles son los retos principales que tienen los formatos noticiarios de televisión en la actualidad?

Los retos grandes que enfrentan los noticiarios de televisión son las redes sociales. La televisión tiene que evolucionar e integrarse de una forma que pueda no competir, sino armonizar con las redes sociales y trabajar juntos. No se pueden convertir en enemigos. Tienen que adaptarse a convivir y evolucionar juntos. Porque la televisión que conocemos hoy no va a ser la televisión dentro de unos años.

En el caso de la prensa escrita, se vislumbra que el papel o la impresión física va a desaparecer en el futuro. ¿La televisión va a desaparecer con el tiempo?

La televisión como la conocemos actualmente va a desaparecer. Será otra televisión, pero va a haber televisión. Igual que el papel, es posible que el papel no desaparezca. Es posible que si el periódico tal publica cien mil ejemplares diarios pase a veinticinco mil. No creo que vaya a desaparecer. Siempre va a haber un grupo de gente que va a apoyar el uso del papel.

Usted se acogió al retiro en el 2018 al salir de Wapa Televisión, pero luego lo vimos armando el Departamento de Noticias de TeleOnce. ¿Cómo fue trabajar ese proyecto?

Fue bien retante volver a TeleOnce como consultor. Fue una experiencia enriquecedora porque eso me permitió seguir creciendo y me permitió aplicar conocimientos que no tenía. Me permitió desarrollar mi negocio, por llamarlo así, porque tengo mi propia firma de consultoría que se llama Goldcovis. Cuando llegué a TeleOnce, allí no había nada. Había un estudio vacío, con unas luces viejas llenas de polvo y tuve que fajarme. Tuve que aplicar todo lo que sabía para armar ese muñequito. Afortunadamente, se montó, salió bien, les va muy bien. Es un noticiero muy profesional, desde el punto de vista estético, la escenografía es bella, la iluminación, la gente allí trabaja bien contenta y se ha hecho un buen trabajo.

¿Por qué no se quedó más tiempo?

Cuando me jubilé de Wapa no quería trabajar. Quería disfrutar de poder hacer un negocio, de hacer otras cosas, como dar clases en la universidad, participar en grupos de trabajo comunitario. Mi enfoque era ese. Pero cuando me llaman de TeleOnce, me convencieron, no sé cómo. De consultor pasé a un trabajo full time, pero con mucha satisfacción, no me molestó. Pasa un año y mi contrato era de un año, hablé con el dueño del canal (Lenard Liberman) y por su petición permanecí seis meses más. Luego me fui hacer el Camino de Santiago y sigo trabajando como consultor para diferentes medios.

¿Qué satisfacciones le ha traído la carrera en los medios de comunicación?

Siempre he dicho que si Dios me permitiera volver a nacer, repetiría exactamente lo mismo que hice durante todos estos años. Mi carrera profesional ha sido, con mucha humildad lo digo, exitosa, pero ha sido de mucha satisfacción, he crecido. He formado una familia muy bonita, tengo unos hijos maravillosos, tremendos ciudadanos, profesionales y tengo una esposa maravillosa. No me puedo quejar de la vida que he tenido como trabajador de los medios de comunicación. Quizás si me hubiese dedicado a otra cosa, pues, fuese hoy millonario, tuviera un negocio, pero a mí eso no me quita el sueño. He sido feliz, soy feliz, y si tuviera que volver a repetirlo, lo haría sin pensarlo.

Todos en algún momento vamos a partir de este plano terrenal. ¿Cómo Kike quiere que lo recuerden?

Nunca me han hecho esa pregunta, pero a mí me gustaría que me recordaran como un buen puertorriqueño. Como un buen ciudadano que amó mucho a esta tierra, que todo lo que hizo, lo hizo pensando en el bien común, pensando en el bienestar de la gente de Puerto Rico. Muchas veces dejando de ser yo para ser de los demás. Todo mi trabajo, todo mi enfoque, toda mi presión en la oficina con los muchachos era porque al pueblo de Puerto Rico había que servirle de verdad, con profesionalismo, inculcarle que teníamos que hacer las cosas con fe, con devoción, para ayudar a esa gente, especialmente a los menos afortunados, que dependen de nosotros. Esa gente que muchas veces no tienen con qué pagar una medicina, o muchas veces no tienen con qué pagar una comidita, necesitan de nosotros. Esa es la función principal nuestra. Y eso a mí me da mucha satisfacción. El día que muera, me voy a morir en ese sentido contento, porque traté de dar el máximo.

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