Cuando se busca fortalecer la mente y el espíritu, en la mayoría de los casos se opta por practicar yoga, debido a sus múltiples beneficios, entre los que se encuentran trabajar con el estrés, mejorar la postura y la flexibilidad. Por esa línea, existe un tipo de yoga que, además, ofrece alivios específicos a dolencias comunes que sufren muchas de las personas, y es conocido como “Forrest yoga”.

El Nuevo Día conversó con Lidith Ramos, instructora con 19 años de experiencia para conocer más sobre esta novel variante, sus beneficios y diferencias al momento de practicarlo.

“Mucha gente al escucharlo lo asocia con el bosque y automáticamente piensan que se trata de una práctica pasiva o bien tranquilita, pero para nada. Es muy activa”, expresó Ramos, sobre este estilo que lleva por nombre el apellido de su creadora, la instructora estadounidense Ana Forrest.

Ofreciendo a quienes la practican las herramientas para sanar o aliviarse utilizando el propio cuerpo como instrumento a través de variados movimientos y posturas, Ramos describe este tipo de yoga como uno muy “contemporáneo”, pues se adapta al estilo de vida ajetreado que muchos viven hoy día y lo que este puede provocar en el cuerpo.

Según lo define su creadora, se trata de una “práctica de yoga ceremonial, poderosamente física y centrada en el interior, incorporando los aspectos físicos, mentales, emocionales y espirituales de la humanidad, para una evolución más profunda y holística”.

“Es una práctica moderna con modificaciones que atienden las necesidades de los cuerpos del siglo 21, con especial atención a minimizar tensiones en zonas comúnmente rígidas y adoloridas como el cuello, los hombros y la zona lumbar. No tenemos miedo a hacer modificaciones a lo tradicional”, comentó Ramos, quien es la única instructora de esta modalidad Forrest Yoga en Puerto Rico.

“Cambiamos el foco de la mirada”, sostuvo Ramos. Cabe destacar que cuando se practica yoga y se enfoca la mirada a un punto fijo y especifico se conoce por el término “drishti”.

“En el yoga hacia donde uno mira, es algo importante porque te ayuda a enfocarte, por lo que las posturas tienen tradicionalmente una dirección en la que se recomienda mirar. Nosotros alteramos eso para buscar un ángulo en donde el cuello esté lo más cómodo posible, y lo puedas relajar por completo, es una de las características principales de forrest yoga”.

Durante la práctica, con las posturas prolongadas, los giros y movimientos, se busca incrementar la resistencia y los tiempos de respiración.

Asimismo, a diferencia de otros estilos, donde la música es fundamental, en este caso, no necesariamente, pues se busca la concentración total y sin ningún tipo de distracción, abriendo la posibilidad de fusionarlo con el “silent yoga”, una modalidad donde se utiliza audifonos para bloquear ruido exterior.

Según detalló la instructora, el beneficio principal es el desarrollo de la flexibilidad y la fuerza que se adquiere gracias a las posturas. “Esa atención especial que le damos a ajustar la práctica para que sea más accesible. Por eso el beneficio principal para mí son esas modificaciones para las personas que puedan tener lesiones y necesiten ajustarse en la práctica”.

“Todo el mundo lo puede practicar”, enfatizó Ramos, siempre y cuando puedan sentarse y levantarse por sí mismos. “Como se trata de una práctica físicamente activa, yo siempre establezco que tengan la capacidad de sentarse en el suelo y ponerse de pie cómodamente y sin ayuda. Si puedes hacer eso con agilidad, puedes practicarlo sin problema alguno”.

Para la experta, lo ideal sería practicar Forrest yoga al menos tres veces por semana, el número recomendado cuando de ejercitarse se trata y si se buscan ver cambios, sin embargo, “cualquier cantidad es mejor que nada”.

Fomentando el yoga en la isla, Ramos llevará a cabo el domingo, 15 de septiembre el evento “Silent Forrest Yoga al atardecer”, a las 5:45 p.m. en El Escambrón.

La clase de yoga frente al mar contará con audífonos de cancelación de ruido para disminuir distracciones y facilita la introspección enfocando al practicante en su respiración y las instrucciones de la maestra, “una herramienta poderosa que permite sumergirse más profundo en el viaje interior que innatamente provee la práctica de yoga”.

Esta clase es una oportunidad de experimentar dos acercamientos al yoga simultáneamente, el estilo de “Forrest yoga” y la ausencia de ruidos exteriores del “Silent yoga”.

Los asistentes deben reservar por adelantado y llevar un mat de yoga y agua para hidratarse. La clase se reunirá en la zona verde del Balneario El Escambrón en San Juan y que cuenta con estacionamiento privado.

Los interesados pueden comunicarse al 787-604-5726