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Por las nubes alquileres en Hawái: vendieron su negocio para jubilarse a bordo de un crucero

Tras haber visitado 25 países a bordo de un crucero, la pareja no tiene planes de regresar a la vida tradicional.

10 de abril de 2025 - 5:04 PM

El barco en el que viajan tiene programado recorrer 147 naciones durante tres años y medio.  (Suministrada)

Mientras los precios del alquiler y el costo de vida siguen subiendo en diversas partes del mundo, una pareja estadounidense ha optado por una solución poco convencional: mudarse a un crucero.

Lanette y Johan Canen, de 55 años, decidieron abandonar su rutina en tierra firme y embarcarse en una travesía que les permitirá recorrer el mundo durante los próximos 15 años. Hace seis meses, subieron al Villa Vie Odyssey, un barco lujoso con características residenciales, y no tienen planes de regresar a la vida tradicional.

El barco en el que viajan tiene programado recorrer 147 naciones durante tres años y medio.

Una nueva vida en el mar

Según la pareja, la decisión de vivir en el barco fue clara. “Para nosotros fue una decisión obvia retirarnos en el interminable barco Villa Vie Odyssey”, comentaron.

Aunque en un principio pensaron que se instalarían de por vida en Hawái, el viaje cambió sus perspectivas. “Pensábamos que moriríamos felices en Hawaii, pero después del crucero, encontramos el Odyssey y quedamos enganchados”, aseguraron.

El Villa Vie Odyssey tiene programado recorrer 425 puertos en 147 países durante tres años y medio. Además, los residentes pueden contratar un camarote fijo por hasta 15 años. Para poder embarcarse en esta aventura, la pareja vendió su negocio de alquiler de carros, lo que les permitió financiar su nueva vida en el mar.

Menor costo que el alquiler en Hawái

Aunque algunos pueden pensar que vivir en un barco de lujo es un lujo accesible solo para millonarios, Johan explicó que no es así. “La gente piensa que somos ultra ricos por poder hacer esto, pero es más barato que nuestro alquiler y el costo de vida en Hawái. Esto es para gente normal”, comentó a Mail Online.

El costo mensual de una habitación con todo incluido (comidas, bebidas, wifi y servicio de limpieza dos veces por semana) es de $2,980. Si se comparte la habitación, el precio baja a $1,819 por persona, lo cual, según la pareja, es comparable con el costo promedio de alquiler en Londres.

Un futuro en el mar

Con el aumento de los precios de alquiler en todo el mundo, Lanette y Johan consideran que esta forma de vida se convertirá en una opción más popular en el futuro. “Con los alquileres aumentando en todo el mundo, ésta será la nueva forma de vida”, afirmó Lanette. “Este es el futuro, especialmente con el trabajo desde casa”, agregó Johan.

Hasta el momento, la pareja ha visitado 25 países, incluyendo España, Portugal, Gibraltar, Irlanda del Norte y diversas naciones sudamericanas. Actualmente, se encuentran en el Caribe, y uno de los principales atractivos del Odyssey es que permite estancias de hasta cuatro días en cada puerto. Además, los residentes pueden invitar a amigos y familiares a bordo por hasta 28 días, sin costo adicional, y con habitación propia.

Desafíos de este estilo de vida

Una de las experiencias más destacadas de la pareja fue su visita a las Islas Galápagos. “Vimos iguanas marinas y caballitos de mar del tamaño de mi mano”, comentó Lanette. “Nos encanta la naturaleza y las cosas únicas. La diversidad de la vida marina no tiene comparación con ninguna otra en el mundo. Podemos ir a lugares de los que nunca hemos oído hablar y que son tan únicos y geniales. ¡No estarán en tu lista de deseos hasta que vayas allí!”

Sin embargo, vivir en el mar también presenta desafíos. Las condiciones climáticas pueden alterar los planes de viaje. “Realmente queríamos ir a las Islas Malvinas, pero el clima era tan malo que tuvieron que cerrar el puerto”, indicó Johan.

Un hombre de Florida lleva dos años viviendo en un crucero porque es más barato que pagar alquiler

Además, la logística de algunos puertos dificulta el abastecimiento de la cocina del barco. “En algunos puertos puede resultar difícil para el barco encontrar determinados alimentos para el menú y garantizar que todos estén satisfechos”, señaló.

Por último, los cambios físicos también son notables. “A veces me siento inestable, en los primeros pasos siempre hay que adaptarse, pero no me molesta”, comentó Johan sobre la sensación de desequilibrio al regresar a tierra firme.

La pareja sigue disfrutando de su vida en el mar, mientras continúa explorando nuevos destinos y ajustándose a los retos que implica vivir a bordo del Villa Vie Odyssey.

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