Elecciones del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico
Los aspirantes a presidir el importante gremio profesional exponen sus ideas para promover el buen ejercicio de la medicina en la isla y mejores servicios de salud a nuestra población.
Mañana, domingo, 21 de abril, se elige una nueva directiva que regirá los destinos del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico. El Colegio necesita ser firme y vocal, pero no confrontacional con las instituciones con las que interactuamos. De esta forma ayudamos a toda nuestra clase médica y a su vez a los pacientes que servimos.
Me presento a la presidencia con el fin de unir: representar a todos los médicos de Puerto Rico y trabajar los asuntos apremiantes en nuestra profesión. Con nuevos enfoques y estrategias efectivas abordaremos los desafíos económicos, de licenciamiento y educación continua de nuestros médicos.
Será una prioridad trabajar para la extensión de la tasa fija del 4 por ciento como beneficio contributivo de los especialistas a todos los médicos primarios, entre otros médicos excluidos. Además, estableceré vías de comunicación con el gobernador, la legislatura, el Departamento de Salud, la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica, las aseguradoras y otras instituciones relacionadas para adelantar aquellos proyectos e iniciativas que beneficien a todos los médicos licenciados, independientemente de su entrenamiento.
Junto a la experiencia probada que traigo, también me enorgullece tener de candidato a la vicepresidencia al Dr. Gabriel Colón. Un médico residente, con un fuerte compromiso para aportar nuevos bríos al Colegio de Médicos y Cirujanos de Puerto Rico. Esto es un hecho significativo para unir generaciones en beneficio de los médicos y pacientes.
De igual forma, me acompaña en esta encomienda la Dra. Elivette Zambrana Flores, quien se postula a presidir el Instituto de Educación Médica Continua. Zambrana, quien es especialista en reumatología pediátrica, se propone fortalecer la relación con los colegas y atender las necesidades dinámicas de educación continua de los colegiados, para actualizar nuestros conocimientos para mejor atención médica.
Además de los mencionados colegas, me acompañan en esta gran gesta: el Dr. Luis Alberto Echevarría como secretario, pediatra reconocido del área oeste; el Dr. Adrián Graham como tesorero, y destacado médico de Ponce y toda el área sur; y el Dr. Roberto Gándara, médico de familia de Caguas, para dirigir la importante Fundación Médica.
Una de las tareas apremiantes, también será negociar los seguros de los asociados ante la posible disminución de los miembros tras la descolegiación. Al igual que fortalecer las oficinas de distrito como parte fundamental del funcionamiento de nuestra organización.
No me comprometo a hacer cosas que en el pasado no haya logrado. Bajo mi presidencia, pudimos lograr un capital robusto del que se utilizó un millón de dólares para ahora saldar el edificio de nuestra actual sede. También se consignó con el gobierno federal que se les pagaran a nuestros médicos sobre 20,000 dólares para la implementación del récord electrónico en sus oficinas, ese fue el mismo pago que recibieron nuestros homólogos en las otras jurisdicciones de Estados Unidos. Además, se aprobaron leyes impulsadas por nuestra clase médica para beneficio de todos los profesionales de la salud y a quienes servimos con abnegado compromiso. Mantuvimos buena comunicación con las autoridades estatales y federales, y logramos, por ejemplo, la aprobación de la Ley del Hogar Seguro.
Estamos en un momento decisivo para propiciar una efectiva regulación a las aseguradoras para un pago justo a los profesionales de la salud y, sobre todo, un servicio correcto a los pacientes. Insisto; nos motiva servir y ser portavoz ante los foros pertinentes, pero con resultados positivos.
Contamos con tu voto en alguno de los siete centros de votación que operarán de 8:00 am a 3:00pm. En tus manos está cambiar el rumbo de nuestra profesión en Puerto Rico. ¡Unidos venceremos!
El atentado mayor a la dignidad de los pacientes y proveedores, incluidos los médicos, lo cometen las aseguradoras de salud. Su avaricia perturba y descarrila la prestación de servicios y pone en riesgo la salud y vida de los pacientes.
Apropiarse la relación médico paciente, interferir con los tratamientos; sobrecargar a los proveedores, y convertirlos en sirvientes administrativos de las aseguradoras es un atentado también contra la salud y la dignidad de los pacientes.
Distinto a los ocho años de inercia previos a mi presidencia, durante mi incumbencia, hemos creado conciencia en el país sobre la crisis del sistema de salud y sus causas. Hemos abierto cauces de fiscalización al gobierno desde, y hemos establecido alianzas con proveedores para robustecer instituciones como la Oficina del Comisionado de Seguros. Hemos colaborado con la Asamblea Legislativa y con el gobierno federal.
Hemos fiscalizado a las aseguradoras y detenido crudos racionamientos de servicios y tratamientos, conscientes de que todos somos pacientes. Esta militancia de nuestro Colegio solidaria con nuestros pacientes y colaborativa con el gobierno al cual también fiscalizamos, promueve la defensa de la dignidad de los pacientes, que no se reduce al trato digno, sino que abarca el respeto a sus derechos y a los más fundamentales: la salud y la vida.
Sobre el buen ejercicio de la medicina y mejores servicios de salud, añadimos, que hay que promover un cambio real en la fiscalización del cumplimiento de los programas y las leyes, junto a una vigilancia continua al respecto; una intensa promoción de la educación médica y de las especialidades y un esfuerzo concienzudo y sistemático para detener la hemorragia que nos ha desangrado reduciendo a la mitad el número de médicos. Hay que desarrollar más profesionales, retenerlos y traer de vuelta a muchos de los que se han ido, comenzando con las exenciones PYMES para los primeros $500,000 dólares de ingreso a los primeros 5 años de práctica y paga de las carreras para que el recién graduado no salga con un préstamo de seis dígitos que le grava la vida. En adición un incentivo de 12% de contribución para todos los médicos.
Además, el gobierno, los profesionales de la salud y la sociedad tenemos que exigir al Congreso y a los programas federales, no la paridad en asignaciones de las Islas Vírgenes, sino lo que en justicia hemos pagado: la totalidad (60% más), lo que representaría más de tres mil millones de dólares más al año, y el pago de las reparaciones por un discrimen de seis décadas., lo que suma decenas de miles de millones de dólares más.
Finalmente hay que conseguir que el gobierno le apriete las tuercas al oligopolio de las aseguradoras y fortalezca la fiscalización al grupo asegurador de VITAL, 40%, de los pacientes y al grupo asegurado comercial. Hay que acabar con el abuso de la fijación de precios de medicamentos y el racionamiento e inflación que provocan los intermediarios de farmacia, los PBM.
La profundización tecnológica en el Colegio; más y mejores cursos de educación continua a distancia; página oficial y acceso digital; comunicaciones en tiempo real a toda la matrícula; elecciones y asambleas sin filas; continuarán haciendo del Colegio punta de lanza en las nuevas tecnologías. Esta promesa cumplida, unida a la de la despolitización del Colegio, y a acabar con el malgasto ya conseguidas, permiten sufragar los costos de estos adelantos. Los más de 8,000 colegiados voluntariamente -cifra que aumenta todas las semanas- tienen la seguridad de que, bajo mi presidencia, otros dos años de progreso, fortalecimiento y respeto a la matrícula redundarán en mayores beneficios para los profesionales y para todos nuestros pacientes.
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