Lavarse el rostro es un paso integrado en la rutina de higiene diaria de la mayoría de las personas. Remover suciedad y bacterias es su objetivo, asi como evitar afecciones en la piel y hacer que los ingredientes activos del skincare, como sérums e hidratantes, actúen mejor.

Hacer este gesto de belleza de la manera correcta puede marcar la diferencia en la salud de la piel y, por supuesto, en su aspecto. ¿Cuántas veces al día debemos lavarnos la cara? ¿Está bien hacerlo todas las mañanas?

La Academia Americana de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) aconseja: “Limite el lavado de la cara a dos veces al día y después de sudar”. Recomiendan, tanto a hombres como mujeres, hacerlo una vez por la mañana y una vez por la noche.

Sobre la indicación de lavarse la cara después de sudar mucho, explican: “La transpiración, especialmente cuando se usa un sombrero o casco, irrita la piel. Lávese la piel lo antes posible después de sudar”.

Quizá las mujeres no olvidamos la limpieza facial en la noche porque usamos maquillaje y ya es una regla “invisible” no irnos a dormir con él, pero los hombres también deben considerar este paso en su aseo diario antes de acostarse. Todos estamos expuestos a contaminación y sudamos durante el día, entre otros factores.

Aunque limpiamos la piel del rostro en la noche, también se debe usar agua y jabón por las mañanas. Es necesario retirar suciedad, sudor y restos de productos de skincare que fueron aplicados en la noche.

Es importante considerar que el lavado excesivo puede secar la piel y causar irritación. Cuando hacemos la limpieza facial retiramos aceites naturales que la protegen, así que al lavarnos muchas veces al día podemos debilitar la función protectora de la barrera cutánea.

Tip: Para retocar tu protector solar durante el día no es necesario lavar la cara; puedes retirar el exceso de grasa con una toallita (sin barrer o frotar) y reaplicarlo. La sugerencia es reaplicar cada tres horas o dos veces al día.

La Academia Estadounidense de Dermatología sugiere:

Expertos recomiendan dejar los limpiadores con principios activos cerca de un minuto sobre la piel (puedes tomar en cuenta el tiempo en que lo masajeas para su distribución). Por ejemplo, si tienes la piel grasa y con tendencia al acné, y usas un limpiador facial con ácido salicílico, debes dejarlo unos segundos antes de enjuagar para que la fórmula actúe.

Aunque lavar la cara dos veces al día es la recomendación general, es importante que consultes con un dermatólogo sobre cuál es la necesidad de tu tipo de piel, especialmente si presentas alguna afección o tienes piel sensible.